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La opción de una fusión en Popular gana adeptos en la cúpula de la entidad

El Gobierno afirma que el banco requiere una “solución privada” Su capitalización es de 2.660 millones, casi igual que su última ampliación

GRA057 MADRID, 10/4/2017.-El presidente del Banco Popular, Emilio Saracho
GRA057 MADRID, 10/4/2017.-El presidente del Banco Popular, Emilio SarachoLuca Piergiovanni (EFE)

La idea de una posible fusión de Banco Popular con otra entidad va ganando adeptos no solo en el mercado, sino también entre los accionistas y la cúpula de la institución, según aseguran fuentes financieras conocedoras de los entresijos de la firma que preside Emilio Saracho. Esta alternativa era una de las últimas que manejaba el anterior equipo de Popular, encabezado por Ángel Ron, para salvar el valor del banco, que ahora se encuentra en caída libre. Ahora, sin embargo, se ha abierto un debate en el que ya varios accionistas, consejeros y fondos son partidarios de la unión de Popular con otra entidad para lograr sobrevivir en el futuro sin nuevos sobresaltos.

Saracho maneja también esta vía como una posible solución antes de que Popular pueda entrar en el limbo del sector, es decir, en una situación de resolución dirigida por el BCE y de la que es casi imposible salir. Pero antes de llegar a este extremo el banquero explicó el lunes pasado en la junta de accionistas que intentará reforzar el capital de la entidad con la venta de activos y con una ampliación de capital –también baraja realizar una emisión de bonos convertibles–.

Explicó que su objetivo no será fusionar la entidad con otra, pero no descarta una operación corporativa siempre que “reconozca su valor”. Y añadió: “merece la pena luchar por Popular”, “valoraremos en su momento todas las alternativas y apoyaremos lo que más valor genere. Pero no gestionaremos con el único fin de una operación corporativa. En las condiciones actuales podríamos pedir capital o participar en una fusión. Cualquier opción es mejor que acabar como un banco que ni se liquida ni se capitaliza”, concluyó.

Hasta ahora el banco había optado por su independencia, y su consejo, salvo el inversor mexicano Antonio del Valle, parecía más proclive a buscar soluciones para mantener Popular en solitario. En la actualidad las tornas están cambiando y cada vez hay más defensores de la fusión si así logran salvar el valor de sus acciones. Ayer cerró a 0,63 euros por título, con una caída del 4,37%. Su cotización se ha depreciado un 22% en las tres últimas sesiones. Su capitalización suma 2.660 millones, ya cerca de los 2.500 millones que captó en la ampliación de capital de junio.

De cualquier forma, y pese a que la mayoría de los bancos de inversión apuestan por una ampliación de capital que puede llegar a 3.000 millones de euros a precios de derribo, algunas firmas como Citi optan por dar un voto de confianza al nuevo equipo de Popular.

Mientras, la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, afirmó ayer que el Banco Popular requiere una “solución privada” y ha indicado que el Gobierno sigue “muy de cerca” las alternativas planteadas por la junta de accionistas de Popular para sacar adelante el proyecto de la nueva presidencia de la entidad.

En la rueda de prensa para analizar los datos del IPC de marzo, Garrido indicó que Popular requiere una “solución privada”, ya que se trata de una “entidad privada” y el Gobierno ha recibido indicaciones del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de España respecto a que “no presenta problemas de solvencia”.

“Seguimos el proceso de la nueva presidencia de Popular, con la conformación de su equipo, y seguimos muy de cerca la junta de accionistas en la que han planteado alternativas para sacar adelante el proyecto en el que confía la nueva presidencia”, apuntó en referencia a la posible ampliación de capital del banco que se realizaría a finales de año dirigida “únicamente” a mayoristas y “sin descartar procesos de fusión de convergencia, de consolidación”.

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