_
_
_
_

Los créditos de los bancos crecen un 9,3%, la tasa menor en 20 meses

Los bancos han pisado el freno en el crecimiento del crédito. Las estadísticas de la AEB revelan que la inversión crediticia aumentó en enero sobre el mismo mes del año anterior un 9,3%, la menor tasa en 20 meses y menos de la mitad de lo que creció el volumen de créditos otorgados por las cajas de ahorros.

Hemos pisado el freno en el crecimiento de la inversión crediticia. Ha cambiado el entorno económico y hay que conducir más despacio. El que no lo haga, asume un riesgo que nosotros no queremos asumir". Fue el mensaje de prudencia expresado hace más de mes y medio por el consejero delegado del BBVA, Pedro Luis Uriarte. El pasado fin de semana, le siguió el vicepresidente del BSCH, Matías Rodríguez Inciarte, durante la junta de accionistas de la entidad.

Los primeros datos del año sobre evolución del crédito confirman las advertencias de los dos mayores bancos españoles. Las estadísticas de la Asociación Española de Banca (AEB) correspondientes al mes de enero revelan que el sector ha optado por la cautela y que la desaceleración de la economía, que afecta sobre todo al consumo privado, empieza a hacer mella en el negocio típico bancario, la concesión de préstamos.

La expansión crediticia de estas entidades se moderó considerablemente al empezar el año, con un avance del 9,3% en enero, 3,7 puntos por debajo del cierre de 2000 (13%). Hay que remontarse 20 meses, a mayo de 1999, para encontrar una tasa menor de crecimiento. Este aumento contrasta con el avance del 21% que aún mantienen las cajas de ahorros, más del doble que el de los bancos, según los datos difundidos el día anterior por la Confederación Española de Cajas de Ahorros.

La diferencia se justifica, en parte, por un política premeditada de los bancos de analizar con más cautela la situación financiera de las empresas y familias a las que prestan dinero. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta que con su expansión geográfica las cajas de ahorros ganaron a los bancos la guerra por las hipotecas, el producto que más tira del aumento del crédito. No en vano, la cartera hipotecaria representa más de la mitad de los 89,46 billones de la cartera crediticia total de bancos y cajas. De hecho, cuando a mitad de año gran parte de la financiación crediticia no hipotecaria acusaba ya claros síntomas de desaceleración, el préstamo hipotecario seguía creciendo a tasas superiores al 22%, espoleado por un nivel de tipos de los más bajos de Europa.

Morosidad

La consecuencia de todo ello es que las cajas han ganado en cuota de mercado de crédito, pero en muchas ocasiones a costa de los márgenes.

De todos modos, ni bancos ni cajas acusan de momento pérdidas preocupantes en la calidad del riesgo. Más bien al contrario. En diciembre cerraron la tasa de morosidad más baja de la historia, con un porcentaje de créditos dudosos sobre la cartera total del sector del 1,23%. La tasa de morosidad de las cajas fue del 1% y de los bancos el 0,9%.

Pero el cambio de ciclo anticipa futuros repuntes, por lo que el Banco de España impuso a las entidades nuevas exigencias de provisiones anticíclicas.

El detalle estadístico indica que los dos grandes, BBVA y BSCH, absorben el 54,6% de la cartera crediticia total. Y se encuentran, precisamente, entre las entidades que más moderaron el crecimiento de los créditos, en contraste con los fuertes aumentos de Banco Popular y Bankinter, con avances del 24,6% y del 32,6%, respectivamente, que responden a la apuesta de estos bancos por ganar mercado y aumentar su balance. En el caso concreto del Popular, sus responsables quieren duplicar su balance en tres años.

 

Los depósitos de ahorro suben un 14,6%

La disminución del ritmo del crédito contrasta con las altas tasas de crecimiento en la captación de pasivo. La crisis de los mercados de renta variable y la menor rentabilidad de los fondos de inversión, con notables reembolsos durante el año pasado, han devuelto el atractivo a los productos tradicionales.

Así, se ha producido un trasvase considerable de gran parte del ahorro que se encontraba en instrumentos de más riesgo a los depósitos tradicionales, por lo que los depósitos de ahorro aumentaron un 14,6%, hasta los 42,59 billones de pesetas. Este incremento tiene que ver con el auge de los instrumentos a plazo, que crecieron un 24,89% y se situaron en 23,24 billones de pesetas. Las cuentas corrientes, sin embargo, crecieron apenas el 4,23% y se elevaron hasta 19,35 billones de pesetas.

Por otra parte, los bancos mantienen una actividad considerable en su cartera industrial. El importe de las acciones, otros títulos de renta variable y participaciones asciende a 49.808 millones de euros (8,2 billones de pesetas), un 75,6% más que hace un año, tasa de crecimiento que refleja el interés de estas entidades por diversificar el negocio, estar presentes en sectores estratégicos y engrosar sus resultados vía dividendos.

Archivado En

_
_