El crecimiento del PIB se resiente en Alemania y España
El Gobierno reconoció ayer que la desaceleración en Estados Unidos afectará "en varias décimas" al crecimiento de la zona euro, y también al de España, para el que estima un PIB "muy próximo al 3,6%" previsto.
El secretario de Estado de Economía, José Folgado, intentó lanzar ayer en el Congreso de los Dipu-tados un mensaje de confianza sobre la evolución del ciclo económico. Inició su comparecencia en la Comisión de Economía de la Cámara Baja asegurando que el PIB español "puede alcanzar este año" un crecimiento del 3,6%, como se había previsto inicialmente.
Poco después de pronunciar estas palabras, advirtió de las "incertidumbres" que pesan sobre la actividad, entre las que destacó la "duración y profundidad, aún por determinar", de la desaceleración en Estados Unidos, que recortará este año "algunas décimas" el crecimiento en Europa y "también puede afectar" a España. "Se espera que la Comisión rebaje en breve sus previsiones iniciales para la zona euro (3,2%) hasta el 3% o ligeramente por debajo", añadió. Para el caso de España confió en que, a pesar del declive estadounidense, la economía española crezca el 3,6%, "o al menos, muy próximo a esta cifra", manteniendo un diferencial de crecimiento con la zona euro "del orden de medio punto", con lo que continuaría avanzando en convergencia real con la UE.
Folgado indicó que "aunque es pronto para revisar el cuadro macro para 2001", es evidente que habrá una "recomposición" de la demanda sobre la inicialmente prevista, en la que el sector exterior mejorará su contribución ne-ta a la economía, "siendo ésta neutra o ligeramente positiva, frente al -0,4% del PIB estimado inicialmente".
El Gobierno espera precisamente que sea el sector exterior el que compense el menor vigor de la demanda interna. Las dudas expresadas por Folgado sobre el futuro no le impidieron resaltar los buenos fundamentos que, a su juicio, mantiene la economía española, con un presupuesto equilibrado, siendo capaz de crecer en PIB y empleo más que la media comunitaria y con la mayor parte de las empresas saneadas. La diputada del PSOE Arancha Mendizábal criticó, por su parte, los "retrasos" en la ejecución de las medidas liberalizadoras apro-badas en junio pasado y recordó a Folgado que los ciclos económicos adversos no han desaparecido."
Los salarios,
en función de
la productividad
Folgado insistió en su comparecencia en que la moderación de los salarios es vital para controlar la inflación en los próximos meses. "La pérdida de la moderación salarial vislumbrada ya en 2000, en donde hubo un incremento salarial pactado en convenios superior al 3%, conlleva, en la práctica, un empeoramiento de la competitividad de las empresas españolas y mayores presiones sobre los precios", añadió. Desde Economía se sigue apostando por que los agentes sociales alcancen un acuerdo sobre la reforma de los procesos de negociación colectiva, que lleve a "fórmulas en las que los salarios se vinculen a la evolución de las empresas y sus tasas de productividad".
Desde CiU, Josep Sánchez Llibre, expresó sus dudas en que el repunte de la inflación en 2000 se haya debido exclusivamente a factores exógenos, como el encarecimiento del petróleo, sino también a la falta de reformas estructurales.