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La evolución de los tipos de interés afianza el tradicional 'efecto enero' en las Bolsas

Inversores, operadores, analistas y gestores han vuelto a recurrir a los datos estadísticos, siempre fríos y nunca infalibles, para tratar de adivinar las tendencias futuras del mercado, del mismo modo que visionarios y adivinos intentan leer en los posos del café lo que falta por venir.

El denominado efecto enero es, histórica y tradicionalmente, el dato estadístico más socorrido, porque a lo largo de los años se ha demostrado que, cuando el primer mes del año cierra en positivo, existen muchas posibilidades, hasta ahora más del 75%, según el recuento de los últimos 50 años, de que el ejercicio termine con signo favorable.

Al margen de la situación, que es seguida por un importante número de participantes en el mercado, hasta el punto de que por sí mismo provoca tendencia, los expertos reparan en varios asuntos de interés a falta de tres días hábiles a efectos bursátiles para que termine enero.

Se generaliza el sentimiento, por ejemplo, de que la Bolsa española es un hedge fund (fondo de alto riesgo) de los mercados latinoamericanos, de tal modo que los avatares de la economía de la zona tendrán un peso cada vez más fuerte, para bien y para mal, en la evolución y comportamiento del mercado de acciones. Son muchos los gestores internacionales los que compran o venden Latinoamérica con la compra o venta de Bolsa española, que es más líquida y capitaliza más del 75% de los intereses económicos y financieros de dichos países.

Por ello, el impacto de un recorte de los tipos de interés en Estados Unidos favorece más al mercado nacional que al resto de sus homólogos europeos, en un movimiento inducido por el efecto benefactor que sobre las economías latinoamericanas tiene, des-de siempre, la política de tipos en EE UU más bajos. De este modo, el mercado nacional queda parcialmente inmunizado respecto a los movimientos de tipos de interés seguidos en Europa.

La reunión que el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos celebra el martes y miércoles próximos es, de este modo, una referencia obligada para la Bolsa.

 

Alan Greenspan, el conciliador

Que mueve los hilos del mercado con máxima precisión es algo que nadie duda. Sólo los osados, muy pocos, critican sus actuaciones. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos forzó la recuperación de los mercados de acciones el 3 de enero al decidir, por sorpresa, un recorte de 0,5 puntos.

Alan Greenspan volvió el jueves a ser el gran protagonista, la gran referencia, como lo será el martes y miércoles próximo. El discurso pronunciado ante el Comité de Presupuestos del Senado estuvo, a decir de los expertos, muy en línea de la nueva economía, con un tono conciliador respecto a los planes de recortes de impuestos que plantea la Administración Bush.

Hay más. La proyección de recortes de impuestos no supone una restricción en el proceso de bajadas de tipos de interés que pudiera estar planteándose la Reserva Federal de Estados Unidos para los próximos meses.

Alan Greenspan, por tanto, ha vuelto a lanzar mensajes positivos a las Bolsas en la medida en que respalda unas perspectivas de crecimiento de la economía de Estados Unidos más favorables a medio plazo (sólo hay que salvar el bache del primer trimestre, con crecimiento mínimo o nulo) y, también, porque aprueba una menor presión fiscal, en contra de lo que consideraba antes.

Publicado en páginas 18 Suplemento Semanal 5d

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