Rajoy pretende negociar con CEOE y los sindicatos la Ley de Extranjería
Casi abandonada cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo con el PSOE sobre la Ley de Extranjería, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, ensayará a partir del lunes un pacto sobre su aplicación con los empresarios y los principales sindicatos.
El Gobierno no quiere aparecer ante la opinión pública como el responsable de la ruptura de la negociación con el PSOE sobre la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y por esta razón Mariano Rajoy no dio por rotas las conversaciones ni siquiera en el supuesto de que el primer partido de la oposición recurra la norma ante el Tribunal Constitucional. En su intento de que el Gobierno no apadrine en solitario la ley, Rajoy intentará pactar el lunes su aplicación con el presidente de CEOE, José María Cuevas, y con los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez y José María Fidalgo.
Los agentes sociales están interesados en negociar con el Gobierno la vertiente laboral de la inmigración. El reglamento de la ley que Rajoy entregó ayer a los distintos partidos tiene en cuenta a la CEOE y los sindicatos, pues establece que serán escuchados antes de que el Ejecutivo fije anualmente el cupo anual de trabajadores extranjeros a los que se permitirá entrar en el país.
Rajoy presentó ayer al Consejo de Ministros un informe en el que se sigue negando el reconocimiento de los derechos de reunión, asociación, sindicación y huelga a los inmigrantes sin papeles. El reglamento de la ley será aprobado hacia el mes de junio, una vez haya finalizado la regularización de oficio de los 60.000 inmigrantes que ahora residen en España de forma ilegal. Con anterioridad, Interior regularizó la situación de 145.000 inmigrantes. A partir de junio, advirtió ayer Rajoy, se aplicará la ley con todas las consecuencias y se expulsará a los extranjeros sin la documentación en regla. El vicepresidente recordó como aviso que el Gobierno aprobará en mayo una directiva comunitaria para armonizar las penas contra las mafias que se dedican al tráfico de inmigrantes ilegales, lo que supondrá el endurecimiento del Código Penal español.
No se cambiará la ley
La intención del Gobierno es negociar el reglamento de la ley con todas las fuerzas parlamentarias, sin privilegiar en ningún caso al principal partido de la oposición.
De hecho, Rajoy advirtió ayer de forma implícita que la insistencia del PSOE en que sean reconocidos los derechos fundamentales a to-dos los extranjeros, incluidos los sin papeles, está condenada al fracaso. "Vamos a negociar con los que tengan buena voluntad, pero no nos planteamos modificar la ley", subrayó.
El vicepresidente considera que el PSOE se ha comportado hasta ahora "con poca seriedad" al admitir que prosperen sendos recursos al Constitucional contra la Ley de Extranjería promovidos por los Parlamentos del País Vasco y Cataluña.