Zapatero pide tiempo para endurecer la oposición
El líder del PSOE aprovechó ayer la primera reunión del comité federal de su partido, integrado por 247 miembros, para animarles a definir un proyecto alternativo al del PP y advertirles que, de momento, mantendrá el estilo "tolerante" de practicar la oposición.
El principal riesgo que puede correr el PSOE, les dijo Rodríguez Zapatero a los dirigentes de su partido, es la "impaciencia", en un momento en el que atisba el "fin de ciclo" del PP, pero todavía quedan lejos las elecciones generales de 2004. En este contexto, el líder socialista instaló su estrategia en una especie de carrera de fondo en la que considera imprescindible practicar una oposición "tolerante" y constructiva destinada a ganar credibilidad.
Zapatero hizo hincapié en el nuevo estilo inaugurado por la dirección tras el congreso federal de julio, ante las críticas recibidas de algunos miembros del comité federal adscritos al ala izquierda del partido, contrarios a que se amplíen los pactos con el PP y se haga una oposición excesivamente relajada.
Zapatero dejó claro que no encabezará pugnas con el Gobierno sobre la política antiterrorista, la política exterior y, "en la medida de lo posible", sobre la vertebración territorial del Estado. A partir de ahí defendió una actitud basada en el diálogo, "sin insultos, descalificaciones y rastrerismo".
Programa alternativo
El secretario general emplazó también a los dirigentes socialistas a promover un debate de ideas para que germine un proyecto de gobierno alternativo al del PP.
Dos "grupos de reflexión", coordinados desde la Ejecutiva federal, elaborarán de aquí al mes de septiembre, fecha en la que está prevista una conferencia política, sendos informes sobre política económica y el papel de España ante el futuro de la Unión Europea. En este último colaborará Felipe González.
En el discurso de apertura de la reunión, Zapatero criticó la "falta de confianza" generada por el Gobierno de José María Aznar en asuntos de actualidad como el del mal de las vacas locas, la política de inmigración o la reforma de la Justicia. El líder socialista se preguntó qué credibilidad puede tener para hablar de la Justicia y dirigir su reforma "un ministro que ha indultado de forma injusta a un juez", en referencia a Ángel Acebes y a Javier Gómez de Liaño.
No se produjeron a lo largo de la reunión voces nítidamente discordantes en torno al acuerdo antiterrorista firmado por Zapatero con su homólogo en el PP, Javier Arenas, aunque sí hubo algunas intervenciones que introdujeron esta iniciativa en el mismo saco que el pacto sobre inmigración ofrecido por el PSOE al Gobierno. El secretario general defendió el acuerdo contra ETA, pues considera que ya ha servido para que el Gobierno y el PP moderen su ofensiva contra el PNV y también para que los nacionalistas vascos, con el tiempo, recuperen la senda constitucional.
A la cita del comité federal faltaron Felipe González, José Borrell y Pasqual Maragall.