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Manuel de la Rocha Vázquez, secretario de Economía del PSOE

“La devaluación salarial permanente compromete el futuro del país”

"España necesita una nueva transición económica" "El capital en sicav o fondos de inversión tributará en el IRPF cada año"

PABLO MONGE

Manuel de la Rocha Vázquez (Madrid, 1972) es el responsable de la Secretaría de Economía del PSOE. Este licenciado en Empresariales que ha trabajado varios años en el Banco Mundial asegura que España necesita una nueva transición económica que cambie el modelo de crecimiento y lo oriente, tras una profunda reforma fiscal y una revisión integral del modelo energético, hacia la economía del conocimiento y la reindustrialización. En una conversación con CincoDías detalla los proyectos que conformarán el programa económico para las próximas elecciones generales, dentro de un año. El PSOE que lidera Pedro Sánchez quiere un nuevo modelo laboral que acabe con la dualidad, una fuerte subida del SMI, y una corrección del factor de sostenibilidad de las pensiones. De la Rocha Vázquez asegura sobre Podemos: “Compartimos el diagnóstico, pero no las soluciones; no son realistas”.

Pregunta. España busca un modelo de crecimiento para volver a los niveles de riqueza de antes de la crisis. ¿Qué propuestas tiene el PSOE?

Respuesta. El modelo del PP basado en devaluación salarial permanente nos parece pan para hoy y hambre para mañana. Genera desigualdad, se carga la cohesión social y compromete el futuro del país. Tiene poco recorrido, porque a base de bajar salarios siempre vendrá otro país que te gane. Necesitamos una transición económica, que estaría basada en una reforma fiscal para garantizar el estado del Bienestar, con un patrón de crecimiento distinto, basado en la competitividad-país, competitividad con cohesión; una apuesta por la economía del conocimiento y la reindustrialización, con un banco público de inversión; y un modelo energético sostenible.

La industria ha perdido 4,5 puntos de PIB, con un millón de puestos de trabajo, y está visto que los países que aguantan mejor la crisis son los que tienen un aparato industrial potente, y queremos apostar por ello. Tenemos que mejorar el entorno de la competitividad de las empresas, mejorando su tamaño, que ahora es bajo y son poco productivas y exportan poco. Se puede hacer más desde el sector público para la innovación, con un banco público de inversión. Hay líneas de financiación, pero se precisa una agencia financiera potente, gestionada con criterios de eficiencia y orientado a la industria para esa transición económica.

“Cada año se imputará una renta por el patrimonio financiero”

P¿Qué piensan hacer con Patrimonio y Sucesiones?

R. Estamos planteando que tienen que fijarse unos mínimos, respetando las competencias autonómicas para evitar además así el arbitraje y la deslocalización que se produce en el territorio nacional y tiene que haber un suelo mínimo con unos mínimos exentos en lo que sería la base imponible para no penalizar a las familias de clase media que ahora se ven enormemente penalizadas. Nuestra filosofía es que las grandes fortunas tienen que pagar algo a la hora de dejar en herencia porque eso es parte de una sociedad donde la sociedad también les ha aportado mucho a ellos.

Y en Patrimonio, queremos que la riqueza no productiva contribuya más. Hacer que los capitales se pongan a producir. Se integraría en el IRPF. Estamos todavía trabajando en este tema. Se trata de que paguen los grandes patrimonios, con unos mínimos exentos suficientes para evitar que la clase media no tenga que tributar por sus propiedades normales. Hay que afinarlo para evitar la doble imposición, pero sí nos parece que hay una gran parte de la riqueza que con figuras legales como los fondos de inversión o las sicav solo tributan cuando lo sacan, pueden tener mucho dinero, aumentar su riqueza y nunca pagar por ella. En el caso de las sicav se trataría de poner unos porcentajes máximos de tenencia en una sicav por persona porque se supone que es un instrumento de inversión colectiva y hacer que las personas paguen por el aumento del valor de esa riqueza que se produce, según se va consolidando. Y a la hora de sacar el dinero ya no pagarías por toda la plusvalía porque se supone que ya se ha ido pagando año a año. En Holanda, lo que se plantea es una renta imputada, como ocurre con las segundas y sucesivas viviendas que no están de alquiler.

P. ¿Cambiará, pues, la tributación del ahorro?

R. La tributación del ahorro en teoría ya no necesitaría un tipo específico, porque si te imputan una renta por ese patrimonio, quedaría resuelto con ese sistema mixto; de lo contrario, sería doble imposición.

P. ¿Preparan modificaciones para el IVA?

R. Algunas de las subidas decretadas por el PP, pasando productos del tipo superreducido y del reducido al tipo general, son muy injustas. Hemos hablado de fijar un IVA cultural del 5,5% porque nos parece que la subida decretada ha sido brutal. Y aunque es cierto que con la estructura actual del impuesto eso no podría llevarse a cabo, debe pelearse en Bruselas. También, nos gustaría establecer un IVA para bienes de lujo.

P. La construcción de este modelo choca en parte con la disponibilidad financiera. ¿Qué nivel de gasto público debe tener España?

R. Nos gustaría acercar el nivel de gasto público a la media europea, pero lo que tenemos es un grave problema de ingresos. Estamos cerca de nueve puntos de PIB por debajo de Europa y lo que creemos es que hay que hacer una reforma fiscal que eleve la recaudación.

En gasto estamos cuatro puntos por debajo de la media y, en consecuencia, como ya se han hecho muchos ajustes y recortes, el foco debe estar en elevar los ingresos. El Gobierno del PP ha recortado lo fácil, y es muy injusto e irresponsable, porque está poniendo en peligro los motores de futuro del país, se carga partidas que comprometen el futuro.

P. Entendemos que el PSOE respetará el objetivo de déficit de Bruselas...

R. El ajuste que se ha impuesto estos últimos años ha sido catastrófico para Europa, con una obsesión por la austeridad y objetivos de déficit tan draconianos que han resultado ser muy perjudiciales para el crecimiento. Creemos que el objetivo debe ser el crecimiento, pero nosotros somos gente seria y rigurosa: si gobierna un Ejecutivo del PSOE no dejaría nunca de cumplir con sus obligaciones en la Unión Europea; pero pelearía para hacer un tipo de política económica diferente, que prime el crecimiento. También somos conscientes del nivel de endeudamiento público que tenemos, que nos tiene enormemente preocupados. Pero con más crecimiento se puede pagar mejor la deuda. El nivel de deuda pública que se está acumulando, por encima ya del billón de euros, en los países periféricos va a ser una rémora para el crecimiento. Es un lastre enorme para los próximos años. Rajoy es el campeón del endeudamiento. Nunca ha subido tanto la deuda en España. Pensamos en soluciones europeas que economistas de prestigio han puesto encima de la mesa, que la Comisión ha estudiado, y que los asesores de Angela Merkel han apoyado, como son fondos de amortización de deuda, o avanzar hacia unos eurobonos.

P. ¿Mutualizarla toda, o una parte?

R. Esas eran las primeras propuestas: bajarla hasta el 60% y luego estabilizarla. Pasamos los excesos del 60% a un fondo de amortización que se refinancie a tipos más bajos, con plazos más largos, y a cambio de una condicionalidad estricta de disciplina fiscal.

P. ¿Dónde incrementaría el gasto?

R. En varias partidas. Pero es imprescindible en políticas activas de empleo. Nosotros dejamos la partida en cerca de 7.000 millones de euros, el PP la ha reducido a 4.000 millones. La OCDE está diciendo que ni 4.000, ni 7.000; ambas cifras están muy lejos para el nivel de desempleo que tenemos. Estamos diciendo que eso tiene que elevarse en un plazo corto hasta el 1,5% del PIB, 15.000 millones. Hasta los empresarios hablan para esa partida de políticas activas del 1,8% del PIB. En segundo lugar, la I+D+i, yo creo que es evidente, se le ha aplicado un recorte del 25%. Becas, que va al corazón de la igualdad de oportunidades y afecta al centro de nuestro discurso político.

P. Pero dado que el principal problema es de ingresos, ¿cómo piensan ustedes afrontarlo?

R. Plantearemos una reforma fiscal distinta, que no suponga aumentos de impuestos a las clases medias y trabajadores que ya pagan tipos nominales más altos que la media europea y soportan el grueso de la recaudación. Hay que poner el foco en el fraude fiscal, hacer que paguen los que nunca han pagado. A diferencia del PP que aprueba amnistías fiscales, nosotros creemos que lo que hay que hacer es luchar decididamente contra el fraude. Hemos presentado un informe en el que pensamos que existe un nivel de fraude de 70.000 millones. En cinco años, podríamos reducirlo a la mitad con medidas adecuadas.

En segundo lugar, actuaríamos gravando la riqueza. Que paguen las personas en función de su capacidad real de pago. Hemos planteado una figura tributaria novedosa que consistiría en integrar en el IRPF un impuesto a la riqueza, al patrimonio. Nos inspiramos en el modelo de Holanda con algunos cambios. Eso podría aumentar de manera muy sustancial la recaudación porque estaríamos gravando a muchas personas que prácticamente no pagan nada por la renta que tienen en fondos de inversión, en sicav, en sociedades patrimoniales o en supuestas empresas familiares.

En tercer lugar, creemos que hay que reformar a fondo el impuesto de sociedades. Con la crisis, su recaudación se desplomó mucho más de lo que cayó el PIB o los resultados de las empresas. Hay que recomponer su base imponible y limitar drásticamente las más de 60 deducciones, exenciones, bonificaciones. El Gobierno ha hecho algo, pero es insuficiente. La recaudación está en los niveles más bajos de la historia reciente. Además planteamos avanzar hacia una fiscalidad medioambiental, la fiscalidad de los autónomos para hacerla más favorable, y revisar el sistema de módulos.

P. ¿Cuál sería el tipo de Sociedades?

Delito fiscal con 50.000 euros y diez años para la prescripción

El secretario de Economía del PSOE, Manuel de la Rocha Vázquez, confía en la lucha contra el fraude para equilibrar las cuentas públicas. “Tenemos un plan de choque con el que queremos aumentar la dotación de personal de la Agencia Tributaria; hablamos de hasta 5.000 empleados públicos más. España cuenta con una de las ratios más baja de inspector por habitante de la zona euro; necesitamos un nuevo estatuto de la Agencia Tributaria para mantener su independencia; planteamos juzgados especiales de lucha contra el fraude para acelerar los procesos. También, hemos pedido bajar el delito fiscal de 120.000 a 50.000 euros y alargar la pena a seis años, lo que permite ampliar la prescripción hasta los 10 años. Tenemos medidas en materia de transparencia; consideramos que no puede haber responsabilidad social corporativa sin responsabilidad fiscal”.

 

Para De la Rocha Vázquez hay que poner también la lupa en las multinacionales: “Tenemos una iniciativa en el Congreso para crear una subcomisión que investigue las multinacionales que han firmado acuerdos con Luxemburgo para no pagar impuestos y más en general que se estudie cuánto pagan las grandes empresas en este país, qué tipo de mecanismos de elusión y planificación fiscal agresiva utilizan”.

R. Queremos recomponer su base imponible, reformar el impuesto y acercar el tipo nominal al efectivo, sobre todo de las grandes empresas y una vez que se recomponga la recaudación, podríamos plantear la posibilidad de bajar el tipo, aunque en España no están muy alejados de la media de Europa. ¿Recaudación?. Sería deseable que se acercara a los números que existían antes de la crisis.

P. ¿En qué tipo máximo de IRPF están pensando?

R. Se trata de que la clase media no pague más, los trabajadores no paguen más, recomponer la base imponible, eliminar deducciones regresivas, como pueden ser las de los fondos de pensiones, por alquiler de viviendas, etc. Recompuestas bases imponibles de sociedades y renta y elevada la recaudación, hay margen para bajar impuestos a las clases medias. Es más: como parte de nuestra propuesta de reforma fiscal hablamos de un rescate financiero para las familias de hasta 16.000 euros. Se trata de que las familias con desempleados e hijos con esa renta no tengan que pagar.

Sobre el marginal decir dos cosas: cuál es el tipo y a partir de qué nivel se aplica. A nosotros nos parece que las clases medias soportan el grueso y en muchos casos una imposición elevada y nos gustaría aliviar a la clase media trabajadora, pero siempre y cuando logremos primero estabilizar la recaudación y acercarla a los niveles europeos.

P. ¿Quiénes son para ustedes las clases medias?

R. En ese debate esotérico preferimos no entrar; pero son sobre todo los asalariados. En España el tipo marginal máximo del IRPF se alcanza muy rápido.

P. Pretenden limpiar las deducciones del IRPF. ¿Cuáles?

R. La exención aplicable a los primeros 1.500 euros de dividendos y al mismo tiempo bajar los tipos máximos que se aplican a las rentas del ahorro es regresivo porque a quien beneficia es a los grandes ahorradores. Revisaremos el trato de la renta vitalicia para los pensionistas y los coeficientes de abatimiento. La deducción por los planes de pensiones no nos gusta porque beneficia sobre todo a las clases medias-altas y altas. Nos gusta el modelo canadiense, donde se puede abrir una cuenta de ahorro individual que no necesariamente ha de destinarse a un plan de pensiones. Debería ser un producto más neutro desde el punto de vista fiscal, donde se pueda invertir en lo que se quiera manteniendo el dinero bloqueado.

P. El empleo es la primera preocupación de este país. ¿Qué hará el PSOE con la legislación laboral?

R. Lo primero, derogar la reforma laboral del PP. Queremos un nuevo Estatuto de los Trabajadores porque el mundo laboral y productivo ha cambiado mucho desde 1980. Queremos recuperar la negociación colectiva, que la reforma ha debilitado, dando pleno poder a los empresarios. Hay que dotar de flexibilidad interna a las empresas, pero dentro de la negociación colectiva, para que el despido sea el último instrumento del que disponga una empresa, en vez del primero. Y hay que afrontar la brecha salarial que hay entre mujeres y hombres.

P. ¿Por ley?

R. Sí, sí: a igual trabajo, igual salario.

P. ¿En qué cuantía debe subir el SMI?

R. Tiene que subir, porque la política del PP basada en una devaluación salarial permanente y de caballo para ganar competitividad-precio, que es pan para hoy y hambre para mañana y que no tiene recorrido y debilita la capacidad de consumo de este país.

Tiene que llegar al 60% del salario medio del país en el medio plazo. Si es de 1.800 euros, estamos hablando de un SMI de 1.000 a 1.100 euros al mes.

P. ¿Qué trato tendrá el despido?

R. Tenemos que buscar fórmulas para facilitar la entrada y salida en el mercado laboral. Nos preocupa mucho la precariedad y temporalidad del mercado y hay que afrontarla, para que los trabajadores con trabajo temporal no estén tan desprotegidos con respecto a los trabajadores con contrato fijo. Personalmente me gusta un modelo de contrato y despido como la mochila austríaca, para que la indemnización de los trabajadores se la puedan llevar al dejar la empresa. Es algo que creo que merece la pena estudiar, aunque sabemos que los costes de transición son un problema. Ahora existe un desincentivo muy grande a la contratación por parte del empresario, y a la movilidad por parte del trabajador. Y buscamos formas para acabar con la dualidad existente.

P. ¿No es prohibir los contratos temporales la mejor fórmula, con la excepción de los causales?

R. Buscamos fórmulas para acabar con la dualidad protección-desprotección.

P. ¿Comparte usted la aseveración de algunos expertos que cifran en un 18% la tasa de paro estructural, y en buena parte imputada a la generosidad del sistema de seguro y subsidios?

R. La primera parte, sí; pero la segunda, no. Tenemos 3,2 millones de parados de larga duración, pero 2,2 millones de ellos, de muy larga duración. De este colectivo que lleva más de dos años en paro, es muy pequeño el porcentaje que encuentra empleo. Esa gente se queda ahí enquistada. El Gobierno reduce la prestación agregada porque dice que la gente está encontrando empleo, pero es porque se agota la prestación y los desempleados pasan a los subsidios. Esto nos preocupa mucho; es prioritario. Hay un enorme riesgo de salir de esta crisis dejando de lado a un colectivo de dos a tres millones de personas que no van a encontrar trabajo. Es alarmante.

Queremos que se alargue el subsidio de 450 euros para familias con hijos, y que se mantenga mientras la tasa de paro no sea razonable.

P. ¿Qué políticas activas de empleo manejan?

R. Estamos abiertos a varias cosas. La bonificación plana del PP no funciona, y es regresiva. Creemos en fórmulas para apoyar a las empresas para formación y subsidio, o cobrar el desempleo a la vez que disponen de un trabajo gradual hasta que se reincorporen al trabajo, taxcredit como hay en Reino Unido, etc. Buscar mecanismos basados en resultados. No somos partidarios de un sistema de bonificaciones generalizado, que solo beneficia al empresario. Pensamos en algún sistema de bonificación en la cuota para empleos de baja cualificación y salarios bajos. Las cotizaciones no son una carga, puesto que se trata de un salario diferido. Pero en salarios bajos y muy bajos, puede hacerse una bajada de cotizaciones, siempre que se compense con una subida de las de los salarios altos. Pero eso si las cuentas de la Seguridad Social cuadran, y siempre que no suponga que la pensión por abajo se quede descolgada.

P. Una de las grandes preocupaciones sociales es la viabilidad del sistema de la Seguridad Social, que ha vuelto a los déficits con la crisis. ¿Cómo se financian las pensiones? ¿Van ustedes a respetar el factor de sostenibilidad?

R. Lo vamos a revisar como parte de todo el debate de cómo deben financiarse las pensiones, pues pensamos que a medio plazo va a ser inevitable que una parte de las pensiones se financie vía impuestos. Lo que nos preocupa es que la reforma del Partido Popular en la práctica lo que está suponiendo es que las pensiones este año van a perder poder adquisitivo, y por primera vez en 30 años de democracia las pensiones mínimas no van a subir. Y a medio plazo, el factor de sostenibilidad supone que la pensión media va a caer aproximadamente un 30%, ese factor de sostenibilidad no nos gusta. Sobre ese planteamiento, no estamos de acuerdo, ya que nos parece una privatización de las pensiones. Estamos convencidos de que al PP le encantaría cargarse el sistema público de pensiones y sustituirlo por otro privado. Y también nos preocupa cómo diversos colectivos cada vez tienen más dificultades para acceder a la pensión, están debilitando las pasarelas, de forma que tienen que poner dinero, la pensión pública va bajando y se va dando entrada a la privada; estamos radicalmente en contra de eso.

P. Hablaba usted al principio de un nuevo modelo energético.

R. Es la tercera pata de esta transición económica. Hemos creado un consejo de transición energética e industrial, que preside Javier Fernández, y pretendemos ir a un modelo mucho más sostenible, descarbonizado, que el actual. El Gobierno no tiene estrategia energética; solo pone parches; da hachazos a unos y otros, y todos están disconformes. No es un sector fácil, pero necesitamos una estrategia a largo. La nuestra pasa por las renovables, pero no solo por esto: también hay que plantearse que algunos de los costes de la factura eléctrica (carbón, Canarias, etc.) que los soporta solo el sector eléctrico y habría que replantearse si no deben ser soportados de forma distinta. Además, hay que revisar el conceoto del déficit eléctrico. En este caso defendemos que se realice una auditoría de los supuestos costes regulados que componen el déficit; también pensamos que la remuneración de la generación no tiene que ser igual para todas las energías, independientemente de su origen y coste.

Hemos desarrollado en renovables una industria que es líder internacional y que genera mucho empleo en muchos países. Pero el tajo retroactivo es una calamidad, que está generando recursos y arbitrajes; y tenemos 65.000 pequeños productores perjudicados y van a venir los fondos y las multinacionales que van a ganar en los tribunales.

En definitiva: en un año debemos tener algo definitivo para las elecciones, pero nada está cerrado. ¿Recuperar la prima a renovables plenamente?: apostaremos por las fuentes renovables, y ya veremos cómo lo hacemos; las nucleares se cierran cuando expira su vida útil; revisar todo el déficit eléctrico de arriba abajo; y replantear la factura eléctrica. Y de ahí debe salir una estrategia energética inteligente y de largo plazo. Nosotros vamos a un modelo que cuestione los oligopolios. Llama la atención que el Gobierno no haya dicho nada ante el vaciamiento de Endesa, que la ha descapitalizado con un reparto de dividendos contra la deuda de la matriz, y eso en un sector regulado y oligopólico, hay que dar explicaciones.

“Quitas para las familias con problemas para pagar”

Manuel de la Rocha Vázquez propone quitas de deuda con cargo a la banca para las familias con dificultades de pago. “En muchos casos no tendrían costes adicionales para los bancos, pue se trata de hipotecas ya provisionadas. Hay varios modelos, pero debe haber un mediador que se siente con el banco y la familia: se ve cuánto puede pagar y se hace un plan financiero, y si hay que hacer una quita, se hace. Pero nunca con dinero público”. “Si ese mecanismo reduce los niveles de capital del banco, no nos oponemos a que el dinero del rescate puesto a disposición de España, que no se ha utilizado todo, se pudiese utilizar”. Concluye: “Es de justicia social: si hemos rescatado bancos, hagámoslo con las familias”.

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