La energía provoca el mayor repunte de precios mayoristas en 10 años
Menos nivel de producción producción y fuerte subida de precios. La peor de las ecuaciones para los gobernadores de la Reserva Federal estadounidense, que necesitan impulsar el ritmo de crecimiento económico sin que se dispare la inflación. Según informó ayer el Departamento de Trabajo de EE UU, el índice de precios mayoristas subió un 1,1% en enero, el mayor repunte desde septiembre de 1990.
El indicador superó con creces el 0,3% previsto por los expertos y se vio impulsado sobre todo por la energía, que se encareció un 3,8%. La gasolina subió un 1,6%; la electricidad para los hogares, un 1,4%, y el gas natural para uso residencial, un espectacular 11,3%.
Excluyendo alimentos y energía (los dos componentes más volátiles de la cesta de precios), el aumento de precios fue del 0,7%, el mayor en dos años. Los economistas esperaban que fuese del 0,1%.
El reparto fue bastante desigual. Por un lado, subieron bastante los precios del tabaco (6,3%) y de los coches (1,2%); por otro, los ordenadores se abarataron un 5,4%.
El menor volumen de ventas ha llevado a muchas compañías a poner en marcha un acelerado reajuste de inventarios, recortando sus niveles de producción. Así, el índice de producción industrial publicado ayer cayó un 0,3% en enero, debido además a la menor actividad de las compañías eléctricas y gasistas.
Se trata del cuarto descenso consecutivo en este indicador, algo que no ocurría desde que EE UU atravesó su última recesión, en 1990-91.
El índice de utilización de capacidad industrial se colocó en el 80,2%, el más bajo desde el verano de 1992.
En cuanto al estado de ánimo de los ciudadanos (cuyo gasto representa dos tercios del PIB), sigue sin mejorar. El índice preliminar sobre la confianza de los consumidores publicado ayer por la Universidad de Michigan fue de 87,8 para el mes de febrero, frente al 94,7 de enero. Se coloca así al nivel más bajo desde noviembre de 1993.
Un panorama confuso para los inversores de Wall Street, que esperan que la Reserva Federal continúe en marzo la agresiva bajada de tipos que inició en enero.
Los datos de producción industrial y confianza de los consumidores invitan a seguir abaratando el precio del dinero, para dar un impulso al languideciente ritmo de crecimiento. Sin embargo, el repunte de los precios mayoristas puede hacer que la Reserva Federal se muestre más cautelosa en su bajada de tipos.