Trabajo cederá en las prejubilaciones a cambio de abaratar el coste del despido
Las posibilidades de alcanzar acuerdos en las reformas de las pensiones y del mercado de trabajo deberán despejarse en los próximos días. Fuentes de la negociación han señalado que el Gobierno puede aceptar la generalización de la jubilación anticipada -algo impensable hace unos meses- a cambio de que los sindicatos cedan para cerrar una nueva reforma laboral de calado, que contenga al menos el abaratamiento del despido de los contratos indefinidos.
El diálogo social encara esta semana una etapa decisiva. La mesa de la reforma laboral, en la que están empresarios y sindicatos, y la de la reforma de las pensiones, a la que se sientan Gobierno, patronal y centrales sindicales deberán mantener sendas reuniones que fijen definitivamente la posibilidad de llegar o no a acuerdos.
Pese a que los sindicatos han hecho especial énfasis en desvincular ambas mesas, el Gobierno persiste en ligar sus contenidos, por lo que ha mantenido bloqueada la mesa de las pensiones a la espera de ver qué ocurría en las negociaciones sobre el mercado de trabajo.
Sin embargo, los agentes sociales mantendrán esta semana una reunión tripartita con los responsables de la Seguridad Social para constatar las posibilidades de acuerdo en materia de pensiones. Según distintas fuentes de la negociación, el Gobierno está estudiando la posibilidad de ceder, dentro de esta mesa, en materia de jubilaciones anticipadas y aceptar, aunque aún no se sabe en qué términos, la generalización del retiro anticipado a los 60 años, con su correspondiente penalización de la pensión y sólo en caso de largas carreras de cotización (a partir, por ejemplo de 25 años cotizados), tal y como proponen los sindicatos. Ahora sólo pueden jubilarse anticipadamente los trabajadores que han cotizado antes de 1967.
No obstante, esta aceptación del Gobierno sólo se produciría a cambió de que los sindicatos cedieran en la mesa de la reforma laboral, y aceptaran un abaratamiento de los costes de los contratos indefinidos y, en particular, del coste del despido.
La negativa de los negociadores del Ministerio de Trabajo a aceptar la generalización de la jubilación anticipada se configuró ya, antes del bloqueo de las negociaciones, en el mes de diciembre, como el principal escollo para alcanzar un acuerdo en materia de pensiones.
Según fuentes sindicales, la insistencia del Gobierno en vincular las dos mesas está motivado por su interés en que la reforma del mercado laboral genere las condiciones propicias para que se cree empleo -independientemente de que éste sea indefinido o temporal-, ya que temen un agotamiento de la creación de puestos de trabajo, a la vista de los últimos datos en los que se constata la desaceleración del empleo.
Empleo a toda costa
La opinión del Ejecutivo sigue siendo, según estas mismas fuentes, que cuanto más se equiparen los costes de los contratos temporales y de los indefinidos, más empleo se creará.
Los sindicatos rechazan de plano lo que consideran un "chantaje" del Gobierno, que se ha puesto de manifiesto desde el momento en el que paralizaron la mesa de la reforma de las pensiones.
Fuentes próximas al Ejecutivo, reconocieron en su día que el Gobierno no veía con malos ojos la propuesta de la CEOE de crear un nuevo contrato indefinido con un despido de 25 días por año trabajado destinado a los colectivos para los que ya se abarató el despido a 33 días en 1997.
Entre tanto, CC OO y UGT celebrarán en los próximos días asambleas para informar a los trabajadores de la marcha del diálogo.