La UE se plantea costear la crisis de las 'vacas locas' con los fondos estructurales
La Unión Europea está trillando las arcas comunitarias a la búsqueda de reservas para afrontar el coste de la crisis agroalimentaria que padece. En los fondos estructurales de 2000 existen partidas sin ejecutar, cuya sola mención crispa los nervios del ministro Rodrigo Rato. España teme que las ayudas al desarrollo se evaporen por culpa de las vacas locas. Ecofin discute hoy las prioridades del próximo presupuesto de la UE.
La UE cerró en marzo de 1999 las perspectivas financieras para el sexenio 2000-2006, que incluían una dotación de 195.000 millones de euros para los fondos estructurales. Para España están reservados, en principio, según la Comisión Europea, 45.045 millones de euros para el periodo, aunque el gasto final dependerá de los proyectos presentados.
Rodrigo Rato se estremeció en el último Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) ante la sola mención de que en los fondos estructurales del año 2000 existían partidas sin ejecutar.
La Comisión Europea, según ha constatado la comisión de presupuestos del Parlamento Europeo, considera que el gasto adicional provocado por la crisis de las vacas locas "puede financiarse con el superávit registrado en 2000, que procede sobre todo de la falta de ejecución en algunas áreas, en concreto, en los fondos estructurales".
"En abril de 2000 habíamos presentado ya 22 proyectos susceptibles de ser financiados con cargo a los fondos, y a finales de año sólo se habían tramitado un par de ellos", rebate un beligerante diplomático español en Bruselas que culpa a la Comisión del retraso en autorizar los créditos de pago. Con esta polémica de fondo, Ecofin discutirá hoy las prioridades del presupuesto comunitario para 2002.
La delegación española ha conseguido introducir en el texto final una salvedad sobre "el nivel normal de ejecución que deberá tomarse en cuenta" cuando se analice la "relación entre créditos de pago y créditos de compromiso para comprometer nuevos recursos".
Los diplomáticos españoles aseguran que esa precisión desactiva, de momento, una ofensiva que apuntaba tan clara como sibilinamente a los fondos estructurales. Aun así, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, exige la ruptura del compromiso de Berlín y la revisión de unas perspectivas financieras que los Quince y la comisaria de Presupuestos, Michelle Schreyer, consideran inamovibles. Por si acaso, la vanguardia gubernamental en Bruselas ya ha alertado en Madrid sobre la urgencia de tramitar proyectos que puedan acogerse a los fondos estructurales.
Y es que el presupuesto agrícola para 2001 (42.800 millones de euros) se encuentra ya comprometido. Una enmienda suplementaria ha añadido un crédito de 1.232 millones para gestionar la crisis de las vacas locas, pero de esa cantidad apenas queda un margen de 261 millones.
El resto se ha destinado al mecanismo de compra de reses mayores de 30 meses para su destrucción, a la intervención para sostener la renta de los ganaderos y a la cofinanciación del test priónico a toda la cabaña europea.
La financiación de esta partida extra procede del capítulo agrícola, gracias al ahorro en subvenciones a la exportación derivado de la depreciación de la moneda única. Pero no parece haber otra caja donde buscar.
Agricultura cree que aparecerán casos de la enfermedad hasta 2005
El Ministerio de Agricultura trabaja con la hipótesis de que el mayor número de reses con encefalopatías se producirá en España en el año 2004 o 2005, si se hace efectiva la prohibición de harinas de carne y hueso a comienzo de 2001.
El departamento que dirige Miguel Arias Cañete asume también que con el sistema de detección que utiliza actualmente se retrasará la normalización del sector vacuno.
En un sorprendente documento producido por la Dirección General de Ganadería del Ministerio, que incluso llega a asumir que conocía desde hace al menos dos años la nutrición fraudulenta de reses, este departamento considera con respecto a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) que "el pico de la enfermedad se producirá en el año 2004 o 2005".
No obstante, según los técnicos que han elaborado el informe, eso sólo será así "si es efectiva la prohibición de las harinas de carne y hueso impuesta al comienzo de este año".
Manifiestan así los técnicos de Agricultura una duda con respecto al consumo de harinas animales en el futuro, razonada por el hecho de que no hayan sido erradicadas del mercado a pesar de que han estado prohibidas desde 1994.
Abunda su temor el propio informe cuando explica que "en 1998 se detectó un 1,5% de muestras positivas", cantidad que creció en 1999 a un 1,6% y que continuó aumentando en 2000 hasta un 2,7%, siempre según el informe. Concluye además el documento que estos datos "suponen el peor escenario que cabría esperar".
Por tanto, la evolución de la enfermedad que prevé Ganadería (fundamentada en una eliminación casi total del consumo de harinas cárnicas) encontrará su peor momento en 2004 o 2005. Sin embargo, como "la enfermedad sigue una evolución de campana de Gaus (curva) directamente influida por el momento en que se consigue la efectividad de la prohibición de uso de harinas cárnicas", relata el informe, puede deducirse que habrá EEB en España al menos hasta más allá de 2010, pues se han detectado animales de 13 años y según el MAPA, todavía en 2000 se consumían harinas de carne, principal causante de la infección.
La previsión esbozada parte de "la erradicación clásica de la enfermedad aplicando las normas comunitarias actuales". Sistema con el que "la evolución de la encefalopatía será menos traumática en un principio, pero constante en el tiempo con el desgaste que esto supone".
Sistemas probados
Por ello, la Dirección General de Ganadería del Ministerio de Agricultura apuesta por sistemas ya utilizados en Francia o en Suiza de "detección acelerada, para que aflore el mayor número de casos en el menor tiempo posible y conseguir el pico de la curva sanitaria a la mayor brevedad. Supone una actuación drástica y dura, pero más corta en el tiempo".
Ganadería dice que se adelantaría así el descenso y además se conseguiría "adelantar la erradicación total de la enfermedad y recuperar la normalidad en el sector vacuno". Pero hay un problema: "las limitaciones científicas y técnicas pueden dificultar la erradicación forzada ante la ausencia de medidas eficaces para aflorar todos los rebaños contaminados" en nuestro país.
Dice el informe que como "el principal factor de riesgo (consumo de harinas de carne contaminadas) se ha mantenido hasta el año 2000, la eficacia del programa sería menor, pero el problema sería mayor del predecible".
Los Quince estudian una reforma drástica de la PAC
"Incluso Tony Blair ha mostrado ya su voluntad de cambiar la Política Agraria Común". Así ilustran en el gabinete de la ministra sueca de Agricultura, Margareta Winberg, el clamor entre los Quince para reformar la gestión del capítulo más importante del presupuesto comunitario (el 45% del total). Sólo Francia, con unas elecciones presidenciales a la vista, parece resistirse a un cambio total.
Un representante personal de Winberg, que preside el Consejo de Ministros de Agricultura durante este semestre, escuchaba la semana pasada en el Parlamento Europeo las exigencias de cambio, pero también los temores de los sectores implicados.
Phillip Applestone, en nombre de la Coordinadora de Jóvenes Agricultores, exigía un marco estable que garantice las ayudas actuales, "de las que dependen muchas de nuestras inversiones". La COPA (Organización de Agricultores Europeos) se sumaba a esta petición.
Gérard Choplin, en cambio, atacaba duramente la PAC en nombre de la Coordinadora Campesina Europea, famosa gracias a su mediático líder, José Bové. Sin corbata ni camisa, a diferencia del resto de agricultores en la reunión, Choplin exigía una "agricultura más ecológica y más social".
El grupo parlamentario de los Verdes, cuya poderosa baza es la ministra alemana de Agricultura, Renate Kuenast, pedía asimismo la abolición de todos los beneficios fiscales a la producción agrícola industrial y la cancelación de los subsidios a la exportación.