La pelea entre el presidente y el primer ministro turcos abre una crisis financiera
Crisis inoportuna en la frágil economía turca. Al mismo tiempo que llegaba una delegación del FMI para evaluar la situación económica, el presidente del país y el primer ministro se enzarzaban en duras acusaciones que provocaron la caída de la Bolsa más de un 14%, y de la lira, obligando al banco central a una venta masiva de reservas.
La inestabilidad política está servida en Turquía. El primer ministro, Bulent Ecevit, interrumpió ayer abruptamente la reunión del Consejo de Seguridad Nacional para informar a los medios de comunicación de que "una grave crisis" había estallado entre él y el presidente de Turquía, Necdet Sezer.
"Tuve que dejar el encuentro al ver que el presidente me insultaba y me sermoneaba sin ninguna educación", explicó Ecevit, claramente enfadado. El primer ministro no quiso detallar qué era exactamente lo que le había dicho Sezer, pero, según fuentes políticas consultadas por Reuters, el origen de la disputa está en que el presidente acusa al primer ministro de ineficacia en la política anticorrupción.
La amenaza de una ruptura en el Gabinete de coalición, formado por tres partidos, provocó la desconfianza inmediata de los inversores y la depreciación en caída libre de la lira turca. El banco central se vio obligado a vender 4.500 millones de dólares (810.00 millones de pesetas), la sexta parte de sus reservas, para defender la moneda.
La sombra de la ruptura del Gobierno también se dejó sentir en la Bolsa. El índice de referencia, que reúne a las 100 compañías turcas más importantes, cerró con una pérdida de 1.486 puntos (un 14,6%) hasta situarse en los 8.683. El parqué caía de esta manera a los niveles del 4 de diciembre, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo que aprobar un crédito de emergencia de 7.500 millones de dólares (1,35 billones de pesetas).
El Gobierno turco se comprometió en diciembre con el FMI a reducir la inflación a niveles inferiores al 10% en un plazo máximo de tres años. Para ello, el FMI concedió otro préstamo de 4.000 millones de dólares (720.000 millones de pesetas), como parte de ambiciosos programa antiinflación. Con un IPC del 40% en 2000, el objetivo parece ahora bastante difícil de alcanzar.
La rivalidad entre Ecevit y Sezer se remonta a mayo del año pasado. Entonces, el actual primer ministro fracasó en su intento de convencer al Parlamento de renovar en su cargo al veterano presidente Suleyman Demirel. Las fricciones han sido constantes, ya que Sezer no oculta sus aspiraciones a ocupar el sillón de primer ministro.
Prevenir la crisis
Las reacciones económicas obligaron a Ecevit a salir apresuradamente a hacer un llamamiento a la calma: "Desde el punto de vista económico, no hay ningún tipo de crisis. Tomaremos todas las medidas necesarias para prevenir cualquier tipo de crisis económica".
Lo cierto es que el enfrentamiento entre los dos líderes no ha podido llegar en peor momento. Para hoy está previsto que el subdirector del FMI, Stanley Fischer, se entreviste con el primer ministro turco para estudiar la situación del país. Fischer encabeza una delegación que está evaluando el cumplimiento de los objetivos económicos acordados entre el FMI y el Gobierno turco.
Ante estas perspectivas, Ecevit intentó quitarle hierro a la polémica y aseguró que el Gobierno seguirá adelante para impulsar el esfuerzo de la reforma económica. Después del comunicado, los bonos y las acciones frenaron sus pérdidas.
Para refrendar la sensación de unidad, Ecevit compareció ante los periodistas rodeado de miembros de su Gabinete. Sin embargo, uno de los políticos turcos más respetados en el país, el ex presidente del Parlamento, Husamettin Cindoruk, afirmó que el incidente de ayer es "la crisis más seria hasta ahora entre las altas instituciones del Estado". Cindoruk es tajante respecto a la crisis: "El primer ministro y el presidente ya no pueden trabajar juntos después de este enfrentamiento. Uno de los dos debe dimitir".