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Los directivos de Consonni adquieren la empresa al financiero chileno Errázuriz

Construcciones Electromecánicas Consonni ha vivido un vuelco total en su accionariado. Los directivos de la compañía han comprado la mayoría y han dejado al anterior propietario, el grupo del inversor chileno Pedro Pablo Errázuriz, con un 19%.

Los ejecutivos de Consonni, que fabrica cuadros eléctricos de media y baja tensión, se han animado a convertirse en los propietarios de la empresa y la han comprado al grupo estadounidense Andean Development Corporation, controlado por el financiero chileno Pedro Pablo Errázuriz.

Este inversor tenía el 80% de Consonni y tras la operación -del tipo conocido como mbo (management buy out)- permanece en el capital como accionista minoritario, con el 19%. El importe de la operación no ha sido revelado.

El 81% restante queda en manos de los directivos de la empresa vizcaína, que antes controlaban el 20% y no descartan alcanzar la totalidad del capital a medio plazo. De hecho, Andean Development Corporation sigue como accionista porque la legislación mercantil estadounidense no permite la venta total de los títulos de una participada y obliga, en el momento de la desinversión, a mantener el mínimo del 19% citado.

Fin de una etapa

Errázuriz desembarcó en 1993 en Consonni con el respaldo del Gobierno vasco y se presentó como el dinamizador de una empresa que sufría un largo periodo de crisis. Tres años después de la llegada del salvador chileno, la compañía suspendió pagos con un pasivo de unos 1.000 millones.

En ese época, Errázuriz fue aumentando su presencia en Consonni, tras su entrada con el 51%, hasta alcanzar el 80%. A través de su filial estadounidense, especializada en la toma de posiciones en empresas con potencial de crecimiento, intentó diversos proyectos para Consonni, ninguno de los cuales cuajó.

Entre estos planes fallidos figuraba la intención de sacar a cotizar la compañía vasca en la segunda Bolsa de Wall Street, el Nasdaq, lo que hubiera convertido Consonni en el pionero español en ese mercado financiero.

Otro de los intentos de Errázuriz fue la venta de Consonni al grupo estadounidense Crown. Incluso llegó a diseñar una ampliación de capital de 260 millones para cederle el 45%. Después de un año de negociaciones, esta operación también se quedó en nada.

Consonni, con 90 trabajadores en plantilla, realiza en el exterior, directa e indirectamente, cerca del 40% de la facturación. En Perú tiene una filial que ahora trabaja para los principales clientes del sector energético del país andino, como la eléctrica Edegal y la refinería La Pampilla, además de las filiales de distribución de Endesa.

Con esta participada, denominada Consonni Perú, también trabaja para los mercados próximos de Chile y Brasil. También en el exterior, la compañía vasca negocia pedidos de relevancia en Egipto, China y Alemania.

De cara al futuro, Consonni quiere aumentar la actividad de productos de mayor valor añadido y subcontratar aquellas actividades industriales que no respondan a esa filosofía, como la fabricación de chapa para sus subestaciones y cuadros eléctricos. Las contrataciones de personal se realizarán con esa orientación.

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