Competencia cree probado que las automovilísticas operan como un cártel
Cartel. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) entiende que la industria española del motor ha operado en base a prácticas anticompetitivas articuladas como un cártel. La infracción más grave en términos de mercado que un grupo de empresas pueden cometer.
Fuentes conocedoras de la investigación han confirmado a Cinco Días que las 23 marcas de coches incluidas en el proceso están recibiendo ya el pliego de concreción de hechos, en el que el instructor considera que las conductas investigadas son merecedoras de esta calificación. Se abre ahora para ellas el periodo de alegaciones y posteriormente, el Consejo de la CNMC el que fijará la sanción a cada una en función de la gravedad de sus actuaciones.
Competencia incoó expediente, entre agosto de 2013 y mayo de 2014, a las filiales españolas de Seat, Nissan, Renault, Toyota, Chrysler, General Motors, Fiat, Ford, Chevrolet, Hyundai, Honda, Kia, Peugeot, Citroën, Volkswagen, Audi, B&M (importadora de Mitsubishi en España), BMW, Mazda, Mercedes Benz, Orio, Porsche, Renault y Volvo. También están incluidas las consultoras Urban Science y Snap-On Business Solution.
La Dirección de Competencia acusa ya formalmente a las marcas de “adopción de acuerdos entre empresas competidoras en el mercado de la distribución de automóviles en España para intercambiar información confidencial sobre los resultados, cifras económicas y márgenes comerciales presentes y futuros, sobre la estrategia presente y futura de la distribución comercial, con efecto directo en la fijación de precios de ventas de los automóviles, así como para la homogeneización y fijación de las condiciones y planes comerciales presentes y futuros de las marcas de automóviles en España entre dichas empresas competidoras”.
Fuentes de uno de los fabricantes implicados reconocen que efectivamente hubo intercambio de información pero estiman que los datos aportados “no tienen carácter estratégico, se trata de datos agregados y no pueden considerarse información sensible que afecte a la libre competencia del mercado”. Habrá que esperar a que las enseñas realicen sus alegaciones para ver si se estiman estos extremos por la CNMC.
Más allá de las alegaciones, estarían los siete expedientes incoados por la CNMC para 187 concesionarios españoles de 10 marcas. La Dirección de Competencia ha redactado ya su propuesta de sanción para los concesionarios investigados por posibles prácticas anticompetitivas, considerando que existe cartel. Estas actuaciones tienen la calificación de “muy graves” dentro de la normativa y el instructor propone al Consejo de la CNMC, encargado de fijar las multas, la sanción máxima, un 10% de la facturación, según han explicado a Cinco Días fuentes conocedoras de las propuestas. El monto total de la sanción se conocerá como muy tarde en marzo.
Competencia incoó a finales de agosto de 2013 seis expedientes a redes de concesionarios (al que se sumó uno más en 2014) acusando a todos ellos de “fijación de precios y condiciones comerciales y de servicio, así como el intercambio de información comercialmente sensible”. En concreto, en los distintos expedientes hay 187 concesionarios afectados de Seat, Volkswagen, Audi, Skoda, Nissan, Toyota, Land Rover, Hyundai y Opel y contra las asociaciones de concesionarios Acevas, Ancosat y Ancopel y las empresas consultoras Ant Servicalidad y Howarth Auditores España.
El expediente sanciona el hecho de que concesionarios pertenecientes a la misma red pactaron entre ellos una especie de política de no agresión por la que se comprometían a no realizar descuentos finales por encima del 4%.
La historia de un chivatazo
Y en el principio, alguien levantó la liebre. Para que toda esta investigación se pusiera en marcha, hubo una empresa que denunció a la Comisión la existencia de este cartel. Según el pliego de concreción de hechos redactado para los concesionarios, el 24 de abril de 2013, Seat presentó “en la CNMC una solicitud de exención del pago de la multa o, subsidiariamente, de reducción del importe de la multa, en beneficio de la citada empresa, de todas sus filiales directas e indirectas y del grupo al que pertenece Seat [el alemán Volkswagen], en relación con determinadas prácticas anticompetitivas en el sector de la distribución de vehículos de motor de concesionarios propios e independientes, consistentes en la fijación de precios y condiciones comerciales para la venta de vehículos de las marcas Volkswagen, Audi y Seat, aportando pruebas documentales”. A raíz de esta solicitud, el organismo inició las diligencias para determinar si concurrían circunstancias que justificasen la incoación de un expediente sancionador.Según fuentes cercanas al proceso, después de que los concesionarios pactaran limitar los descuentos en los coches, era la empresa ANT Servicalidad la que se encargaba de comprobar su cumplimiento, a través de falsos clientes que iban a los puntos de venta. Después, era Horwath Auditores, también en el expediente los que se encargaban de multar a los incumplidores.