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CC OO pide al BSCH que aporte 1.000 millones anuales más al fondo interno

El sindicato CC OO negocia con el BSCH un plan de pensiones para los trabajadores ingresados después del año 1980, que no están incluidos en el fondo interno de pensiones de la entidad. De aceptar las propuestas del sindicato, el banco, que rechaza la posibilidad de exteriorizar su fondo de pensiones, tendría que realizar una aportación anual del 0,21% del beneficio para 2001, unos 980 millones.

Un 37,6% de la plantilla del BSCH no tiene complemento de pensiones, ya que ingresaron con posterioridad a 1980. CC OO va a negociar con el BSCH que estos 10.868 trabajadores puedan ser incluidos en el plan de pensiones de la entidad, la única en España que ha descartado exteriorizar las pensiones del resto de sus trabajadores, que suman 28.868, según CC OO. El sindicato, sin embargo, no pierde la esperanza de que la entidad reconsidere su decisión, dado que el Gobierno ha decidido conceder una prórroga de dos años para que las empresas exterioricen sus pensiones.

El BSCH es la única entidad de relevancia que ha decidido no exteriorizar las pensiones. El Banco Atlántico aún no ha comenzado a negociar la exteriorización de las pensiones. En el caso del Banco Guipuzcoano, los anteriores a marzo de 1980 tienen exteriorizado el fondo de pensiones, y, como en el caso del BSCH, se está negociando un complementos para los que ingresaron con posterioridad a esa fecha.

El sindicato tiene previsto proponer al BSCH un plan parecido al que ya acordó con otras entidades, como el BBVA. Es decir, aportar 90.000 pesetas por trabajador y año, lo que supondría una aportación anual de 978 millones de pesetas, un 0,21% del beneficio previsto por el banco para el ejercicio relativo a 2001.

Entre la plantilla del banco, el 69% (7.498) de los trabajadores que no tienen complemento son técnicos, cinco puntos por encima de los que este colectivo representa en el censo global, es decir, que desde el punto de vista de categorías es el más perjudicado por la anulación del derecho a complemento que realizó la UGT en solitario en el año 1980. El 15% de los técnicos que no tienen complemento están ubicados en los niveles más altos. Del grupo de administrativos, el 32,30% no tienen complemento.

Otras variables

Además, el sindicato pretende incorporar otras variables con las que se ha trabajado en otras entidades: hacer una única aportación monetaria por trabajador en función de los años de antigüedad y la proximidad a la fecha de jubilación; incrementar la aportación anual al fondo con aportaciones voluntarias por parte de los trabajadores e igualadas en la misma cuantía por parte del banco (este punto se aceptó en el acuerdo con el banco Zaragozano); por último, contemplar aportaciones de más cuantía para los trabajadores mayores de 40 años. æpermil;stos no suponen un número demasiado elevado, ya que casi el 75% de quienes entraron con posterioridad al año 1980 son menores de 40 años.

Para que sindicatos y banco pudieran pactar esta solución para los trabajadores ingresados con posterioridad a 1980 deberían salvar el problema que supone la no discriminación, una regla por la que una misma entidad no puede tener dos sistemas diferentes de pensiones.

El BSCH deberá hacer frente a otros pagos a causa de su decisión de no exteriorizar el fondo de pensiones. Las obligaciones con sus trabajadores están cubiertas en un fondo de 465.215 millones de pesetas. Además, tiene contratos con otras compañías de seguros por 419.459 millones de pesetas, y unos 108.000 millones más con aseguradoras filiales, lo que hace un total de 992.000 millones.

El banco tiene un desfase de 192.000 millones de pesetas que tendrá que cubrir en los próximos 14 años a causa de la normativa del Banco de España que entró en vigor el pasado año. La legislación prevé que las entidades que tengan un fondo interno cubran este desfase en el plazo de nueve años. Sin embargo, al tener filiales extranjeras, el banco podrá acogerse a un plazo mayor, según explicaron fuentes de la propia entidad. Por otra parte, el BSCH ha de cubrir 223.290 millones que provienen de la diferencia por tipos de interés. La causa de este desembolso también reside en las duras exigencias que impuso el Banco de España a la banca en septiembre.

En la circular aprobada entonces, el banco central establecía que el tipo de interés técnico aplicable no podrá ser superior al 4% y que las tablas de supervivencia serán las recomendadas por la Dirección General de Seguros, las de experiencia suiza GRM-95.

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