El BSCH fija como prioridad para este año la reducción de costes
Los responsables del BSCH exhibieron ayer, ante los casi 2.700 directivos presentes en la III Convención de la entidad, los mejores resultados de la historia. Pero también les advirtieron de que las cosas pueden cambiar en un nuevo ciclo económico. Por eso, la prioridad absoluta es reducir costes (100.000 millones de pesetas en 2001) y controlar el riesgo en un año de consolidación, tras la fuerte expansión vivida en el 2000.
Hemos conseguido ser el primer banco español por beneficio neto atribuido. Nunca ponemos retos imposibles. Cuando ponemos un objetivo lo conseguimos". Con estas palabras inició ayer su intervención Emilio Botín, copresidente del BSCH, en la III Convención de Directivos del banco, acto al que acudieron 2.655 directivos del grupo.
A pesar de esta entrada triunfalista, Botín (como el resto de los responsables del banco) dibujo un panorama más prudente para este año, con perspectivas económicas menos favorables que el pasado. Y aprovechó para recriminar que "no hemos sabido aprovechar a fondo las ventajas de la fusión".
Por ello, el banco se ha marcado como prioridad absoluta bajar los costes: un 4% como mínimo en España, un 2% en Europa, un 7% en Latinoamérica y un 10% en las sucursales del exterior. En total 100.000 millones de pesetas. Además, unos deberes concretos para conseguirlo: mejorar el ratio de eficiencia (pasar del 56% al 53%) y recuperar el coeficiente de solvencia del 12% (ahora en el 10,9%). Con el fin de hacerlo posible, el BSCH descarta este año embarcarse en más compras. Botín insistió en que en el BSCH aún existe "mucha burocracia", sobre todo en los servicios centrales, que deben ser "más ligeros y premiar a los que producen negocio". (Medio en broma medio en serio pidió a los directivos presentes en el acto que si había que trabajar hora y media más "que se trabajara").
Una de las asignaturas pendientes del BSCH es el fortalecimiento de sus recursos propios. Estos se han visto mermados tras las compras realizadas el pasado año (Banespa, principalmente), lo que ha influido negativamente en el coeficiente de solvencia. Botín insistió ayer en que estos recursos no se incrementarán vía ampliaciones de capital, algo que no está previsto por el grupo en 2001. Lo que sí hará es "rentabilizar más el capital del banco. Hay que sacar chispas al capital", dijo Botín, quien volvió a considerar que las acciones del BSCH "están infravaloradas". Los títulos del banco cerraron ayer a 11,37 euros, con un descenso del 0,52%. El objetivo para este año es situar el beneficio por acción en el 17%.
El control de riesgos fue otra de las claves destacadas por Botín, el consejero delegado del banco, Ángel Corcóstegui, y por Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del grupo.
Botín hizo un repaso por los bancos españoles que componen el BSCH y los retos para este año. La red del Santander tiene que mejorar el cobro de comisiones y el BCH debe bajar sus costes. En cuanto a Banesto dijo que "ya se ha consolidado como el tercer gran banco español y pronto será el tercero en beneficios".
Ángel Corcóstegui, que no olvidó manifestar que el equipo del BSCH es "el mejor de la banca mundial", insistió en que "hay que apretarse el cinturón", porque "el esfuerzo en este capítulo ha sido insuficiente". También fijó algunos objetivos mínimos para la red del banco: crecimiento de 375.000 millones en créditos; 450.000 en recursos para el BCH y de 400.000 para el Santander; y bajar la eficiencia del BCH en cinco puntos. Sobre Patagon dijo que alcanzará beneficios en 2002 o 2003.
Aviso a las cajas por el fuerte tirón del crédito
Nuevo mensaje para las cajas de ahorros. El vicepresidente de la entidad, Matías Rodríguez Inciarte, se sumó ayer a la advertencia que hiciera hace poco el consejero delegado del BBVA, Pedro Luis Uriarte, sobre la expansión crediticia en las cajas de ahorros, con aumentos en torno al 20% el año pasado. "Me preocupa el fuerte crecimiento del crédito en las cajas de ahorros, que suele ser la antesala de niveles más altos de morosidad", afirmó Inciarte en un discurso centrado en la gestión del riesgo en el que aseguró que el banco se concentrará en la calidad de los activos y no cederá ante la presión comercial.
La entidad se propone perfeccionar el modelo de control de riesgos en 2001, disminuyendo los costes operativos y manteniendo los niveles de morosidad (actualmente en el 0,82%, algo por debajo de la media del sector). Además, espera mejorar en 10 puntos porcentuales, hasta 130%, la tasa de cobertura. El objetivo en Latinoamérica es llevar la tasa de morosidad al 3,5%. Los responsables de la entidad vislumbran un año plagado de incertidumbres económicas que les obliga "a no bajar la guardia", porque "ninguna entidad está inmunizada ante un cambio de ciclo económico" y "las alegrías en el crédito se pagan caras".
El banco invirtió 2,4 billones en su expansión
Superada la integración, 2000 fue el año de la expansión del BSCH. 2001 será el año de la consolidación y maduración de las inversiones, según el copresidente José María Amusátegui. El grupo invirtió en 2000 más de 900.000 millones de pesetas (5.500 millones de euros) en ampliar su presencia en Europa y más de 1,4 billones (8.869 millones de euros) en Latinoamérica.
Una de las directrices para este año es fortalecer sus alianzas en Europa para estar preparados y con el músculo suficiente ante los posibles procesos de fusiones transfronterizas que se avecinan. El presidente Botín se felicitó de los resultados de las participaciones europeas (el beneficio neto por sus alizanzas en Europa fue de 128.315 millones de pesetas).
Tanto los presidentes como el consejero delegado hicieron mención expresa a la presencia en Portugal, mercado donde esperan doblar sus beneficios en tres años. Botín destacó también su alianza con Société Générale (5,93%) y Royal Bank of Scotland (9,56%), que merecieron atención especial durante la convención de ayer. De hecho, los propios presidentes de estas entidades aparecieron en las pantallas del auditorio para dirigirse a los directivos en un mensaje grabado en el que alabaron los frutos de la colaboración. Daniel Bouton (de SG), aprovechó la ocasión para criticar las dificultades políticas existentes para estrechar aún más la alianza con el BSCH.
En el acto se echó de menos las intervenciones de los presidentes de Commerzbank y Sanpaolo-IMI. A fecha actual, el BSCH mantiene unas plusvalías de 1,7 billones de pesetas, de las que 748.000 millones (4.500 millones de euros) corresponden a sus participaciones en Europa. El banco emplearán las plusvalías que obtenga este año en amortizar su fondo de comercio, de 1,9 billones.
En Latinoamérica el gru-po espera un beneficio atribuido de 1.500 millones de dólares (267.000 millones de pesetas).