El BBVA apuesta por mayor expansión en Europa sin olvidar Latinoamérica
LLegar a 2002 con un beneficio de 550.000 millones (lo que supone aumentar un 21,7% el resultado en 2001 y 2002), un ratio de eficiencia del 50%, una rentabilidad del 24% y tener una posición de liderazgo en Latinoamérica y Europa son los grandes retos del BBVA para estos dos años, confirmados el sábados por sus responsables.
El año 2000 fue el primer ejercicio completo del BBVA. Y como era de esperar los responsables del banco no quisieron perder la ocasión para hacer un repaso a este proceso, definido por Francisco González, de "integración modélica". "Hemos logrado en 14 meses ser una marca, un equipo y una cultura", destacó pocos más tarde Emilio Ybarra.
Pero conscientes de que a esas mismas horas (12 horas de la mañana del sábado), su gran rival, el BSCH también celebraba junta de accionistas, Ybarra, aprovechó para lanzar un mensaje a Botín: el BBVA ha conseguido "unos ahorros de fusión superiores a los planteados". Y los calificó en 30.527 millones en 2000, "un 4% más que los objetivos fijados inicialmente".
Ybarra también destacó el exceso de recursos propios del grupo (su coeficiente de solvencia es del 11,9%), lo que les sitúa "en una cómoda posición para acometer nuestros proyectos de expansión estratégica en aquellos mercados en los que todavía no tenemos la posición competitiva deseada, sin dejar por ello de mantener unos elevados ratios de solvencia y rentabilidad".
Estos mercados son Latinoamérica (con el 31% de los activos del BBVA, y que "supone una equilibrada exposición al riesgo", según Ybarra) y Europa, donde el grupo tiene una vocación de liderazgo. De esta forma, se entienden las palabras de González: "BBVA sigue reforzando su posición de liderazgo en la zona (Latinoamérica)", "esta vocación de liderazgo marca la estrategia europea de BBVA".
Europa es una de las principales asignatura pendiente del grupo, que cuenta con una posición inferior a la del BSCH. A pesar de ello, González afirmó que "en este entorno cambiante, en el que todo está por decidir", estamos en una magnífica posición para jugar un papel protagonista en el diseño del mapa bancario europeo" . (El BBVA cuenta como principales participaciones bancarias europeas con el 9,9% de la Banca Nacional del laboro y el 3,8% de Crédito Lyonnais; además, tiene una significativa red en Portugal).
González basó esta apuesta de liderazgo en la "sólida base sobre nuestro mercado nacional", "una diversidad geográfica y cultural, centrada en nuestra fortísima presencia en Latinoamérica" y "un demostrado éxito en procesos de fusión" .
El copresidente del BBVA también aprovechó la ocasión para volver a referirse a los problemas políticos para llevar a cabo fusiones transfronterizas en Europa: "Es previsible que un futuro próximo se produzcan los cambios regulatorios necesarios para acabar con las barreras divisorias de los distintos mercados nacionales, hasta hacerlas desaparecer".
"Posición tecnorealista"
Gran parte de las intervenciones de los tres máximos responsables del BBVA, Ybarra, González y Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado del grupo, se centró en las nuevas tecnologías y en justificar la alianza con Telefónica.
No hay que olvidar que fue en la junta de 2000 cuando los responsables del BBVA dieron a conocer a los accionistas del banco esta alianza. Además, en 2000, gran parte de la apuesta del banco se centraba en las nuevas tecnologías.
La alianza con Telefónica "nos brinda enormes posibilidades para expandirnos hacia nuevos negocios con elevada rentabilidad", dijo Ybarra. González afirmó que "estos acuerdos buscan el desarrollo de estrategias conjuntas que ofrezcan valor añadido al cliente. Mientras que Iriarte se refirió a la alianza como "pionera en su momento y ampliamente imitadas por otras instituiones y operadores europeos". El sábado la junta aprobó la incorporación de Ángel Vila ( alto cargo de Telefónica), consejero del BBVA.
Sobre las nuevas tecnologías, González (que ya en Argentaria se adelantó en la banca española con la creación del banco virtual Uno-e) reconoció que las espectativas puestas en 2000 sobre Internet no eran las esperadas.
"Hemos aprendido mucho en estos últimos doce meses. En menos de un año, se ha pasado de una situación de euforia tecnológica, a otra en la que proliferan los síntomas de desencanto tecnológico", aseguró González. A pesar de ello, el BBVA no defiende este pesimismo. "Nuestro enfoque podría definirse como tecno-realista. Estamos atentos a las potencialidades de la tecnología, pero las situamos en su justa medida", dijo. Y añadió que "la nueva economía es un hecho imparable al que no podemos estar ajenos", "si se quiere bailar hay que estar en la pista cuando empiece la música".
Criticó, no obstante, la estrategia de los bancos extranjeros que optan por expansionarse a través de la Red, basandose en ofertas de alta remuneración en depósitos.
Uriarte insistió en que "estamos en el camino de hacer de BBVA la mejor institución financiera del mundo".
Compromiso para distribuir al accionista el 50% del beneficio
Emilio Ybarra aseguró que uno de los objetivos para 2001 es distribuir entre los 1,3 millones de accionistas, a los que incluyó en "la mayor base accionarial del sistema financiero español", el 50% del beneficio, lo que supondría un 20% más que en 2000. Ibarra, para apoyar su tesis de lo bien que se han comportado los títulos del BBVA, y de lo mucho que se ha trabajado "para dar valor accionista" durante estos últimos años, se remontó a 1995. Así si un inversor adquirió a finales de ese año títulos del BBVA, reinvirtió en acciones los dividendos percibidos y también las devoluciones del nominal realizadas en ese periodo, " habría obtenido rentabilidad anual del 40,1%, el doble de lo que le hubiera producido una inversión en el Ibex 35".
Ybarra destacó en su intervención que la revalorización de la acción se situó, a 31 de diciembre, en el 12,1% una "evolución muy positiva si se contrasta con el subíndice de bancos del EuroStoxx que mostró un avance del 3,8% y con el Ibex 35, que retrocedió un 21,7%.
En el turno de los accionistas (tomaron la palabra siete accionistas), una accionista solidaria con los pobres (Carmen Flores) solicitó que parte de los beneficios se destinen a fines sociales. Emilio Ybarra aseguró que el BBVA ya trabaja en esa línea.
Ybarra pide que "el derecho a la vida sea el principal valor social"
Emilio Ybarra no se resistió a dedicar los últimos minutos de su intervención a hablar del terrorismo un fenómeno que, según él, es la primera preocupación de la sociedad. Ybarra recordó las raíces vascas del banco al que calificó de "una exitosa multinacional española" mostró su esperanza de que el terrorismo "desaparezca del marco de nuestras preocupaciones" y que frente al miedo "recuperemos la libertad", que frente a la arbitrariedad "surja la justicia" y que no "haya más muertes, más huérfanos, más viudas, que el derecho a la vida sea el principal valor de nuestra sociedad, que recuperamos la paz, la prosperidad y la esperanza".
Para conseguir mejorar esta situación hay que librar una batalla "ética" contra el cáncer del terrorismo "con firmeza, con rotundidad. Es una cuestión de supervivencia de libertad y vida", sentenció Ybarra. Sus palabras despertaron un fuerte aplauso entre los asistentes a la junta, que poco antes se vieron sorprendidos por la irrucción de un grupo defensor de la antiglobalización.
Un grupo industrial con 194.000 millones de beneficio
El grupo industrial se convirtió el año pasado en uno de los protagonistas del BBVA en lo que aportación de resultados se refiere. La división que dirige José María Abril tuvo un beneficio atribuido de 194.172 millones de pesetas (1.167 millones de euros), lo que supuso un incremento del 48,9% más que en el ejercicio anterior. Las plusvalías latentes de la cartera de participaciones superan en la actualidad los 800.000 millones de pesetas (4.800 euros), según explicó Uriarte, quien afirmó que dicha cartera tiene un valor de 2,2 billones de pesetas (13.700 millones de euros).
Entre las operaciones más destacadas de ventas para realizar plusvalías en 2000 estuvieron las ventas del 6,8% de Sogecable, del 0,6% de Carrefour, del 33,8% de Autopista Vasco-Aragonesa (Avasa) y del 14,1% de Gamesa, operación esta última que se instrumentó a través de Corporación IBV, sociedad en la que la entidad financiera vasca controla el 50% del capital. Estas y otras desinversiones, como la venta de un 0,4% de Telefónica, provocaron que los resultados por operaciones financieras ascendieran a 52.835 millones de pesetas (350 millones de euros) frente a los 14.480 millones de pesetas (87 millones de euros) de 1999 y que los resultados extraordinarios supusieran 161.560 millones de pesetas (971 millones de euros), un 29% más que el año anterior. Durante 2000, el BBVA realizó una amortización acelerada y voluntaria del fondo de comercio de Terra de 51.560 millones de pesetas (310 millones de euros).
Sin mención a Iberdrola
El área industrial del grupo BBVA está compuesto por una cartera de participaciones integrada por 158 compañías industriales e inmobiliarias. En estas destacan, entre otras, Telefónica, Repsol YPF, Metrovacesa, Iberia, Acerinox, Bodegas y Bebidas e Iberdrola.
Sobre esta última sociedad, que a lo largo del pasado año y a principios de este ha sido primera página de los periódicos por su fallida operación de compra de la norteamericana Florida Power y de su también abortada fusión con Endesa, no hubo ni una mención específica a lo largo de la junta de accionistas del sábado, ni por parte de los responsables del BBVA, ni por parte de los accionistas del banco.