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El ejército británico se moviliza para evitar la extensión de la enfermedad

En Gran Bretaña aumenta la sensación de psicosis entre la población y la clase política por las consecuencias del brote de fiebre aftosa detectado entre el ganado. El ejército anunció ayer su disposición a intervenir y evitar la propagación de la enfermedad. Entretanto, continúa el goteo de casos detectados: cuatro en Gales, dos en Irlanda del Norte y dos en Alemania.

Cuatro de los nuevos casos se registraron en dos granjas de Gales, una explotación del condado de Herefordshire y un matadero de Lancashire. Otros dos se han localizado en Irlanda del Norte y dos más en sendas granjas alemanas. El número de animales sacrificados o a punto de serlo dentro de la campaña de lucha contra la enfermedad se eleva en el Reino Unido a 11.000, informa Europa Press.

El experto gubernamental Jim Scudamore anunció que 102 explotaciones agrícolas están en cuarentena y 50 de ellas no han sido afectadas por el mal, pero se encuentran en regiones de riesgo. Por su parte, el ministro británico de Agricultura, Nick Brown, explicó que el Ejecutivo trabaja en la puesta en marcha mañana viernes de un sistema de transporte del ganado sano directamente a los mataderos para evitar la escasez de carne para el consumo.

Mientras las autoridades no cejan en su empeño por atajar una rápida e imparable propagación del brote de fiebre aftosa, en el Reino Unido se extiende cada vez más la sensación de psicosis.

Fruto de esa histeria colectiva, las fuerzas armadas británicas confirmaron ayer su plena disposición a intervenir en la crisis para combatir el brote de fiebre aftosa, que amenaza con perturbar la vida cotidiana (prueba de ello es la suspensión de las carreras de caballos) y que puede haberse propagado a Europa continental.

Además, los colegios en algunas comarcas rurales se han cerrado por tiempo indefinido y está prohibida al público la entrada a los parques y reservas naturales.

Impacto político

Por otra parte, ha entrado en vigor en todo el mundo una prohibición a la importación de productos cárnicos procedentes del Reino Unido. De momento, las consecuencias de la crisis para la economía parecen menos dramáticas. La agricultura representa sólo el 0,63% de las exportaciones del país y los economistas calculan en un 0,05% el impacto negativo de la epidemia en el PIB de este año, informa Jules Stewart.

A pesar de la tragedia que esta enfermedad supone para los agricultores, el impacto más grave puede ser de índole política. "Montar una campaña electoral en medio de esta psicosis de miedo no parece aconsejable", dijo una fuente cercana al Gobierno.

Tras las medidas adoptadas por otros países europeos, como la incineración de otras 30.000 ovejas en Francia, ayer se comunicó que dos explotaciones alemanas han sido aisladas y el transporte de animales ha sido prohibido.

Bélgica ha prohibido el sacrificio de corderos hasta el 19 de marzo, como medida de precaución.

 

Agricultura prohíbe las ferias ganaderas

Portugal reclamó ayer a los turistas de procedencia británica que entreguen en frontera cualquier comida que transporten, e impregnen sus pies con un componente químico que elimina trazas de la bacteria causante de la enfermedad.

En España, el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, Antonio del Barrio, advirtió ayer que si España no cierra urgentemente la frontera al comercio intracomunitario de animales vivos, la fiebre aftosa aparecerá en España y acabará con toda la cabaña ganadera. Sólo las importaciones de cerdo ascienden anualmente a 900.000 cabezas.

Un portavoz del Ministerio de Agricultura aseguró ayer que España no descarta cerrar las fronteras, pero la decisión no se tomará antes de 15 días, cuando se conozca con exactitud la dimensión de la epidemia. "Lo contrario sería indicio de que en España existe la enfermedad, lo que no es cierto", advirtió el portavoz.

Agricultura sí publica hoy una orden ministerial en el BOE, en la que prohíbe cautelarmente las concentraciones de animales rumiantes, porcinos y equinos, habituales en mercados, subastas y ferias, así como el movimiento de los animales vivos, semen, óvulos y embriones de las especies ovina y caprina.

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