Tailandia espera que Thaksin haga realidad su plan financiero
El nuevo primer ministro de Tailandia y magnate de las telecomunicaciones, Thaksin Shinawatra, corre contra el tiempo para hacer realidad el ambicioso plan financiero que le llevó al poder y que aumentará el gasto público más de medio billón de pesetas.
Tenemos que trabajar duro, rápido y con inteligencia. Lo primero es abordar los problemas de la economía", afirmó Thaksin Shinawatra tras conseguir en el Parlamento 340 de los 500 votos del Parlamento. Gobernará en coalición con cuatro partidos, después de que el domingo se sumara el minoritario Partido Liberal Democrático. "La unión de los partidos originará un Gobierno más estable para resolver los problemas", declaró el primer ministro.
Los mercados inician la semana a la expectativa del nombramiento del gabinete y especialmente del ministro de Finanzas, el encargado de asegurar que el ambicioso plan financiero se cumple sin que aumente en exceso una deuda pública que ya representa el 60% del producto nacional bruto (PNB).
Thaksin, de 51 años, confía en que, si en los próximos meses se comienza a percibir la revitalización de la economía, puede ablandarse el corazón de los jueces del Tribunal Constitucional que puede excluirle de la política durante cinco años si confirma la culpabilidad encontrada por la Comisión Nacional de Lucha Contra la Corrupción.
Si el proceso se inicia, Tailandia puede asistir a una batalla legal en la que el multimillonario empresario se defienda con todos sus medios en un caso que ya ha reu-nido innumerable documentación y testigos. "Si el equipo de Gobierno está integrado por personas cualificadas, asistiremos a un fortalecimiento de los mercados. Si no, regresaremos a los días negros de 2000", afirma un analista.
Si el fundador del grupo Shin Corp no tiene tiempo para dar el giro de 180 grados que necesita la economía y comienza el juicio, Tailandia entrará en una gran incertidumbre y la temida perspectiva de búsqueda de un nuevo líder, aunque su partido insiste en que pueden continuar las transformaciones.
Para pagar la deuda pública, el primer ministro se propone estimular el crecimiento, impulsar el consumo y utilizar los impuestos e ingresos por privatizaciones. Sin embargo, un crecimiento anual, revisado a la baja, del 4% y una recesión en EE UU pueden dañar la recuperación de un país cuyo colapso financiero arrastró en 1997 al resto de Asia. El FMI ha pedido al nuevo Gobierno que acelere las reformas financieras y legislativas para reducir los riesgos que pesan sobre la recuperación y permitir la rees-tructuración de las deudas empresariales.