La rentabilidad de las OPV en EE UU imita la crisis de 1987
Se terminaron las revalorizaciones del 300% en un solo día. Atrás quedaron las salidas a Bolsa de meras ideas supuestamente brillantes sin una base financiera sólida. Todo ello pertenece ya al siglo pasado. Nueve meses de limpieza a fondo en los mercados han traído consigo las rentabilidades más bajas para las empresas que el año pasado salieron a Bolsa en EE UU.
Alrededor de 430 compañías debutaron en Bolsa en los mercados estadounidenses en 2000. No se batió el récord de estrenos (en 1996 fueron más de 900), pero sí fue el año en el que las empresas lograron arrancar más dinero en su puesta de gala en los parqués, 18 billones de pesetas según datos de Bloomberg (en estas cifras no se tienen en cuenta las ampliaciones u ofertas adicionales). Aunque serán pocos los que recuerden estas cifras.
El año 2000 será para siempre el año en que explotó la burbuja tecnológica y provocó que las salidas a Bolsa pasaran en cuestión de meses de la admiración al más puro escepticismo. El resultado es que las empresas que aterrizaron en el mercado en 2000 retrocedieron en Bolsa una media del 27%, según las cifras de la consultora estadounidense IPO Monitor. Ello supone el peor registro desde 1987, cuando el crash bursátil trajo consigo una sequía en el mercado de OPV que duró tres años.
El fervor que despertaban las salidas a Bolsa se fue mitigando con las sacudidas del Nasdaq. "Entre enero y marzo, las acciones de las compañías que debutaban en Bolsa subieron una media del 95% el primer día de negociación, mientras que en el último trimestre esta cifra se había reducido al 15%", ilustra el estudio de IPO Monitor.
De más a menos
El ritmo de estrenos cayó a la misma velocidad. Hasta septiembre salieron a Bolsa más de 100 empresas por trimestre, y tan sólo 55 entre octubre y diciembre, la cifra más baja registrada en el último trimestre desde 1992.
También se aceleró el número de cancelaciones en el último trimestre. Según Commscan, una compañía neoyorquina que proporciona datos estadísticos a firmas de inversión, 223 empresas decidieron atrasar o abandonar su salida a Bolsa, de las cuales, casi la mitad tomó esta decisión en los últimos tres meses del año.
El calendario coincide con la mala evolución que presenta el índice que mide la evolución de las OPV elaborado por Bloomberg (IPO Index). Este indicador cayó en 2000 un 44%, frente al 256% de revalorización en 1999, a pesar de que en marzo acumulaba una subida del 40%. Es la primera vez que este índice termina en negativo desde que fue lanzado en 1994. A pesar de que la media de los descensos entre las novatas (-27%) es menor que la caída del Nasdaq este año (-39,29%), el IPO Index, que toma en consideración criterios de ponderación, es un indicador más fiable de la magnitud de los retrocesos.
El batacazo del Nasdaq ha supuesto, sobre todo, una cura de humildad. "A partir de ahora primará la modestia, tanto por parte de los empresas que acuden al mercado en busca de financiación, como por el lado de las entidades colocadoras, que cuidarán al máximo sus valoraciones para no crear falsas expectativas. Muchas de las OPV del año pasado no tendrían que haberse realizado", señaló a Cinco Días un banquero de una firma suiza que prefirió mantenerse en el anonimato."
Opiniones parecidas aparecían hace dos semanas en el semanario estadounidense Barron's. "No vemos que las OPV vayan a ser capaces de acaparar el interés de los inversores en el corto plazo", apuntaba a este medio William Hambrecht, fundador de la firma de inversión que lleva su nombre y una de las que más OPV acapara en Estados Unidos.
A los inversores les costará mucho olvidar que el año pasado cerca del 70% de las compañías que se estrenaron en los mercados de EE UU cayeron por debajo del precio de colocación, cuando en 1999 este número era sólo del 20%.Tampoco borrarán de sus mentes que, según las cifras de IPO Monitor, las OPV de compañías de Internet han perdido de media un 60% en 2000, el grupo de empresas más defenestrado.
Las salidas
a Bolsa en España se suceden con cuentagotas
Tenía que ser el año de las OPV, pero España ha cerrado un ejercicio modesto en cuanto a salidas a Bolsa se refiere. Sólo cuatro nuevos nombres de compañías españolas aparecen en los índices: Prisa, Recoletos, Gamesa y Telefónica Móviles (entre las cuatro suman 0,77 billones de pesetas y el 70% fue de Telefónica Móviles). Sólo Gamesa está en positivo, un 103%. Cancelados o retrasados quedaron los planes de Ono, Meta 4, Lanetro, Alehop, Telefónica Media, Puleva Biotech, Soluziona...
El nuevo papel estuvo dominado en 2000 por las ampliaciones o ventas adicionales de empresas que ya cotizaban en el mercado (Logista, BBVA, BSCH, Tecnocom, Amadeus, Zeltia y Sos Arana) o que, pese a tener una participación española, se trataba de entidades extranjeras que ya estaban presentes en otros mercados (EADS, fruto de la integración de DASA, CASA y Aerospatiale Matra). Entre ellas sumaron un total de 1,44 billones de pesetas.
El turbulento estado de los mercado intimidó a las compañías a la hora de dar el salto al parqué, al contrario que en 1999, cuando nueve nuevas empresas salieron a Bolsa.