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Aznar pide a Obiang más seguridad jurídica para las inversiones

El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió ayer al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, la búsqueda de soluciones para la protección de los derechos humanos, así como una mayor seguridad jurídica que favorezca las inversiones internacionales en su país. Aznar hizo estas consideraciones a Obiang durante la reunión de dos horas que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa con motivo de la visita privada realizada a España por el presidente guineano.

Aznar y Obiang se pusieron de acuerdo para elaborar un plan que estimule la relación entre sus respectivos países, en el que se incluya un intercambio de visitas de representantes de ambos Gobiernos.

Ante el encuentro de Aznar y Obiang han aumentado las críticas al régimen del país africano. El PSOE pidió a Aznar que lidere una posición común de la Unión Europea para exigir a Obiang el inicio de un proceso democrático. El eurodiputado Carlos Carnero señaló el pasado viernes que "sería de todo punto de vista incomprensible que Aznar desaprovechara la oportunidad de entrevistarse con Obiang para demandar con firmeza el pleno respeto a los derechos humanos en su país, que siguen siendo pisoteados por un régimen autoritario".

La Asociación de Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial pretende que España ofrezca a Obiang inversiones a cambio de reformas políticas, con un calendario fijo de adopción de medidas, con el fin de evitar que la población guineana vea agravada su ya deteriorada situación económica.

Auge petrolífero

La economía ecuatoguineana ha experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, debido al descubrimiento en 1996 de importantes reservas de petróleo. Eso ha permitido que el PIB per capita haya pasado de unos 400 dólares (unas 73.200 pesetas) en 1995 a 1.500 dólares (274.500 pesetas) en 1999. Esa mejora de la renta no se ha trasladado, sin embargo, a la población, debido al alto grado de corrupción y a la falta de transparencia institucional, según denuncia el Banco Mundial en su informe sobre el país.

Ese ha sido el principal motivo por el que esta institución dejó de financiar proyectos en Guinea Ecuatorial en 1998, ante las sospechas sobre el destino de los ingresos procedentes del petróleo y el enriquecimiento paralelo de Obiang y su familia a este auge. El entorno del presidente es el dueño de los principales negocios del país. En la actualidad, sólo Francia y España financian al régimen de Obiang.

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