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Bruselas descarta reemplazar por harinas vegetales el pienso cárnico

La soja es el producto más idóneo para reemplazar la aportación proteínica de las harinas animales en la alimentación del ganado, indicó ayer la Comisión Europea. Pero, puntualizó en seguida, la soja importada y no la cultivada, en régimen de subvención, en la Unión Europea. Bruselas presentó además a los ministros de Agricultura los primeros datos esperanzadores del mercado de vacuno.

La diferencia estriba, según la Comisión, en que el precio de soja importada oscila entre los 190 y 220 euros por tonelada (a su llegada, por ejemplo, al puerto de Roterdam) y la producción europea supondría un coste, incluidas las subvenciones al agricultor, de unos 1.270 euros por tonelada.

La Unión Europea ha prohibido hasta el próximo mes de junio el uso de las harinas cárnicas en la alimentación de cerdos y pollos (en los rumiantes ya estaban prohibidas desde 1994), por lo que deberá sustituir con proteínas vegetales el aporte alimenticio de casi dos millones de toneladas de piensos animales.

"Esto no constituye un grave problema", afirma el informe que el comisario de Agricultura, Franz Fischler, presentó ayer al Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. "La mejor fuente de proteínas vegetales es la soja". Fischler descartaba así otras soluciones barajadas en los últimos meses, como la plantación de oleaginosas, la explotación de la tierras de barbecho o la sustitución de los piensos con legumbres (alubia, guisante, etc.). La Comisión apuesta por un aumento en el uso de los cereales, pese a que hacen falta cinco toneladas para lograr el aporte proteínico de media tonelada de piensos. La tonelada y media restante "se cubrirá principalmente con importaciones de soja", concluye la Comisión.

No a la prohibición

El consejo declinó ayer pronunciarse, como proponía España, sobre la prohibición definitiva de los piensos cárnicos, una demanda que apoyan la mayoría de los Estados miembros (Alemania, Italia, Francia, Portugal y Austria). La Comisión, sin embargo, sigue esperando un informe científico que avale la prohibición definitiva. Pero fuentes diplomáticas consideran casi imposible que antes de junio pueda demostrarse de modo fehaciente la relación entre harinas y la encefalopatía espongiforme bovina.

Los ministros de Agricultura escuchaban ayer, por primera vez en cinco meses, los primeros datos alentadores sobre la situación del sector ganadero. "Por quinta semana consecutiva hemos asistido a un aumento de los precios del toro joven", anunció Fischler. A comienzos de marzo, los precios aumentaron en nueve Estados miembros, aunque en España seguía el descalabro. Alemania y Holanda, en cambio, han superado ya el precio de intervención obligatoria. También la exportación se mantiene en 15.000 toneladas por semana. Este pequeño respiro se ha conseguido tras el sacrificio y destrucción de 720.000 reses.

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