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El gasto baja en 13.110 millones hasta agosto

¿Cuánto se ha ahorrado España por la rebaja del petróleo?

El impacto de un petróleo barato en España
Tere García

El desplome del precio del petróleo ha tenido un efecto balsámico en la economía española. El ministro de Economía, Luis de Guindos, cifra el ahorro en 10.000 millones de euros. Los cálculos realizados por CincoDías muestran que la cifra es incluso superior. Entre enero y agosto de este año, el coste de importar crudo se ha elevado a 24.510 millones de euros (se compraron 1,3 millones de barriles diarios a un precio medio de 51,6 euros), lo que supone una rebaja de 13.110 millones respecto al mismo período de 2014. Si continua esa tendencia de precios bajos hasta final de año, el beneficio podría llegar a los 20.000 millones, el doble de lo que se va a lograr con la reforma fiscal aprobada para este año y el que viene.

Ese impacto beneficioso ha obligado al Ejecutivo, al Banco de España, al Fondo Monetario Internacional o a los analistas a los que consulta Funcas a revisar al alza en las últimas semanas su estimación de crecimiento para España, aunque la explicación de esa recuperación no ha sido exactamente la misma.

Todos coinciden en que la economía española avanzará a tasas cercanas al 3% este año y el que viene. Mientras que el Ejecutivo lo justifica por la recuperación del consumo y de la inversión, que está revirtiendo en su opinión íntegramente en creación del empleo (auguran medio millón de nuevos puestos de trabajo este año y el que viene), los organismos internacionales y los servicios de estudios privados consideran que la rebaja del precio del crudo (un factor exógeno sobre el que no tiene control la política económica de España) es el principal elemento que ha devuelto a España a la senda del crecimiento.

Un ahorro mensual de 1.700 millones

España solo produce el 0,2% del petróleo que consume y tiene que importar el resto, lo que le comporta una factura cuantiosa, especialmente cuando el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, sube con fuerza. Ocurrió así, por ejemplo, en 2012 (enero-agosto), en el que cada barril que compraba tenía un coste medio de 87 euros. España importa 1,3 millones de barriles diarios, de tal manera que el coste de las importaciones energéticas se elevó a 41.325 millones de euros en el citado período, el nivel más elevado desde que estalló la crisis. Desde esa fecha empezó a bajar o se moderó y el verdadero derrumbe de precios se ha producido en el último ejercicio. Entre enero y agosto de 2015, el precio medio del barril se ha situado en 51,6 euros y el coste de la factura ha caído hasta los 24.510 millones de euros. Dicho de otra manera, que la economía española ha ahorrado 13.110 millones en compras de crudo en los ochos primeros meses del año.

Si ese nivel de precio persiste, el ahorro medio mensual obtenido (1.700 millones) podría prolongarse hasta final de año ofreciendo un alivio a las cuentas públicas y privadas cercano a los 20.000 millones de euros. Una cifra que duplica el impacto de la reforma fiscal aprobada por el Ejecutivo para este año y el que viene y que explica en gran medida el impulso del PIB de España frente a otros países, como Francia o Alemania, en el que la dependencia del crudo no es tan apreciable y en el que el peso de las nucleares o de las renovables es más importante.

Fuerte división en la OPEP

Lo que queda por determinar es si los precios del petróleo se mantendrán bajos a medio plazo o si empezarán a repuntar con fuerza, lo que sin duda recortaría de forma exponencial el ahorro obtenido hasta el momento. Algo que parece que no va a suceder en los próximos meses, a tenor de las conclusiones de las últimas reuniones de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el lobby que reúne a los grandes productores. Una gran parte de ellos, como Venezuela o Ecuador, abogan por recortar la producción para incrementar los precios, mientras que otros, como Arabia Saudí o Emiratos Árabes, no están dispuestos a hacerlo para que el negocio del fracking (obtención de gas o petróleo a través de la inyección de agua en el subsuelo) siga creciendo con fuerza en EE UU y sea más competitivo que la extracción del crudo al ser más barato.

La bajada del precio del crudo se ha visto acompañada, en paralelo, de un incremento de las compras de petróleo, algo que el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, considera un movimiento normal del ciclo económico. Entre enero y junio, último dato disponible, las importaciones de petróleo se han elevado a 31,3 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 7,5% respecto al mismo período de 2014 y el máximo desde el inicio de la crisis.

Un incremento inesperado del precio del barril de Brent podría obligar a plantearse nuevos ajustes o a aplazar incentivos previstos con anterioridad. Según los cálculos realizados por este periódico, por cada 10 euros que aumente el precio del barril, el coste adicional es de 6.000 millones de euros. Una cifra que también está condicionada por la evolución del cambio entre el euro y el dólar. Al ser el crudo una materia prima que se comercializa en dólares, la apreciación o depreciación del billete verde sobre el euro es la que abarata o encarece las compras de crudo y la factura a pagar por empresas y administraciones públicas. Un euro fuerte y un dólar barato obligan a la economía española a gastar menos dinero en comprar petróleo, mientras que un euro barato y un dólar apreciado provocarían el efecto contrario. Los expertos prevén que el euro se mantendrá en el entorno de 1,10 dólares por euro.

La escasa correlación entre el barril de Brent y los carburantes

En junio de 2014, el precio del petróleo inició una cuesta abajo que aún no ha encontrado suelo. En esa fecha cotizaba a 82 euros o 112,29 dólares; catorce meses después ha bajado hasta los 48,3 euros o los 54 dólares. Correcciones del 42% o del 52% que en ningún caso se han producido con la misma intensidad en el precio del carburante. En ese período, el litro de gasolina de 95 octanos ha bajado de 1,456 a 1,183 euros, un 18,7% menos, mientras que el de gasóleo ha pasado de 1,346 a 1,053 euros por litros, un 21,8% menos. ¿Por qué el precio de los carburantes cae menos que el del petróleo? La razón se encuentra en el creciente peso de los impuestos en el precio final. Los últimos datos de la UE reflejan que en la segunda semana de agosto el 54% del precio de la gasolina de 95 octanos y el 51% del gasóleo eran impuestos. Pese a lo elevado del nivel se encuentran lejos de la media comunitaria (62% para la gasolina y 58% para el gasóleo).

Un argumento defendido por la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) frente a las críticas de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). El organismo presidido por José María Marín Quemada acusa a las compañías de transmitir con mayor celeridad las subidas de precio del barril al surtidor que las bajadas (“los precios suben como cohetes y bajan como plumas”, fue la frase acuñada en uno de sus informes).

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