Miles de trabajadores en EE UU acaban el año con el finiquito
La crisis ha saltado de las empresas de Internet a toda la industria. El ambiente laboral es más sofocante para el trabajador.
Miles de estadounidenses han recibido en las últimas semanas la temida "papeleta rosa" que indica que están despedidos. Y no sólo en las vapuleadas empresas de Internet, también en la industria del automóvil, los electrodomésticos, la química o los servicios. Algunas se quejan del encarecimiento del petróleo, otras de los menores ingresos en el exterior por la fortaleza del dólar. Todas han sufrido (o esperan sufrir) fuertes declives en las ventas.
Además los, tipos de interés, que han estado en su nivel más alto en nueve años, fuerzan la cautela de las entidades bancarias que miran con lupa la concesión de créditos. Para redondear, los mercados financieros no están para fiestas.
Y casi nadie se atreve aún a subir precios debido a la fuerte competencia. La guerra de gangas es muy notoria en la las industrias de la automoción y los ordenadores.
El número de despidos por mes ha subido desde 37.000 en junio a 51.000 de media en el segundo semestre del año, según la firma Challenger, Gray & Christmas. Y las industrias más afectadas han sido las del automóvil, ventas minoristas, productos industriales y servicios financieros.
Entre enero y noviembre se han anunciado 480.000 despidos. Y en cabeza se colocó la industria de automoción, con 59.621 puestos suprimidos. En el sector de Internet, los despidos hasta septiembre rondan los 31.000.
Al menos por ahora, las posibilidades de encontrar pronto un nuevo puesto de trabajo son altas. La tasa de paro está a niveles históricamente bajos (4% en noviembre). Sólo el 14% de los que pierden el empleo están en paro más de 26 semanas.
Y el último informe de la Asociación Americana de Gestión (AMA) sobre tendencias de contratación, publicado en otoño, indicaba que un 77,8% de las empresas están creando empleo.
Pero el cambio en el ambiente laboral en los últimos meses ha sido radical. El año pasado por estas fechas, el cartel de "se busca mano de obra" colgaba en casi todos los negocios del país y los responsables de recursos humanos se pasaban jornadas interminables asistiendo a cursillos sobre "cómo fichar personal" o "cómo retener a sus empleados". Hoy son los trabajadores los que devoran manuales sobre "cómo sobrevivir al despido".