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INTERNACIONAL

El Banco de Japón eleva el 25% la liquidez reservada a la banca

El Banco de Japón (BOJ) cambió ayer su estrategia y, en lugar de recortar directamente el tipo de interés al cero, como se esperaba, decidió aumentar la liquidez en el mercado para que sea éste el que baje el precio del dinero. La política monetaria continuará suavizándose hasta que se aleje el riesgo de deflación.

El Banco de Japón sorprendió ayer al adoptar una política poco ortodoxa y dotar al mercado de unas condiciones para volver al interés cero, en lugar de recortar los tipos directamente, como ha sucedido hasta ahora. En febrero, el BOJ ya redujo hasta el 0,15% el tipo interbancario, que se encontraba en el 0,25% desde que en agosto se abandonó el interés cero.

Ahora, en cambio, el banco central articulará su política monetaria en función de las necesidades crediticias de los bancos. Para ello ha decidido elevar un 25% las reservas de dinero que destina al sistema financiero, hasta cinco billones de yenes (unos 7,5 billones de pesetas), frente a los cuatro billones de liquidez fijados anteriormente.

"Los nuevos procedimientos intentan alcanzar el mismo efecto de alivio monetario que la política de interés cero, mientras que se preserva el mecanismo de mercado tanto como es posible", afirman desde el BOJ.

"Es sólo un cambio de política, pero el resultado será el mismo", opina Enrique Martín, economista de Asesores Financieros Internacionales (AFI).

El aumento de liquidez que supondrá esta medida en el mercado pretende, a su vez, acabar con las presiones deflacionistas. Esto también ha supuesto un giro de 180 grados en la política monetaria aplicada hasta ahora, porque, aunque indirectamente, el banco se marca el objetivo de acabar con la deflación.

"Es difícil establecer numéricamente una inflación deseable a largo plazo debido a la situación actual de Japón", reconocen desde el BOJ. Sin embargo, se han comprometido a que "esta política poco ortodoxa (generadora de inflación) continúe hasta que el actual índice de precios al consumo registre un 0% o un aumento anual". El BOJ aclara que "no es un objetivo de inflación, pero muestra la determinación del banco emisor de prevenir que los precios continúen bajando y de formar una base para un crecimiento sostenible". La debilidad del consumo en Japón ha disparado las presiones deflacionistas en el país asiático. En enero, el IPC se redujo un 1,1% en Tokio.

Si el objetivo de reservas adoptado por el BOJ es insuficiente para activar la economía nipona (sobre la que pesa el temor a caer en recesión), el banco se ha comprometido a inyectar más liquidez aumentando la compra de bonos, que mensualmente asciende a 400.000 millones de yenes.

"No sabemos aún hasta qué punto van a influir estas medidas en la economía real. El BOJ ha hecho lo que ha podido. Sólo queda que el Gobierno haga fuertes reformas", apunta César Gil, analista del banco japonés Daiwa.

También lo piensa así el banco, que ha instado al Gobierno a que aplique "reformas estructurales" y que se dote "de un fuerte liderazgo". Un objetivo difícil, este último, cuando el primer ministro, Yoshiro Mori, es uno de los líderes que menos apoyo han tenido en la historia de Japón.

 

Mori promete a Bush reformas financieras

El primer ministro japonés, Yoshiro Mori, se comprometió ayer ante el presidente estadounidense, George Bush, a tomar medidas efectivas para hacer frente al alto grado de endeudamiento de las empresas y de la morosidad, que son un lastre para el sistema financiero del país, informa Reuters. Según un oficial estadounidense, Bush "apoyó totalmente" el compromiso de Mori de reformar el sistema bancario, que se encuentra en una situación crítica.

Después de una reunión celebrada en Washington, ambos líderes emitieron un comunicado conjunto en el que resaltaron la importancia de promover la desregulación, las reformas estructurales y la inversión extranjera directa, a la vez que acordaron buscar un nuevo marco para fortalecer el diálogo bilateral en asuntos económicos.

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