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La cuota de abono de Telefónica superará las 2.000 pesetas

Telefónica podrá subir la cuota de abono que cobra mensualmente a sus clientes hasta las 2.000 o 2.200 pesetas, según adelantó ayer la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés. Esta cifra, que todavía no es la definitiva, responde a la obligación que ha impuesto Bruselas a España para que reequilibre las tarifas del operador dominante y permitirá a Telefónica ingresar cerca de 114.500 millones de pesetas brutos adicionales al año. La noticia suscitó las críticas de algunos competidores de Telefónica, que culpan de la falta de competencia a los continuos cambios en el marco regulatorio. Desde Bruselas, mientras tanto, arreciaron las críticas contra el Gobierno por la tasa del móvil.

Ya hay una cifra oficial. Por primera vez desde que comenzó la negociación entre el Gobierno, Telefónica y la Comisión Europea para el reequilibrio tarifario, un miembro del Ejecutivo se ha aventurado a reconocer que existe realmente el déficit de acceso reclamado por el ex monopolio (aunque no en toda su cuantía) y que la cuota de abono se subirá para paliarlo, tal y como reclama Bruselas. Y la encargada de reconocerlo ha sido la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés.

La responsable de las telecomunicaciones españolas aprovechó ayer su participación en unas jornadas sobre el sector para adelantar que la cuota de abono que pagan todos los meses los 17,1 millones de clientes de telefonía fija de Telefónica estará "entre 2.000 o 2.200 pesetas", lo que implica una subida de hasta 558 pesetas.

Esta alza, sin embargo, no supone reconocer todo el déficit de acceso reclamado por Telefónica. Según la ministra, el ex monopolio cifró en 300.000 millones de pesetas las pérdidas que le ocasiona el mantenimiento de las 17,1 millones de líneas que hay en España y que no están cubiertas por el pago fijo mensual de los abonados. Para paliar este déficit, la cuota de abono tendría que situarse en 3.000 pesetas mensuales "y el Gobierno no piensa aceptar esta cifra. Yo creo que estará más cerca de las 2.000 o de las 2.200 pesetas", afirmó Birulés.

En cualquier caso, la subida prevista de la cuota es una buena noticia para Telefónica, que "nunca esperó que llegara a ser hasta 3.000 pesetas", explican fuentes del sector. La operadora lleva años peleando el reequilibrio de tarifas, que se plasmó en una denuncia contra España ante la Comisión Europea. El pasado 29 de enero, Bruselas dio la razón al ex monopolio y, en un dictamen motivado, urgió al Gobierno español a solucionar la situación en dos meses. Este plazo expira dentro de ocho días.

Fuentes del Ministerio de Ciencia y Tecnología explican, sin embargo, que la cifra final todavía no está determinada. "Seguimos analizando la contabilidad de costes de Telefónica". Y añaden que, de todas maneras, la propuesta que hagan a Bruselas puede no ser aceptada por las autoridades comunitarias.

Rebaja de otras tarifas

Pero tanto el ministerio como fuentes de Telefónica recuerdan que la subida de la cuota de abono se realiza en el marco del reequilibrio tarifario. Es decir, el pago mensual subirá, pero bajarán otros precios, entre otras cosas porque el ex monopolio tiene una obligación que cumplir: el sistema de precios máximos, que exige recortar la cesta media de servicios telefónicos un 7% anual. La cuota de abono pesa en esta cesta, así que Telefónica tendrá que rebajar el resto de tarifas más de lo previsto.

Aun así, la gran mayoría de los ingresos de Telefónica de España procede de la cuota de abono, que, además, no está condicionada por el consumo. La facturación de la filial que gestiona el negocio fijo fue de casi un billón de pesetas en 2000 y, de ellos, 510.688 millones, más de la mitad, procedieron de la cuota de abono.

Una subida de 558 pesetas en este pago mensual supondrá para la operadora 114.500 millones brutos de ingresos adicionales cada año.

Lo que se desconoce todavía son los plazos de la subida de la cuota de abono. Telefónica tiene aprobada un alza de 100 pesetas en agosto, que dejará el pago mensual en 1.742 y podrá elevarlo otras 100 pesetas en 2002. Todo ello, al margen del actual debate con Bruselas.

Escasa competencia

La subida de la cuota permitirá igualar la tarifa mensual que cobra Telefónica a sus clientes particulares y la que factura como mayorista al resto de las telefónicas que quieren dar este servicio, fijada en 2.163 pesetas mensuales. Esta cifra estaba incluso por debajo de lo que reclamaban las operadoras de cable, pero hacía muy difícil la competencia a los rivales de Telefónica, que hubieran tenido que pagar a 2.163 pesetas lo que el ex monopolio cobraba más bajo a sus clientes.

La inminencia de la subida de la cuota de abono ha provocado, sin embargo, ciertas críticas en el sector, que acusa al Gobierno de variar sistemáticamente el marco regulatorio. En las mismas jornadas, organizadas por el Instituto de Empresa, donde Birulés adelantó el alza del pago mensual de Telefónica, los operadores culparon a la regulación de la falta de competencia en telefonía fija.

El detonante de estas críticas fueron las declaraciones del presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, José María Vázquez-Quintana, quien achacó la elevada cuota del mercado de telefonía fija que todavía ostenta Telefónica (del 92% en 2000) a la falta de competencia. Con todo, Vázquez-Quintana sí remarcó que ha habido un crecimiento del mercado, ya que la facturación ha pasado de 1,36 billones en 1999 a los 1,85 billones en 2000.

El consejero director general de Retevisión, Josep Canós, contraatacó: "Los competidores de Telefónica no nos consideramos peores que los de otros países de Europa. Lo único que cambia drásticamente la situación es el marco regulatorio".

En este sentido, señaló el retraso en la implantación de la portabilidad del número, de la preselección y de la competencia en llamadas locales, y apuntó que los resultados de la apertura del bucle de abonado no llegarán hasta finales de año. Por todo ello, Canós volvió a reclamar la rebaja de los precios de interconexión, para primar a los que más invierten.

 

Móviles lanza un plan de choque para ganar clientes en Perú

Telefónica Móviles del Perú, la filial peruana de celulares de Telefónica, invertirá este año 50 millones de dólares (9.250 millones de pesetas) en desarrollo tecnológico y nuevos servicios con el fin de consolidar su posición en ese mercado, del que tiene casi un 70% y donde cuenta con unos 900.000 abonados.

Además, también tiene como objetivo difundir la telefonía móvil en uno de los países con la menor tasa de penetración de Latinoamérica, inferior al 5%.

Del total de inversión, destinará unos 10 millones de dólares (1.850 millones de pesetas) a la implantación de una red para poner en marcha en los próximos meses la generación 2,5 de telefonía móvil CDMA. Esta red supone un paso previo a la instalación de la tercera generación de móviles, que prevé esté operativa en apenas unos meses en el área metropolitana de Lima.

Reducción de tarifas

Para apoyar su expansión en el país, el operador ha comenzado a ofrecer también una agresiva estrategia que contempla una reducción del 50% en el coste de las llamadas que se realicen entre sus abonados. Esta reducción la complementará, además, con un plan de descuentos en el que prevé "aplicar hasta el 30 de junio la tarifa local a todas las llamadas que se produzcan entre los departamentos centro, norte, sur y oriente del país".

Fuentes de la compañía aseguran que la agresiva campaña para ganar abonados y reforzar su posición se debe al avance en el mercado de Telecom Italia Mobile, filial de celulares de Telecom Italia. Desde su entrada en el país suramericano en marzo de 2000 el operador italiano se ha gastado 51.800 millones de pesetas.

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