La CMT media en el primer conflicto sobre la apertura del bucle local
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha tenido ya que intervenir en el primer conflicto suscitado entre Telefónica y las nuevas operadoras para la apertura del bucle local. El ex monopolio, a instancias del regulador, tendrá que aumentar a siete días el plazo para que los operadores confirmen en qué centrales de la compañía pretenden tener acceso al bucle local de abonado.
A su vez, la CMT ha ampliado a 15 días el plazo concedido a Telefónica para comunicar a los operadores peticionarios los costes de habilitación de su entrada en las centrales.
Esta medida, adoptada a raíz de la petición de intervención de la patronal Astel, permitirá a los operadores peticionarios disponer de un plazo más amplio para analizar la conveniencia o no de entrar en las centrales solicitadas, así como para plantear proyectos alternativos al ofrecido por Telefónica.
En caso de que un operador desista de su petición una vez que Telefónica haya comunicado los costes de la obra, el regulador del mercado señala que ambas compañías deberán "llegar a un acuerdo" sobre las consecuencias derivadas de esta retirada, mientras que Telefónica pretendía que la mera confirmación de la petición equivaliera a la "asunción del compromiso de asumir dicho coste".
Fuentes del sector aseguran que las primeras negociaciones establecidas entre Telefónica y los 16 operadores que presentaron peticiones para compartir espacio en centrales han llevado ya a las primeras bajas. Cuatro compañías han desistido de dar telefonía local con acceso directo, según estas mismas fuentes.
Nombramiento
Por otra parte, Telefónica ha nombrado ya al sustituto de José María Muñagorri como consejero delegado de la filial de cable. Mariano Sotillos es el nuevo encargado de esta participada, que en los últimos meses ha perdido buena parte de sus cometidos.
Telefónica, en la práctica, ha renunciado a desarrollar redes de cable y ha optado por los acceso de banda ancha de ADSL.