La CMT pone fin al conflicto de las tarjetas de Uni2
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha confirmado las medidas cautelares que permiten a Uni2 comercializar tarjetas prepago para realizar cualquier tipo de llamada desde cualquier terminal, según la resolución del consejo del pasado 1 de febrero. El organismo regulador considera que, en este caso, no son aplicables las restricciones que la normativa establece en materia de selección de operador, como solicitaba Telefónica de España.
La comisión pone fin así a un largo conflicto que enfrentaba a Telefónica no sólo con Uni2, sino también con otros operadores que también comercializaban tarjetas pagadas de antemano para realizar todo tipo de llamadas telefónicas desde cualquier teléfono.
Uni2, gracias a las medidas cautelares aprobadas por la CMT en julio, comenzó a comercializar la tarjeta universal Uni2, que puede ser utilizada desde cualquier teléfono marcando el prefijo 1411. Telefónica se opuso a esta comercialización y, aunque no se negaba a facilitar a Uni2 la interconexión a través del número 1411, insistía en que la utilización de tarjetas no podía constituir un "mecanismo alternativo" al de selección de operador, accediendo así a "idénticos servicios, pero obviando los requisitos" establecidos para el acceso indirecto.
Otras compañías
Telefónica también presentó escritos ante la CMT denunciando la comercialización por Capcom Internacional y Comunitel (ahora Grapes) de dos tipos de tarjetas prepagadas similares a la de Uni2.
La CMT considera que existen "diversas y grandes diferencias" entre la selección de operador y la prestación del servicio de tarjetas, por lo que considera que no pueden aplicarse a las tarjetas las restricciones previstas para el acceso indirecto y permite, por tanto, que se sigan comercializando en las mismas condiciones.
El mismo consejo de la CMT del 1 de febrero adoptó una resolución en la que obliga a Telefónica Móviles a hacer extensiva su rebaja de precios de interconexión a los operadores de telefonía celular.
El regulador ha adoptado medidas cautelares, a instancias de Amena, para que la primera compañía móvil de España reduzca las tarifas que cobra por terminar en su red las llamadas originadas en las de otros operadores a todas las compañías, y no sólo a las de telefonía fija. El conflicto actual se deriva de la rebaja de cinco pesetas por minuto que ha hecho Telefónica Móviles, en la que, según Amena, ella no estaba incluida.
La Comisión de las Telecomunicaciones considera que Telefónica Móviles como operador dominante tiene la obligación de facilitar la interconexión en condiciones no discriminatorias y habría discriminado a Amena al aplicarle condiciones distintas. A su vez, el regulador hace hincapié en que la filial de Telefónica debe orientar sus precios a costes, así que "no tendría razones" para aplicar tarifas diferentes.