_
_
_
_
INTERNACIONAL

El PIB del tercer trimestre alimenta los temores en Japón

El temor a una recesión volvió a planear ayer sobre Japón al conocerse el PIB del tercer trimestre del año, muy inferior al previsto. El producto interior bruto cayó un 0,6% con respecto al trimestre anterior, poniendo en duda la estimación del Gobierno para todo el año.

Apesar de que los analistas ya habían considerado como demasiado optimistas las previsiones de un crecimiento del 0,2% para el tercer trimestre, la caída de un 0,6% aumentó el temor a que la segunda mayor economía del mundo no logre recuperarse. La Bolsa se hizo eco y el índice Nikkei llegó a caer un 2,98% en un momento de la sesión, aunque cerró con un descenso del 1,70%.

En términos interanuales, el PIB registró un tímido avance del 0,6%, frente al 1,4% estimado previamente. Esta fuerte revisión a la baja pone en duda el cumplimiento de las expectativas del Gobierno nipón para este año fiscal (que finaliza en marzo), que esperaba cerrar con una subida del 1,2%. "Estos datos nos obligan a revisar de nuevo las perspectivas de crecimiento", apuntan desde Beta Capital.

Sin embargo, el Ejecutivo quitó gravedad a la situación y mantiene sus cálculos de crecimiento para todo el año. "No creo que el estado de la economía sea más grave. Puede tratarse de una pausa en su tendencia a la recuperación", afirmó el viceministro de la Oficina del Gabinete, Eiji Kawade.

Debilidad de la inversión

El retroceso del tercer trimestre se debe a la inversión privada, en la que frente a un aumento previsto del 7,8%, la subida fue de sólo un 1,5% con respecto al segundo trimestre. Este dato "sugiere que la inversión, aunque se está recuperando no es tan fuerte", según declaraciones de Peter Morgan, economista de HSBC Securities, a Reuters. "El riesgo a una recesión es grande", añade.

El consumo, que soporta el 60% del peso del PIB, se mantuvo invariable. El desempleo, que se encuentra a niveles máximos (un 4,8% en diciembre de 2000), ha contribuido a la desconfianza de los consumidores. La pérdida de empleo se vio impulsada por el elevado número de bancarrotas. Casi 19.000 compañías quebraron en 2000.

Además, Japón teme los efectos que en su economía pueda ocasionar la desaceleración de EE UU. Según una encuesta a 4.540 empresas, publicada el miércoles, crece el pesimismo sobre la repercusión que tendrá en las exportaciones.

Entre tanto, los bancos acumulan riesgo por el elevado número de créditos impagados y se muestran reacios a conceder más. Algunos políticos han instado al banco central a que inyecte dinero al sistema bancario. El banco emisor, que se reúne hoy, ha sido criticado por elevar los tipos de interés al 0,25% en agosto, después de 18 meses de interés nulo, pero no parece que los vaya a variar.

Archivado En

_
_