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La Bolsa gana tranquilidad con sólo una jornada de euforia

Cierto ambiente de tranquilidad se respira en las Bolsas del mundo. Después de la euforia desatada tras la histórica decisión de la Reserva Federal, los mercados van recuperando la normalidad y consolidan posiciones. Ayer, el Ibex avanzó un 0,04% y aguantó el tirón de la recogida de beneficios, tras la provechosa jornada de la víspera.

Cuando el mercado apenas despertaba del letargo navideño, la Reserva Federal sorprendía a propios y extraños con un recorte de medio punto en los tipos de interés. La noticia cogió a más de uno descolocado. Muy pocos hubieran apostado por esta decisión antes de la reunión del comité abierto de la Fed a finales de enero. Los hubo, incluso, que afirmaron que la medida se había tomado con urgencia porque la autoridad monetaria tenía en sus manos datos que apuntaban a que la desaceleración de la economía estadounidense alcanzaba tasas más que preocupantes.

Lejos de corroborar las tesis más agoreras, el dato de desempleo que se daba a conocer ayer en EE UU aleja, al menos de momento, el riesgo de recesión. La Bolsa podía respirar tranquila. La decisión de la Fed no respondía a ningún oscuro movimiento, sino que contenía un mensaje claro de apoyo a los mercado financieros, un balón de oxígeno que los operadores venían reclamando a gritos.

Así las cosas, la decisión de la Fed parece haber logrado uno de sus objetivo: propiciar un contexto de mayor tranquilidad que siente las bases de una próxima recuperación.

La evolución de las Bolsas desde ese momento se adapta a ese pretendido patrón. Tras la euforia -que se propagó como la pólvora tras la mayor subida en la historia del Nasdaq- los mercados financieros europeos han aguantado la presión de la recogida de beneficios y se han mantenido en positivo o con leves caídas. La Bolsa española, una de las más castigadas en el pasado ejercicio, ha invertido esta tendencia y se ha convertido en la que mejor comportamiento ha registrado entre sus vecinas.

Volatilidad

El Ibex quedó ayer en tablas, con una inapreciable subida del 0,04%, después de permanecer en tierra de nadie durante toda la sesión. Ni siquiera la tendencia a la baja del Nasdaq en las horas de coincidencia operativa pudo agriar el buen tono de la Bolsa española. El comportamiento positivo de Telefónica en la jornada (que se anotó un 1,6%) y de los grandes bancos (BSCH finalizó con un alza del 0,25% y BBVA del 1,04%) consiguieron mantener a flote un mercado que, al cierre, perdía casi medio punto porcentual y que logró remontar durante la subasta. Otros avances significativos correspondieron a Sol Meliá, que se anotó un 5,5%; Prisa, un 5,8% y Acciona, un 1,02%.

En el balance semanal, el índice español registró un avance del 5,4% y se aúpa al primer puesto entre los mercados europeos. De nuevo, la operadora y los grupos bancarios encabezan la lista de valores que más puntos aportaron a la ganancia. El volumen, asimismo, comienza a dar síntomas de recuperación, con unos 350.000 millones de pesetas negociados en la sesión de ayer.

Pero no todo fueron notas favorables durante los últimos días. La volatilidad sigue siendo la asignatura pendiente de los mercados. Una característica que no sorprende, después de varios meses de agitación bursátil, en los que la aversión al riesgo de las familias ha aumentado notablemente.

Los bonos anticipan nuevas bajadas de tipos

La otra cara de la moneda la ofrece el mercado de bonos. La rentabilidad de los títulos estadounidenses a corto plazo regresó ayer a zona de mínimos de dos años, ante renovadas especulaciones sobre próximas bajadas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.

Los bonos a 10 y 30 años, por su parte, registraban un comportamiento peor. Tras el fuerte aumento de la víspera, cuando recuperaron casi un punto, los títulos a 10 años se situaban a media sesión de ayer en el 4,96%, mientras que las letras a 24 meses marcaban un 4,67%, una rentabilidad no vista desde febrero de 1999. Los inversores se decidían, así, por los activos a corto plazo, ya que la posibilidad de nuevas recortes en los tipos les hace resultar más atractivos.

En Europa, el ambiente del mercado de renta fija era de optimismo. Durante la semana, el rendimiento de bund (bono alemán a 10 años) cedió 16 puntos básicos, hasta alcanzar el 4,69%, el mínimo desde julio de 1999. De nuevo, las expectativas de rebajas en las tasas de interés a medio plazo subyacen detrás de este comportamiento. Sin embargo, el informe del Banco Central Europeo, que mantuvo invariables los tipos en su reunión del jueves, no sugiere en ningún momento esta circunstancia. No hay que olvidar que las presiones inflacionistas siguen atenazando varios países de la zona euro.

En los próximos días, la inflación y el dato de desempleo que se publicarán en Alemania, así como el IPC y la tasa de crecimiento que se dará a conocer en Francia ofrecerán más pistas sobre la próxima orientación de la política monetaria del BCE.

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