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Los inversores venden fondos por la pérdida de rentabilidad

Los fondos de inversión perdieron unos 450.000 millones de pesetas de su valor a lo largo del año y los inversores, asustados por el cariz que han tomado los mercados, en especial en el último trimestre, han retirado algo más de tres billones de pesetas del ahorro confiado a estos instrumentos de inversión colectiva. El año 2000 ha sido el peor de la década para la estabilidad del patrimonio financiero de las familias, aunque los partícipes en fondos han perdido, en su mayoría, bastante menos que los inversores que han acudido a la Bolsa. En algunos fondos, las ganancias han llegado a superar el 40%.

El valor del patrimonio que los inversores tienen en los fondos de inversión domiciliados en España ha sufrido un serio correctivo durante el pasado año. Alrededor de 450.000 millones de pesetas es la pérdida que puede estimarse en el valor total de la cartera en manos de los inversores. Una pérdida que representa apenas el 1,4% en términos relativos, descenso que puede considerarse modesto en comparación con el que han sufrido los inversores en otros activos.

El aumento del riesgo asumido el pasado año por los inversores ha deparado suertes muy dispares : quienes apostaron por fondos especializados en sanidad han logrado espectaculares ganancias. La cruz ha sido, cómo no, la inversión en fondos de nuevas tecnologías, con pérdidas del orden del 50% en algunos casos.

El calificativo de peor año de la década no sólo ha sido válido para la Bolsa. También para los inversores en fondos de inversión. Alrededor del 40% del patrimonio gestionado por las entidades de inversión colectiva española durante el pasado año acaba de cerrar el ejercicio con una valoración inferior a la que tenían las carteras a finales del pasado año.

Contracorriente.

Durante los últimos meses, los inversores han hecho lo contrario de lo que exigía el mercado. Han vendido sus participaciones en fondos de corte conservador y han apostado con fuerza por los fondos de riesgo. Han elegido el momento menos apropiado porque los mercados han dictado las leyes justo a la inversa: castigando al riesgo y premiando a los miedosos.

Unos 4,5 billones de pesetas han salido de los fondos de tipo conservador y defensivo y en medida también muy importante, alrededor de 1,5 billones de pesetas, ha aumentado el patrimonio de los fondos de renta variable.

El resto es el dinero que ha salido del sector y, este sí, ha apostado decididamente por la más conservadora de las opciones de inversión. Es decir, las cuentas de ahorro y los depósitos de alta remuneración, cuya rentabilidad ha batido incluso a la de los fondos de renta fija a largo plazo.

Estos últimos, que han perdido un notable volumen de patrimonio, han terminado el año con una de las mejores rentabilidades de entre las diversas familias de fondos. Se están beneficiando desde hace dos o tres meses de las bajadas de tipos a largo plazo y la consiguiente subida de las cotizaciones de la renta fija, lo que se traduce en rentabilidades positivas en algunos fondos de este tipo por encima del 7%.

En el capítulo de los grandes ganadores del año, al igual que entre los perdedores, están los fondos de riesgo. Varios fondos han roto al alza la barrera del 30% de rendimiento anual. No se incluye en la lista un fondo que ha logrado incluso superar la barrera del 60%, ya que tan sólo cuenta con 30 millones de pesetas de patrimonio, muy por debajo de los mínimos exigibles por la CNMV a los fondos FIM (500 millones de pesetas por lo menos).

Fondos sectoriales especializados en valores del sector de la medicina y en algunos casos en el sector financiero han sido los líderes indiscutibles en ganancias durante el ejercicio recién finalizado.

La cara amarga la han protagonizado los fondos sectoriales especializados en valores tecnológicos, con pérdidas superiores al 50% y en algún caso por encima incluso del 60%. Fondos que han perdido en algunos casos más que los índices representativos del sector tecnológico. Entre éstos seguro que alguno constituye una excelente oportunidad de compra de cara al año recién iniciado.

 

Los partícipes reembolsaron 3,2 billones en 2000

Finalizado, por fin, el año 2000, se puede ya concluir que ha sido un periodo bastante nefasto para la inversión y, sobre todo, para la colectiva. En un contexto como aquél, los partícipes de los fondos de inversión han optado en muchos casos por reembolsar el dinero invertido, tal y como demuestra el saldo de los últimos 12 meses. Así, según el último informe del año de Ahorro Corporación, los partícipes han reembolsado 3,2 billones de pesetas desde el 1 de enero, o lo que es lo mismo, el patrimonio neto (la diferencia entre reembolsos y desembolsos) ha descendido un 9,4%.

En cuanto al patrimonio bruto, es decir, el que incluye las apreciaciones o devaluaciones de los productos en los que invierte el fondo de inversión, tampoco se puede ser muy optimista. El volumen gestionado por los fondos de inversión ha caído 3,5 billones de pesetas, precisamente por el fuerte retroceso que han experimentado las Bolsas de todo el mundo. Así, el volumen de patrimonio de los fondos de inversión españoles se situó a finales de diciembre en los 30,8 billones de pesetas, frente a los 34,3 billones gestionados a finales de 1999.

Sólo en diciembre el volumen bruto de la inversión colectiva ha descendido 464.000 millones de pesetas, mientras que los reembolsos realizados por los partícipes han ascendido a 90.000 millones de pesetas.

Con todo, la evolución del patrimonio de los fondos de inversión ha sido muy dispar si se toma familia por familia. Así, destaca la confianza cada vez mayor de los inversores en la renta variable, a medida que el mercado se va haciendo más maduro. A pesar de las fuertes caídas de las Bolsas internacionales, muchos partícipes han seguido apostando este tipo de productos, de manera que las suscripciones en los fondos de renta variable pura han alcanzado 1,7 billones de pesetas, es decir, un crecimiento del 41,8% con respecto a diciembre de 1999. Los fondos mixtos de renta variable, por su parte, se han beneficiado de unas suscripciones valoradas en 285.000 millones de pesetas.

En términos brutos, el crecimiento patrimonial de estas dos familias queda en 1,18 billones de pesetas para la renta variable y 132.000 millones para la renta variable mixta.

Por el contrario, ha sido la renta fija mixta la que ha sufrido los mayores reembolsos, nada menos que 2,31 billones de pesetas, seguida de los fondos que invierten en el mercado monetario, que han perdido 1,8 billones de patrimonio neto.

Previsiones para 2001

Todo parece indicar que el año que ahora comienza será mejor que el pasado. Según los datos recogidos por Ahorro Corporación, a lo largo de 2001 debería concretarse un aumento de patrimonio, tanto neto como bruto, que podría ser de 1,8 billones de pesetas en el segundo caso, esto es, un 5,8% por encima de las cifras de 2000, con lo que el año finalizaría con un volumen gestionado de en torno a los 33,5 billones de pesetas.

En este contexto, continuaría el crecimiento de las suscripciones en los fondos de renta variable y renta variable mixta, mientras que los reembolsos afectarían en mayor medida a los monetarios y a la renta fija.

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