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POLÍTICA

Arenas no interpreta las advertencias de Aznar como una reprimenda

El secretario general del PP, Javier Arenas, intentó ayer quitar hierro a las advertencias hechas por José María Aznar a la dirección del partido para que no se enzarce a estas alturas de la legislatura en el debate sucesorio. En su opinión, el presidente del Gobierno no riñó el pasado lunes a los asistentes a la reunión de la Junta Directiva del PP, sino que se limitó a recalcar que el debate sucesorio no está abierto.

Arenas señaló que "nadie de los que participamos en la Junta Directiva dedujo que la intervención del presidente era en tono de reprimenda a la dirección del partido". Además, afirmó que coincide con Aznar en que la carrera sucesoria "no se ha iniciado en absoluto". Su sensación personal es que ninguno de sus compañeros de partido "está en esta carrera", ya que "en nuestra casa no se ha iniciado".

La ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, tampoco percibe como una bronca las palabras pronunciadas el lunes por el presidente del Gobierno en la Junta Directiva de su partido. "No me sentí abroncada, sino todo lo contrario, comparto todo lo que dijo el presidente Aznar en ese momento", señaló.

Pese a las advertencias lanzadas por el presidente para que nadie en el PP especule sobre los posibles candidatos a la sucesión, Villalobos se atrevió a reconocer, en declaraciones a Antena 3, que "le encantaría" que la candidata a la Presidencia del Gobierno fuera una mujer, aunque reiteró que "España todavía no confiaría plenamente" en una candidata para esta alta responsabilidad.

"El partido tiene mujeres espléndidas, con un pasado político importante y con una enorme experiencia política que han demostrado capacidad en cada cargo que han tenido", agregó la titular de Sanidad, quien expresó "una cierta rabia" por los recelos que percibe en la sociedad española ante la posibilidad de que una mujer sea quien dirija los destinos del país.

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