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El Gobierno británico planea gravar a la banca para evitar oligopolios

La Comisión de Competencia del Reino Unido detalló ayer una serie de medidas que podría tomar contra la banca del país para acabar con un supuesto oligopolio en el negocio de créditos a las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre las medidas propuestas figuran un impuesto sobre los beneficios, la regulación de las comisiones y la eliminación de barreras a la competencia de entidades no bancarias.

Las autoridades tampoco descartan que el Gobierno exija a la banca reducir su red de oficinas en ciertas regiones, aunque un portavoz de la Comisión dijo que esta medida sólo se aplicaría "en un caso extremo".

Se considera bastante probable que las autoridades del Reino Unido pidan a la banca que flexibilice el traspaso de una cuenta corriente de una entidad bancaria a otra, y también que informe de una manera más transparente al cliente el cobro de las comisiones por los distintos servicios prestados.

Las autoridades británicas de la competencia emitieron hace unas semanas un informe que acusaba a la banca de operar un oligopolio en el sector de las pymes. La Comisión emitirá su fallo definitivo antes del 9 de junio, día en el que dará a conocer si este supuesto oligopolio opera o no en contra de los intereses de los clientes. El informe culpa a los cuatro grandes bancos, Lloyds TSB, HSBC, Barclays y Royal Bank of Scotland, que en conjunto controlan un 80% de cuota de mercado de créditos a la pequeña y mediana empresa. Pero también cita a entidades más pequeñas, como los escoceses Bank of Scotland y Clydesdale Bank o el hipotecario Abbey National.

Otra posible medida que estudia la Comisión es la creación de un fondo especial, financiado por la banca, para estimular la competencia. Las autoridades también consideran la posibilidad de exigir a la banca que pague intereses en las cuentas corrientes de los clientes empresariales y eliminar el trato discriminatorio entre las cuentas de particulares y empresas.

500 millones de libras

Algunos analistas han cifrado en hasta 500 millones de libras (130.000 millones de pesetas, 781 millones de euros) el coste a la banca de normalizar sus relaciones con las pymes de acuerdo con las disposiciones fijadas por las autoridades de la Competencia.

Otros han tachado la amenaza de medidas contra la banca de pura maniobra electoralista ante las elecciones generales que se espera convoque Tony Blair para principios de mayo.

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