La Bolsa española entra en un compás de espera tras el alza de enero
La fuerte recuperación de las cotizaciones de la Bolsa española en enero, con una mejora del 11% del Ibex, ha servido para paliar parte de las pérdidas acumuladas el año pasado y para atraer a nuevos inversores al mercado al calor de las subidas registradas.
La congestión que se observa en el mercado nacional en las dos últimas semanas, con movimientos sucesivos de ida y vuelta alrededor de los 10.000 puntos de Ibex, garantiza, según los expertos, la continuidad de la tendencia alcista a medio plazo. La Bolsa, dicen, consolidará los niveles alcanzados en enero.
Movimiento lateral de consolidación es el palabro usado al efecto. La caída de tipos de interés acordada la semana pasada por la Reserva Federal de Estados Unidos ha tenido un efecto benefactor sobre los mercados de bonos y acciones latinoamericanos, lo que se traducirá, tarde o temprano, en la mejora de la fuerza relativa de la Bolsa española toda vez que aumenta el número de gestores internacionales que invierten en aquellos mercados a través de la compra de las acciones españolas mejor situadas allí.
Mientras el mercado digiere los sucesos de enero, los analistas de prestigio advierten de los riesgos que entraña la ofensiva especulativa que se ha desatado en las últimas semanas alrededor de los valores de pequeña y mediana capitalización.
No es la primera vez, tampoco la última, que los famosos chicharros despiertan el interés de los más aguerridos especuladores y operadores a corto plazo. No será, del mismo modo, la primera ni la última vez que muchos participantes en este juego singular se quedan atrapados, con el mango en la mano y sin posibilidades de reparación hasta que vuelva el ciclo. A veces el ciclo tarda mucho en llegar.