Motorola dice que entrará en pérdidas si no se reactiva el mercado
Motorola ha vuelto a conmocionar el mercado de fabricantes y suministradores de equipos de telecomunicaciones. La compañía avisó ayer de que el drástico parón de pedidos puede dar lugar a sus primeras pérdidas operativas trimestrales en los últimos 15 años. Además revisó a la baja la previsión de ventas mundiales de terminales celulares para este año y aseguró que se quedarán por debajo de los 500 millones de unidades.
Motorola contribuyó ayer a aumentar el mal momento que viven las empresas relacionadas con las telecomunicaciones. El segundo fabricante mundial de teléfonos móviles revisó a la baja por segunda vez la previsión de resultados para el primer trimestre y la de venta de terminales en el mundo para todo el año. ¿La razón? Un drástico parón en el negocio, que ha reducido de forma alarmante los pedidos.
La "severidad de la caída mundial del consumo" ha obligado a Motorola a avisar al mercado de que el primer trimestre de este año puede ser el primero en 15 años en mostrar pérdidas operativas. Esta es la segunda vez que la compañía reduce sus previsiones. Hace un mes anunció que las ventas trimestrales se estancarían y que los beneficios caerían un 40%. Ayer explicó a los analistas en una conferencia telefónica que ni siquiera llegará a estos niveles y que si el parón del consumo persiste, entrará en pérdidas operativas por primera vez desde 1985.
La reacción en Bolsa no se hizo esperar, en otra jornada negra para las telecomunicaciones europeas y estadounidenses. Porque Motorola revisó también a la baja su previsión de ventas mundiales de terminales para este año, lo que afecta asimismo a su más directo competidor, Nokia, y al resto de los fabricantes de teléfonos móviles.
Motorola justificó esta revisión en que los vendedores de móviles han reducido drásticamente sus pedidos, para sacar al mercado los que tienen almacenados y no verse sorprendidos por la caída del consumo. Así, frente a sus últimas estimaciones de ventas de 525 a 575 millones de teléfonos celulares, ayer aseguró que "estamos pensando en un número que no llegará a los 500 millones de unidades".
Fondos de supervivencia
El segundo fabricante de terminales ha tomado ya algunas medidas para afrontar la caída de su negocio, como es un recorte de plantilla del 7% (9.000 empleados). Otro fabricante de equipos, Lucent, también está en pleno proceso de reestructuración para sobrevivir a la crisis.
La compañía anunció ayer que ha conseguido una línea de financiación de 6.500 millones de dólares (unos 1,2 billones de pesetas) que resultan vitales para afrontar las cuantiosas pérdidas en las que está incurriendo con la remodelación. Además, estos fondos impedirán que la calificación de la deuda de Lucent (que ha sido drásticamente rebajada en los últimos días) vuelva a caer y quede con la consideración de especulativa.
En medio de este ambiente de pesimismo sobre el sector, Intel introdujo su propia previsión y aseguró que "la industria de las telecomunicaciones se está dirigiendo a la bancarrota". El mayor fabricante mundial de chips, también necesarios para la telefonía móvil de tercera generación, explicó que el modelo de negocio llevará al sector a penurias financieras, por las elevadas inversiones en una nueva tecnología (UMTS) que todavía no ha sido probada.