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La inversión española en el exterior creció un 47% en 2000

La inversión directa de las empresas españolas en el exterior aumentó un 47% en el año 2000, hasta alcanzar los 7,56 billones de pesetas. Esta cifra supone el 4% del total de la inversión mundial y sitúa a España en el séptimo lugar entre los grandes países inversores.

El año 2000 volvió a marcar un nuevo hito en el proceso de internacionalización de las empresas españolas, que, junto al récord a que apuntan los ingresos por exportaciones, alcanzaron también un máximo histórico en el volumen de sus inversiones directas en el exterior.

Así lo corroboran los datos del informe anual de KPMG Corporate Finance sobre fusiones y adquisiciones de empresas en el mundo, que elevan a 41.983 millones de dólares (unos 7,56 billones de pesetas) el importe total de las inversiones realizadas por las empresas españolas en la compra de empresas extranjeras durante el año pasado, cifra que supone un aumento del 47% respecto a 1999, y el 4% de la inversión mundial transfronteriza en 2000.

Este espectacular crecimiento, que refleja la firmeza de la apuesta exterior de las grandes empresas españolas, sitúa a España en el séptimo lugar de la clasificación mundial de los países inversores, un puesto por debajo del alcanzado en 1999, al ser superado por Suiza, hecho que, en modo alguno, menoscaba la importancia de nuestro país como exportador de capitales, superando, entre otros, a países como Canadá, Japón o Italia.

El Reino Unido se mantiene un año más al frente de esta clasificación mundial de países compradores, con el 32% del total de la inversión mundial transfronteriza, seguido de Francia y EE UU, con un 13% cada uno; Alemania, con el 6%, y Holanda y Suiza, con un 5%.

Respecto a los destinos y distribución sectorial de las inversiones españolas, el informe de KPMG refleja cómo las tendencias tradicionales de nuestro proceso inversor se mantuvieron también en el último ejercicio con América Latina y los sectores de telecomunicaciones, banca y seguros y energía, como protagonistas principales.

En concreto, las inversiones en América Latina representaron el 61% del total, con más de 4,6 billones de pesetas, figurando a continuación Europa occidental, con el 23,5% (1,77 billones).

Extranjeros en España

A nivel sectorial, las principales operaciones corresponden a las compras de Telefónica en Brasil, Holanda, Argentina, Perú y México, y la adquisición de la estadounidense Lycos por Terra, en el sector de telecomunicaciones. Las adquisiciones del BSCH en Portugal (Mundial Confiance), Brasil (Grupo Financiero Meridional) y Argentina (Banco Río de la Plata) y del BBVA en México (Bancomer), en el financiero. Y las compras de la compañía holandesa Remu por Endesa y de la argentina Astra por Repsol YPF, dentro del sector de la energía.

Fuera de estos sectores tradicionales, sólo dos operaciones en el sector turístico, la inversión de NH Hoteles en la holandesa Krasnapolsky y la de Occidental Hoteles en la Allegro Resorts Corporation de la República Dominicana aparecen entre las más relevantes en función de su volumen económico.

Y si importante ha sido el crecimiento de las inversiones españolas en el exterior, tambien tuvo una muy positiva evolución la entrada de capitales extranjeros en España, que el informe de KPMG cifra en 23.367 millones de dólares (4,2 billones de pesetas) el año pasado, un 52,7% más que en 1999.

Los países de Europa occidental se mantienen como el origen principal de las inversiones extranjeras en España, con 2,94 billones de pesetas, el 70% del total; seguidos de Estados Unidos, que aportó un 5%.

El importe de las inversiones recibidas sitúa a España en el octavo lugar mundial entre los países receptores, con el 2% del total. Por encima de España aparecen Alemania, que superó a Estados Unidos como primer receptor de inversiones transfronterizas, con el 20% del total mundial; EE UU, con el 19%; el Reino Unido, 17%; Canadá, 11%; Francia, 4%; China, 3%, y Holanda, 2%.

A nivel mundial, el análisis de KPMG Corporate Finance muesta cómo los países de Europa occidental fueron los más activos en la adquisición de empresas fuera de su propio mercado en el año 2000, con unas inversiones totales de 320.000 millones de dólares (unos 58 billones de pesetas), con un aumento del 41% sobre el ejercicio precedente.

El 70% de estas inversiones se realizó en Estados Unidos y Canadá, destacando el hecho de que las compras de compañías norteamericanas por parte de los inversores europeos fue 2,5 veces superior a las inversones en Europa procedentes de América del Norte.

 

Síntomas de agotamiento en las telecomunicaciones

Las previsiones de KPMG sobre la evolución de las inversiones transfronterizas durante el año en curso apuntan a "una desaceleración general condicionada por la previsible ralentización de transacciones en el sector de las telecomunicaciones".

La dificultad de mantener los niveles de actividad del año pasado y los altos precios pagados por las operadoras de telecomunicaciones por las licencias europeas de telefonía móvil de tercera generación, que han supuesto altos niveles de endeudamiento, son las causas que aparecen como principales responsables de esta caída en el ritmo de inversiones de este sector, que actualmente lidera la clasificación de adquisiciones.

Por el contrario, aparecen buenas perspectivas para 2001 en el mercado de transacciones intermedias (por debajo de 1.000 millones de pesetas), reflejando perspectivas especialmente optimistas para el mercado de fusiones y adquisiciones en Alemania y la mayor parte de Europa Occidental. Asimismo, el fortalecimiento del euro y el enfriamiento de la economía norteamericana aumentarán la inversión europea en EE UU.

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