ETA planeaba atentar en Barcelona contra el periodista Luis del Olmo
Los presuntos terroristas del comando Barcelona que asesinaron al policía municipal Juan Miguel Gervilla, el pasado 20 de diciembre, se disponían a atentar contra el periodista Luis del Olmo. El coche bomba, cargado con 13,5 kilos de explosivos, se averió en la avenida Diagonal de Barcelona cuando los etarras preparaban el atentado, cerca del domicilio del periodista radiofónico, según fuentes de la lucha antiterrorista. El agente de la guardia urbana fue asesinado mediante dos disparos cuando se acercó al vehículo en el que viajaban los supuestos etarras.
Del Olmo apareció en el vídeo de la revista Ardi Beltza (Oveja Negra) que dirige el ex jefe de investigación del diario Egin Pepe Rei. En ese mismo vídeo aparecen también numerosos periodistas, entre ellos la redactora de El País Aurora Intxausti, en cuya vivienda colocaron el pasado 10 de noviembre un artefacto que no explotó por un fallo técnico.
Pepe Rei anunció que emprendería acciones judiciales contra el periodista por una entrevista que éste había mantenido con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, a la que calificó de "guerra sucia informativa". Del Olmo, por su parte, anunció la presentación de una querella contra Rei y le acusó de utilizar medios cercanos a ETA para amenazarle.
Por otra parte, el coche bomba en el que viajaban José Ignacio Cruchaga y Liarni Armendáriz el día de su detención, el 11 de enero, estaba preparado para atentar contra el edificio de Correos de Barcelona. Los etarras pensaban aparcar el coche en la zona de carga y descarga y activarlo de madrugada, en un atentado similar al que cometieron el pasado 30 de diciembre contra la Delegación de Hacienda de Sevilla, aunque en aquel caso la carga superior.
Políticos del PP y el PSC
Durante su estancia en Barcelona, los terroristas se dedicaron a recopilar información sobre políticos del PP y del PSC, empresarios y policías. Al parecer, sólo tenían datos muy elaborados sobre Santiago Fisas, presidente del PP en el ayuntamiento de Barcelona. En el resto de los casos se trataba de nombres y direcciones, entre las que se figura la del ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra y el de la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas.
Habían anotado matrículas de diferentes coches policiales y militares. Disponían también de planos en los que habían marcado la sede de instituciones y partidos políticos.