Digitalización: ¿un imposible para la pequeña empresa?
Los clientes reclaman soluciones que a las pequeñas empresas les resulta difícil implantar.
Los niveles más avanzados, como los vinculados al e-business, o la utilización de servicios de cloud computing son las mayores debilidades de la digitalización de las pequeñas y medianas empresas en España. Así se desprende del informe “La digitalización como palanca de competitividad de la pyme”, elaborado por la Cámara de Comercio de España.
Los datos ofrecidos por este análisis ponen de manifiesto que las empresas españolas cuentan con las infraestructuras y los recursos humanos necesarios para poder digitalizarse. De hecho, según el estudio, las empresas de nuestro país se han superado la primera fase de digitalización. Los niveles de conectividad y equipamiento son adecuados. El problema viene a la hora de implantar sistemas más complejos, como los que comentábamos al principio.
Las pymes y la digitalización
El proceso de digitalización de las pequeñas y medianas empresas no es una opción. Es necesario que las pymes innoven sus procesos y los adapten a la era digital para poder sobrevivir. En España, el 99,8% de las empresas son pymes. Suponen el 66% del empleo total y el 62% del PIB. Por tanto, estamos hablando del sustento de la economía española, lo que aumenta más aún la necesidad de que las pymes se adapten a la digitalización para que puedan desarrollarse y crecer.
Digitalizarse, según se expone en el documento, implica apoyarse en las nuevas tecnologías para encontrar nuevas formas de trabajo con el fin de ser más eficientes en nuestros esfuerzos y construir nuevos modelos de relación con clientes, proveedores y partners. Es decir, la digitalización de las pymes supone una mejora para sus procesos y su negocio. No es un capricho, sino que tienen la oportunidad de modificar sus modelos de producción y gestión para conseguir generar valor para conseguir nuevos clientes y ganar su atención y confianza.
El cliente busca una empresa digitalizada
Además de la mejora del sistema económico global o la capacidad de crecimiento empresarial que supone la digitalización, los propios clientes lo exigen. Los consumidores reclaman empresas actualizadas tecnológicamente. Los clientes de hoy en día no pueden toparse con barreras espaciales, temporales o sociales, porque la tecnología ha favorecido que puedan comprar productos o servicios de cualquier lugar del mundo. Demandan una aproximación clara, rápida, ubicua, eficaz, transparente, fiable, personalizada, recíproca y segura. Y todo ello solo puede conseguirse con una pyme digitalizada.
El potencial cliente está hiperconectado. En concreto, el 85% de los españoles entre 16 y 74 años se conecta a diario a la red, y 9 de cada 10 través de los dispositivos móviles. Esto obliga a las empresas a ofrecer sus servicios o productos online, tener una web responsive para Smartphone, pasarelas de pago, una buena experiencia de usuario, etc. Además, tiene acceso a infinidad de información, por lo que puede comparar precios o prestaciones en un solo clic. El 67% se conecta a redes sociales, por lo que la empresa ha de tener presencia en ellas. En definitiva, digitalizar la empresa para adaptarla al cliente actual.
Inicio de la transformación digital de una pyme
Según aconsejan en el documento de la Cámara de Comercio, cada pyme, por pequeña que sea, debe tener tres objetivos principales: mejorar la productividad, aumentar las ventas y lograr un ahorro y control de las infraestructuras.
Para mejorar la productividad es necesario incorporar equipos y herramientas que lo favorezcan, como puestos de trabajo flexibles, una buena conectividad, aplicaciones informáticas de utilidad, almacenamiento en la nube, teléfonos móviles inteligentes o sistemas de gestión inteligente e integrada con comunicaciones multicanal, entre otros. En el caso de conseguir más ventas, los esfuerzos deben centrarse en el cliente, en su experiencia como usuario. Para ello, las pymes han de incorporar nuevos canales de comunicación y captación, pagina web con tienda online, herramientas de marketing digital para mejorar el posicionamiento en buscadores, sistemas de personalización y fidelización, como mail marketing o gestión de redes sociales. El tercer objetivo es la transformación más compleja para las empresas más pequeñas. En este punto se trata de optimizar los recursos y sacarles el máximo partido. Entraría en juego la implantación de soluciones basadas en el internet de las cosas o plataformas de cloud computing o big data.
Aceleración de la digitalización de la pyme
Ante la importancia del proceso de digitalización, la Cámara de Comercio cree necesario favorecer el impulso de la pymes. El diagnóstico del estudio pone de manifiesto que las pequeñas y medianas empresas tienen aún mucho por hacer en este ámbito, incluso en las primeras fases. Es por ello que organizaciones como las Cámaras, junto a la administración pública y demás agentes deben ayudar a este proceso de digitalización de las pymes, que favorece a todos: a los trabajadores de las propias pymes, a los consumidores y al sistema económico español.
Entre las propuestas sugeridas por la Cámara de Comercio destaca la actualización de la formación universitaria y profesional, planes de becas, fomento de la contratación de profesionales TIC, incentivos fiscales, reducción de cargas administrativas, facilitar el acceso a la financiación, etc.