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POLÍTICA

Aznar reta al PSOE a proponer una ley de extranjería más "progresista"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, explotó ayer desde Jerusalén las diferencias que enfrentan a la dirección del PSOE con algunas comunidades autónomas gobernadas por este partido en torno a la Ley de Extranjería.

José María Aznar retó ayer al PSOE a "poner encima de la mesa" una legislación más "progresista" sobre inmigración y sugirió a este partido que solucione los problemas de "coherencia interna" ante la división originada en sus filas por la Ley de Extranjería.

Durante una rueda de prensa celebrada en Jerusalén tras el encuentro mantenido con los primeros ministros entrante y saliente del país, Aznar abordó algunos asuntos de política nacional, entre ellos los referidos a la política de inmigración. En su opinión, la "virtualidad importante" de la ley que ha entrado en vigor es facilitar "un proceso ordenado" de inmigración, basado en "cauces legales" que no tiene, señaló, ni punto de comparación con la legislación aprobada en 1985 bajo el Gobierno socialista.

Aznar aprovechó las discrepancias que enfrentan a algunas comunidades gobernadas por el PSOE con la dirección de esta fuerza política para afirmar que "los inmigrantes en España no tienen que pagar las consecuencias de las diferencias internas de los partidos".

En esta línea, recomendó a los socialistas que solucionen antes sus problemas de coherencia. "Los que no son capaces de ponerse de acuerdo consigo mismos que sigan trabajando", concluyó el presidente, informa Europa Press.

Los Gobiernos de Baleares, Aragón y Extremadura consideran en estos momentos la posibilidad de recurrir la Ley de Extranjería. El vice-presidente castellano-man-chego, José María Barreda, afirmó ayer que dará este paso a la vista de lo que digan los informes jurídicos encar-gados a los expertos.

El Gobierno de Aragón presentará recurso de inconstitucionalidad contra la citada ley "con toda probabilidad", según afirmó ayer su vicepresidente, José Ángel Biel. La actitud del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, sigue siendo contraria a la presentación de dichos recursos.

El propio Zapatero reconoció ayer que mantener la cohesión del PSOE exige "un esfuerzo permanente" de su dirección. El PSOE, añadió, no actuará desde el criterio del "ordeno y mando".

El consejo interterritorial del PSOE celebrará hoy jueves una reunión para intentar zanjar estas diferencias, que también alcanzan al Plan Hidrológico Nacional y al nuevo modelo de financiación autonómica que debe entrar en vigor en enero del año que viene.

Los principales dirigentes socialistas comparten la preocupación por la imagen de desunión que proyectan en asuntos tan sensibles como la Ley de Extranjería y el plan hidrológico, no tanto por las diferencias de criterio sobre estas normas en sí co-mo por la desautorización implícita de la actual dirección del partido por parte de los distintos líderes territoriales.

En el PSOE se reconoce la habilidad con la que el Gobierno explota estas diferencias, en referencia al acto convocado por el PP el lunes para escenificar su unidad en torno al plan hidrológico. En dicho acto participaron siete presidentes autonómicos, además del secretario general de los populares, Javier Arenas, y del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas.

Por otro lado, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, anunció ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados, que el Consejo de Ministros del próximo viernes, una vez oído el dictamen del Consejo de Estado, aprobará el real decreto de revisión de los expedientes de los 60.000 inmigrantes que no fueron regularizados el año pasado.

El ministro indicó que la revisión de estos expedientes es el "remate" del proceso de regularización extraordinario emprendido por el Ejecutivo el año pasado, y recordó que en aquel proceso hubo 246.599 solicitudes, de las que se van a conceder 200.000, más del 80%.

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