Genset se hunde en Bolsa tras dimitir un jefe de investigación
Un equipo de investigación de la biotecnológica francesa Genset desarrolla un medicamento contra la obesidad que prometía ser la gallina de los huevos de oro. Pero el padre de la gallina ha decidido abandonar la compañía, lo que ha provocado que las acciones se desplomen en Bolsa. Los títulos de Genset perdieron ayer un 37% el Nouveau Marché parisino.
Fueron tantas las órdenes de venta que los reguladores de Euronext tuvieron que suspender varias veces la cotización para encontrar un precio de compra. La caída libre en los títulos de la francesa se produce tras un artículo publicado ayer en el diario económico Les Echos, en el que uno de los jefes de investigación de la biotecnológica, Bernard Bihain, anunciaba que dejaba la compañía.
Bihain, el padre de Famoxin -un fármaco contra la obesidad, todavía en su fase inicial de desarrollo-, ha abandonado Genset por no estar de acuerdo con la política de comunicación de su empresa. Según señala Les Echos, Bihain cree que la promoción de Famoxin ha sido excesiva, ya que el éxito del fármaco no está asegurado. El descubrimiento del equipo de Bihain fue presentado a principios de febrero y coincidió con un repunte del 20% en Bolsa de Genset.
Su marcha coincide con los esfuerzos que estaba llevando a cabo la compañía por transformar su negocio -hasta ahora basado en desarrollar soluciones genéticas para empresas farmacéuticas- para elaborar sus propios medicamentos. "Genset quiere cambiar su estrategia, pero sólo tenía en su batería de productos un fármaco con el que podía presentarse y este es Famoxin, cuya probabilidad de éxito es tan sólo del 10%", señaló Alexandra Ralli, analista de Fortis en París.
Los expertos creen que la dimisión de Bihain no tiene por qué poner en peligro el desarrollo de Famoxin. "Genset sigue siendo la propietaria de la licencia", añadió Ralli. "Lo difícil es saber qué va a pasar con el equipo de investigación", apuntó Erica Whittaker, analista de Merrill Lynch.
Genset está pagando caras las expectativas que se habían creado en torno a este medicamento que, de pasar todas sus fases con éxito, no estaría en la calle hasta 2006. Pese a que los expertos no se atreven a cuantificar el peso de Famoxin en la cotización de Genset, sí reconocen era clave para la compañía. "Ha dañado seriamente el sentimiento que el mercado tenía sobre Genset", señala Whittaker.