Cortana será nuestro copiloto en Windows in the Car
Microsoft ya nos mostraba su proyecto de Windows In The Car en la última conferencia //Build de la pasada primavera, mostrando así su interés por llevar Windows 10 a todas las pantallas posibles. En este caso eran las de los sistemas de infotaiment de los vehículos Parece que el desarrollo de esta idea no se ha estancado, siguiendo un ritmo constante y ha alcanzado una nueva versión donde, por otra parte es algo lógico, la más significativa de las novedades no es otra que la integración de Cortana, el asistente virtual de la compañía de Redmond que hará las veces de nuestro copiloto virtual cuando estemos al volante para obedecer todas nuestras órdenes como también lo hace en los ordenadores con Windows 10 y en los móviles con Windows Phone - en el futuro Windows 10 Mobile -.
La información procede desde un evento llamado TechDays organizado por la propia Microsoft en Taiwan donde Samuel Shen, el máximo responsable de la empresa norteamericana en Asia-Pacífico, ha revelado que la compañía ya tiene en marcha hasta un concepto que no necesitará de pantallas en los coches, sino que la interfaz de Cortana y la información o el interfaz se proyectará en el parabrisas del vehículo. De esta forma, sin impedir que quitemos los ojos de la carretera, nos mostrará cosas como un mapa virtual con la ruta que debemos seguir. La integración con Cortana nos permitirá, por ejemplo, hacer una reserva en un restaurante mientras vamos en marcha o buscar un hotel cercano si nos pilla la noche y llevamos muchas horas conduciendo.
Shen ha revelado que no han lanzado aún este tipo de productos por el alto coste que supone pero que están intentando hablar con empresas en la zona para hacerlo posible. Hay que decir que, aunque esto suene muy futurista, Microsoft no es ningún novato en el sector de la automoción, como si lo son Apple o Google. Lleva años ofreciendo sistemas de control a bordo para los ordenadores de marcas como Fiat, Kia, BMW, Nissan o Ford. El problema hasta ahora es que cada fabricante cogía el software de Microsoft y lo modificaba haciéndolo suyo, por lo que aunque todos, en el fondo, eran el mismo, en realidad no había un estándar.
Esa es la baza que quieren jugar Apple CarPlay y Android Auto, y un tren que Microsoft sabe que no puede pemitirse perder.