Japón presenta indicadores, al límite de reflejar una recesión
Aunque los últimos datos de coyuntura conocidos de Japón, como el paro, el consumo o la actividad industrial, aportan pesimismo, el indicador sobre el futuro confirma que el país continúa en la senda del crecimiento.
Apesar del pesimismo que planea sobre la economía japonesa, el peligro de una recesión no se ha materializado aún. Ayer se conoció el dato correspondiente del índice avanzado de la coyuntura de noviembre, que muestra las previsiones ante los próximos seis meses, y, a pesar de sufrir un fuerte retroceso, se mantiene por encima de los límites que separan una economía en recesión de una en crecimiento.
El indicador cayó ese mes hasta 57,1 puntos, frente a los 77,8 de octubre. Sin embargo, el retroceso no fue tan grande como para traspasar la barrera de los 50 puntos, mínimo para que la lectura sea de crecimiento.
El dato significa que "la economía japonesa no ha tocado techo", afirma José Nestola, responsable del área internacional de Salomon Smith Barney. El índice está compuesto por una serie de datos, como el suelo dedicado a la construcción de nuevos inmuebles, los precios de las materias primas y las matriculaciones de coches.
Sin embargo, la fuerte caída que ha registrado el índice demuestra la debilidad de una economía que sólo creció un 0,2% en los últimos dos trimestres y cuyas previsiones para el cuarto se sitúan en un módico alza del 0,4%, según los analistas.
Además, los expertos coinciden en que la desaceleración del crecimiento en Estados Unidos perjudicará a la economía nipona debido a la caída en las exportaciones, tal y como ya ha avanzado el Gobierno japonés, encabezado por Yoshiro Mori. Así las cosas, es difícil vislumbrar una mejora de la coyuntura a corto plazo, sobre todo cuando el consumo, que aporta el 60% del producto interior bruto (PIB), es cada vez menor. El consumo de familias de más de dos miembros se redujo un 1,5% en noviembre, según los datos conocidos el martes pasado. Los analistas coinciden en que el gasto de las familias no mejorará a corto plazo. Provocado en gran parte por un aumento del paro que ha situado la tasa de desempleo en el 4,8%, el consumo no se recuperará hasta que concluya la reestructuración de la economía japonesa.
Entre tanto, el yen remontó ayer y salió del mínimo en 17 meses que acumulaba frente al dólar. La moneda japonesa llegó a cambiarse a 117,19 unidades, nivel no conocido desde julio de 1999, aunque se recuperó y marcó un cambio a 116,39, frente al de 116,67 del día anterior. Las declaraciones del ministro de Economía, Kiichi Miyazawa, confirmando que el Gobierno no apoyará la moneda frenaron la subida.