Mas minimiza la marcha de Duran y reta al PSCa formalizar la censura
La dimisión del ex consejero de Gobernación y Relaciones Institucionales, Josep Antoni Duran i Lleida, "ya ha pasado y no tiene sentido seguir dando explicaciones". Con este argumento, el consejero jefe del Gobierno catalán, Artur Mas, pretendió cerrar ayer la crisis abierta en el seno de la coalición, posiblemente la más grave de su historia.
Mas, que compareció en rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Ejecutivo catalán, minimizó las consecuencias del abandono del líder democristiano e insistió en que lo importante es "seguir gobernando, y que el Gobierno actúe con normalidad". El número dos del Gobierno catalán reiteró que la decisión de Duran es "muy respetable" y, sobre las explicaciones con las que el líder de Unió justificó su decisión, señaló que "algunas las podemos compartir; otras, no". Tras la toma de posesión de los nuevos consejeros de Gobernación y de Justicia, Núria de Gispert y Josep Delfí Guàrdia, Jordi Pujol fue todavía más escueto, limitándose a afirmar que lamentaba la dimisión de Duran.
Pocos detalles más podrá dar hoy el presidente catalán en el Parlament. Pujol no tendrá más remedio que responder a las preguntas que en este sentido le ha formulado la oposición. Pero el reglamento de las sesiones de control del Ejecutivo le permitirá zanjar la cuestión en dos minutos y medio, dos de respuesta y 30 segundos de réplica. Los pormenores de la crisis quedan en manos del consejero jefe, Artur Mas, que ha solicitado comparecer en comisión para explicar el alcance de los últimos nombramientos.
Pujol delega
La delegación en Mas de esta comparecencia -una de las funciones que le atribuyó Pujol al nombrarlo primer consejero- provocó ayer la irritación de la oposición parlamentaria, que recuerda que Mas se encuentra en el origen de la crisis.
El portavoz del PSC en la Cámara, Joaquim Nadal, insistió en reclamar la comparecencia de Pujol, porque es "quien controla las crisis y las desencadena". Mas le respon-dió que su única obligación es informar a la Cámara de cualquier cambio y que su comparecencia "es una deferencia del Gobierno".
El número dos del Gobierno aseguró que Pujol no se someterá a ninguna moción de confianza y retó al PSC a "tener coraje" y presentar una moción de censura "si creen que CiU no está en condiciones de gobernar".