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IBEX 35

Las reiteradas advertencias de peores resultados minan el ánimo de los inversores

El analista jefe de una de las entidades bancarias nacionales más importantes recalcaba a final de 2000 que el deterioro de los resultados de las empresas cotizadas iba a tener una influencia decisiva en la evolución de los mercados y que apenas sería compesado por un recorte de tipos, salvo que éste fuera violento.

Un reto difícil, en términos de proyección bursátil, porque, admitía este analista, la historia ha demostrado desde siempre que la evolución de los tipos de interés es determinante en las tendencias de la renta variable.

Dos meses largos después, muchos inversores, en efecto, han tirado la toalla y han decidido poner tierra por medio. Abatidos, cansados y sin aliento, han deshecho posiciones contagiados por el mal de fondo que desde comienzo de octubre último afecta a las Bolsas.

La reiteración de las advertencias negativas sobre resultados que hacen muchas empresas que cotizan en el mercado tecnológico estadounidense Nasdaq ha minado la moral de analistas, inversores y operadores. Es la tercera ronda de profit warnings desde octubre hasta ahora. Sólo los ánimos a prueba de bomba, dicen los observadores, son capaces de aguantar con estoicismo la riada de malas noticias y peores expectativas.

Sucede en numerosas ocasiones que lo que es susceptible de empeorar empeora si todo el mundo se pone de acuerdo. Es curioso observar, así, cómo la mayor parte de los analistas y agitadores se han situado en el mismo lado de la barca, con riesgo de volcar. Consideran que lo peor aún no ha llegado.

El ambiente bursátil está cargado, por tanto, de pesimismo y no se aprecian signos suficientes que hagan pensar en un movimiento de sentimiento contrario, es decir, que el mercado, como sucediera antaño en numerosas ocasiones, haga justamente lo contrario de lo que todo el mundo espera. En este caso sería subir.

La ausencia de inversores finales y la cortedad de los volúmenes de negocio limitan y estrechan, no obstante, los márgenes de fluctuación. Esto ha sido interpretado por algunos analistas como un factor evidente de resistencia a la baja.

 

El mercado descuenta caída de tipos

La evolución que los bonos han desarrollado en los últimos días recalcan el sentimiento bajista del mercado respecto a los tipos de interés. El mercado, es más, descuenta bajadas agresivas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en la reunión del día 20.

La constatación el miércoles, con motivo de la presentación del Libro Beige, de que la economía de Estados Unidos ha crecido a un ritmo lento en los primeros meses de este año ha respaldado las expectativas existentes con anterioridad sobre políticas monetarias más laxas.

El tipo a tres meses descontado por el mercado para junio cotiza en niveles próximos al 4,65%, frente al 4,95% de hace un mes y al 5,30% de principios de año. Por su parte, la rentabilidad benchmark a 10 años estadounidense sigue en niveles inferiores al 4,90%. Hay analistas que insisten en que, a pesar de estos descuentos, el mercado podría verse defraudado una vez más con relación a la intensidad esperada en la caída de tipos de interés en Estados Unidos. O lo que es lo mismo, que el recorte anunciado sea menor y que el movimiento bajista se diluya en el tiempo, algo que gusta, resaltan, a Alan Greenspan, siempre preocupado por la burbuja bursátil. Las espadas, por tanto, siguen en alto. La solución, el día 20.

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