La confirmación de otras siete reses enfermas eleva a 24 los casos
Aumenta el número de test realizados a las reses mayores de 30 meses y crece también el número de vacas enfermas de EEB. Ayer, Zaragoza anunció la confirmación de siete nuevos casos, cuatro en la provincia de Lugo, otro más en Palencia, otro en Asturias y confirmó como positivo el test pendiente de Menorca. En total son 24 los animales con EEB diagnosticados en España.
El Laboratorio Nacional de Referencia de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de Zaragoza confirmó ayer al Ministerio de Agricultura la detección de cuatro casos positivos de reses pertenecientes a otras tantas explotaciones gallegas, localizadas en los ayuntamientos lucenses de Barreiros, Castroverde, Meira y Lugo.
Según informó la Consejería de Agricultura de la Xunta en un comunicado, to-das estas reses eran de 42, 62, 67 y 58 meses de edad, respectivamente. Los servicios veterinarios de la Consejería de Agricultura y los servicios sanitarios de los correspondientes mataderos procedieron a la intervención de las canales de las reses de las respectivas explotaciones, mientras que funcionarios del Servicio de Producción y Sanidad Animal de Lugo informaron de estos resultados a los propietarios de las reses afectadas e iniciaron los trámites para elaborar el censo de las reses de las explotaciones como paso previo a su inmediata tasación.
No fueron éstas las únicas cabezas de ganado que dieron positivo tras analizar si padecían la encefalopatía espongiforme bovina. El Laboratorio de Referencia de Zaragoza confirmó que la vaca de la finca Santa Eulàlia, de la localidad de Es Mercadal, Menorca, sufría la encefalopatia espongiforme, según confirmaron fuentes de la Consejería de Agricultura.
Esta res se rompió una pata a final del mes de enero y su propietario la sacrificó y procedió a enterrarla de forma controlada según el decreto que el Ejecutivo autonómico aprobó a principios de año. Una condición previa, e indis-pensable para estos enterramientos controlados es la realización de análisis, por lo que se tomaron muestras que se enviaron al laboratorio de Algete, en Madrid. Estos primeros analisis dieron positivos, por lo que se enviaron las muestras a Zaragoza para que confirmara el diagnóstico.
Una vez que el laboratorio de referencia ha confirmado que la res frisona de nueve años, y dedicada a producir leche, padecía la enfermedad de las vacas locas, la consejería tendrá que sacrificar los 66 animales que formaban parte de la ganadería Santa Eulàlia.
El tercer caso se conoció a mediodía. Zaragoza confirmó una vez más los análisis realizados a una muestra tomada a una vaca de una explotación de la localidad palentina de Castrejón de la Peña, que ha resultado positiva, según confirmaron fuentes de la Delegación de la Junta de Castilla y León en Palencia.
Se trata de una vaca de cinco años de raza frisona perteneciente a la explotación ganadera de Pisón de Castrejón, en el termino municipal de Castrejón de la Peña.
El cuarto caso confirmado ayer es el de una res de una explotación asturiana, concretamente del municipio de Navia, de raza frisona y de cuatro años y medio de edad.
Nuevos casos en Europa
El Ministerio de Agricultura francés anunció ayer que se habían detectado tres nuevos casos de encefalopatía espongiforme bovina, en los departamentos de Loire-Atlanticque, Ille-et-Vilaine y Maine-et-Loire.
También ayer fue detectado el duodécimo caso de vaca loca que se produce en Holanda. La res pertenecía a una explotación localizada en Zelhem, en la provincia de Gelderland, al este del país.
Por otra parte, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, anunció en el Pleno del Congreso de los Dipu-tados que se está estudiando reducir los avales por la retirada de reses de más de 30 meses sin pasar por los análisis, ante la imposibilidad de atender en el periodo estimado el sacrificio de las 180.000 vacas en el territorio nacional.
Los herederos de cada víctima británica cobrarán 6,6 millones
El Reino Unido reconoce 86 fallecidos
El secretario de Sanidad británico, Alan Milburn, anunció ayer que las familias de las víctimas fallecidas o afectadas por la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob recibirán 25.000 libras (40.000 euros, unos 6,6 millones de pesetas) de compensación provisional.
El Gobierno británico prometió compensar a las víctimas de la variante humana de la enfermedad de las vacas locas tras la larga investigación de la crisis de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB).
La suma será pagada inmediatamente a las familias, mientras que se decide la cantidad total de compensaciones a las víctimas. Algunas de ellas podrían recibir indemnizaciones de seis cifras, según apuntó la BBC.
Según los últimos datos, un total de 86 personas murieron en Reino Unido a causa de la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, mientras que se sospecha de la presencia del mal en otras ocho personas que siguen vivas.
La terrible enfermedad causa severos daños en el cerebro y parálisis. Las indemnizaciones irán a todas las familias de las víctimas fallecidas y a las que podrían haber contraído la enfermedad y que continúan con vida.
Un informe independiente criticó a los poderes públicos por no haber respondido rápidamente a los avisos de los científicos acerca de la posible transmisión de la EEB al hombre.
Por otra parte, la Unión Europea insiste en que deberán sacrificarse 2,4 millones de reses de 30 meses.
El comité científico de la UE recomienda analizar también las ovejas
Admite que pueden desarrollar la enfermedad
Bernardo de Miguel Bruselas
El Comité Científico Director, órgano independiente que asesora a la Comisión Europea, pidió ayer a la Unión Europea que desarrolle cuanto antes pruebas que puedan detectar la infección de encefalopatía espongiforme (EEB) en la ovejas y, sobre todo, distinguir rápidamente esa enfermedad de la clásica tembladera.
La tembladera es una enfermedad endémica entre la mayoría de las cabañas ovinas de la UE, y aunque no es transmisible a las personas, lo cierto es que sus síntomas clínicos en las ovejas, según advierten los científicos, son muy difíciles de distinguir de los de la EEB.
"No existen evidencias que confirmen la presencia de EEB en los pequeños rumiantes [ovejas y cabras]", declara el Comité Científico en respuesta a las cuestiones planteadas al respecto por la Comisión Europea. "Sin embargo", reconoce el comité, "la capacidad actual para detectar esa presencia es muy limitada" y lamenta que aún ese método de diagnóstico para ovejas y cabras no se utilice. Máxime, cuando el Comité considera "probable que ciertos grupos específicos de estos animales hayan sido alimentados con harinas de carne y huesos que podrían haber estado contaminadas con el agente de la EEB, en particular antes de que las autoridades nacionales pusieran en efecto, en 1994, la prohibición en toda la UE de alimentar a los rumiantes con dichas harinas".
Por ello, el comité "llama la atención sobre la necesidad de mejorar e intensificar la vigilancia".