ABN Amro eliminará 7.000 empleos y cerrará 200 oficinas en tres años
ABN Amro, el mayor banco de Holanda, ha dado un paso más en sus planes de reestructuración. Los responsables de la entidad anunciaron ayer en conferencia de prensa que el banco reducirá su plantilla en Holanda en casi 7.000 personas, lo que implica triplicar la cifra prevista de reducción de empleo cuando presentó sus primeros planes de reorganización.
La cifra representa más del 25% de la plantilla actual en el país (29.000 personas), aunque en todo el mundo el banco cuenta con más de 100.00 empleados. Esta disminución, que afectará tanto a la banca comercial (6.250 puestos de trabajo menos) como al resto de sus negocios (770 empleos menos) estará acompañada del cierre de 200 sucursales, con lo que el banco contará con 630 oficinas en el país, en vez de con las 830 que tiene ahora. En el diseño inicial se había previsto el cierre de 100 sucursales y la pérdida de 2.500 empleos.
Los beneficios de ABN Amro, el mayor banco de Holanda, cayeron en el país un 23% en el segundo semestre del año como consecuencia de un aumento de los costes muy superior a los ingresos. Los gastos operativos crecieron un 25% en el segundo semestre del año, muy por encima del crecimiento de los ingresos (18%).
Con el ajuste anunciado, la entidad espera obtener un ahorro de 66.000 millones de pesetas (400 millones de euros) aproximadamente al año a partir de 2003.
Los beneficios antes de impuestos descendieron un 42%, hasta los 417 millones de euros.
A nivel mundial, ABN Amro consiguió el año pasado aumentar sus beneficios netos en un 20,5%, hasta 515.000 millones de pesetas (3.097 millones de euros).
El objetivo prioritario del banco holandés es ocupar un puesto entre las cinco mayores entidades financieras del mundo a finales del año 2004, aunque para conseguir este objetivo tenga que reducir sus gastos.
La entidad prevé también la reorganización de las actividades internacionales, motivo por el que la semana pasada ABN Amro vendió sus sucursales en Ecuador y el año pasado las ubicadas en Bolivia y Surinam.
Sin embargo, Rijkman Groenink, presidente del consejo de administración de ABN Amro, anunció en un comunicado que, "debido a la inseguridad sobre el futuro de la economía, es demasiado pronto para ofrecer objetivos concretos."
El banco holandés tuvo el año pasado unos gastos extras de 800 millones de euros, mientras que este año esos gastos pueden alcanzar los 100 millones de euros.