Telefónica rebaja la llamada provincial y la interprovincial

Telefónica intentará compensar en los clientes el efecto que va a tener la subida de la cuota de abono el próximo mes de marzo con rebajas en la larga distancia provincial e interprovincial. Además de la repercusión en su imagen, la operadora dominante busca con el recorte cumplir con el sistema de precios máximos que controla sus tarifas y que le obliga a rebajar la cesta de servicios telefónicos una media del 13% en dos años.

Telefónica subirá el 1 de marzo la cuota de abono (1.542 pesetas mensuales) que cobra a sus más de 17 millones de clientes por el mantenimiento de una línea de teléfono. En principio, el alza pactada es de 100 pesetas, pero la negociación entre el Gobierno y el ex monopolio para cumplir las exigencias de la Comisión Europea de reequilibrio tarifario podría dar lugar a una subida mayor. Para compensar el efecto que esta noticia tendrá en los consumidores, Telefónica rebajará el precio de la larga distancia provincial e interprovincial ese mismo día.

Fuentes del sector aseguran que la rebaja ya se ha propuesto a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y que el organismo regulador declaró procedente el recorte en la reunión de su consejo del pasado 8 de febrero. Así, las llamadas provinciales se reducirán un 5%, aproximadamente, mientras que las interprovinciales se recortarán cerca del 10%.

Críticas de consumidores

Con esta reducción, Telefónica quiere salir al paso de las críticas de los partidos de la oposición y de las asociaciones de consumidores por la subida de la cuota de abono, pero también se acerca al cumplimiento de sus obligaciones con el Gobierno en materia de precios.

La operadora está obligada a rebajar la cesta de los servicios telefónicos un promedio del 13% en dos años. El recorte en las tarifas de fijo a móvil, que entró en vigor el 15 de enero, computará como una reducción del 1,63% en la cesta y la bajada planteada ahora de las llamadas provinciales e interprovinciales implicará un recorte del 2%.

Otras fuentes del sector, sin embargo, son críticas con la actitud de Telefónica y del Gobierno. Aseguran que el Ejecutivo está permitiendo al operador dominante elevar los precios donde no hay competencia (la cuota de abono) y rebajarlos donde sí la hay (la larga distancia).

"Telefónica utilizará los ingresos de la subida de la cuota para rebajar las tarifas en otros segmentos y eso pone muy difícil la competencia".

El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Baudilio Tomé, confirmó ayer que el Ejecutivo está negociando con Telefónica y los servicios de la Comisión Europea un reequilibrio de tarifas que cumpla con la decisión de Bruselas de dar a España un plazo de 60 días para subir la cuota de abono de Telefónica.

Tomé, sin embargo, aseguró que esta subida no llegará a las 2.900 pesetas que, según afirmó, son las que ha propuesto la operadora en su denuncia a la Comisión Europea, informa Efe. Fuentes cercanas a Telefónica señalan, con todo, que tampoco sus reivindicaciones son tan elevadas.

Contactos con el Gobierno

El secretario de Estado apuntó, asimismo, que la negociación con la compañía presidida por César Alierta prevé que la subida de la cuota de abono sea compensada por rebajas en los precios de otros servicios, como las llamadas telefónicas.

El objetivo de todos estos contactos es que el reequilibrio tarifario exigido por Bruselas afecte lo menos posible a la imagen de Telefónica y tenga el menor coste político en la subida de un pago mensual que realizan más de 17 millones de consumidores.

Además, la operadora siempre ha mantenido que son las tarifas de la larga distancia las que subvencionan una cuota de acceso "artificialmente baja", de forma que, si la mensualidad fija sube, el resto debe bajar en consonancia.