El cobro en acciones del 'scrip' gana atractivo tras el castigo al dividendo
La reforma fiscal presentada por Cristóbal Montoro introduce una importante novedad para el accionista en Bolsa, que pierde la exención por los primeros 1.500 euros cobrados en dividendo, un cambio que bien puede inclinar la balanza del scrip dividend a favor del cobro en acciones y no en metálico. Fiscalmente, lo aconsejable va a ser optar por los títulos, según la recomendación que hacen varias firmas de inversión. atlCapital es una de ellas. Su director de análisis, Ignacio Cantos, asegura que “ahora más que nunca recomendaremos a nuestros clientes aceptar las acciones o vender los derechos en el mercado ya que, de esta manera, se retrasa el pago hasta el momento de la venta futura de las acciones en caso de plusvalías”.
Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, tambien considera que “fiscalmente, es más aconsejable de cara a 2015 y 2016 cuando se empiece a aplicar la reforma”. Para los inversores, recibir derechos de suscripción de acciones en vez de dinero en efectivo tiene una ventaja fiscal inmediata que se materializa en el diferimiento de la tributación de los rendimientos percibidos hasta la fecha en que deshaga la posición en acciones que han generado la opción de recibir tales derechos. Si bien hasta ahora, esa ventaja quedaba superada por la excención a los dividendos, a pesar de que se les aplique una retención que luego el inversor recuperaría en su declaración de la renta.
Si los derechos se venden en el mercado, el pago fiscal se aplaza hasta el momento de la venta de las acciones, pues el efecto que tiene la venta es el de rebajar el precio de compra. En el caso de que el accionista decida no vender los derechos y recibir las acciones, esta entrega no tiene retención fiscal, ya que la plusvalía y el consiguiente pago de impuestos no aflora hasta que no se venden los títulos. Mientras, si el inversor opta por cobrar el dividendo en efectivo, ya sin exención fiscal, deberá tributar por este ingreso del mismo modo que tributará el conjunto de plusvalías. Al 20% hasta los primeros 6.000 euros en 2015 y al 19% en 2016; al 22% a partir de los 6.000 euros siguientes hasta los 50.000 en 2015 y al 21% en 2016. Y al 24% a partir de los 50.000 euros y el 23% en 2016, un listón que aún así se escapa a lo que un pequeño inversor puede cobrar en dividendos en un año.
Desde 2009, con Santander como punta de lanza, cada vez más sociedades cotizadas están empleando esta alternativa retributiva como medio para evitar en lo posible la salida de caja. Durante el pasado ejercicio, alrededor de una decena de empresas cotizadas optaron por retribuir a sus accionistas a través de esta vía.
Lo polémico del sistema de ‘scrip dividend’ reside en que no es una retribución directa al accionista ya que se trata de un reparto de títulos. A lo largo de 2013, 1.777 millones de acciones nuevas entraron al mercado español procedentes de las 19 ampliaciones de capital realizadas por nueve compañías que ejecutaron sus programas de ‘scrip dividend’. Ello supuso una inyección a la capitalización bursátil de 10.240 millones de euros, según datos del Informe de Mercados de 2013 de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
En 2013, el 41% de la retribución al accionista fue satisfecha en acciones, la mayoría mediante la fórmula de ‘scrip dividend’, pero tambien en menor medida (apenas el 1% de todo lo pagado en acciones) utilizando otras fórmulas como la devolución de aportaciones por primera de emisión y reservas. De la cifra global distribuida entre los accionistas de las cotizadas españolas, un importe de 23.263 millones de euros corresponden a dividendos pagados, tanto en efectivo como en acciones mediante scrip dividend, en contraste con los 26.768,81 millones repartidos el año anterior, un 13% menos que en 2012.
Las políticas de retribución, en proceso de cambio
Pese al éxito de la fórmula del dividendo elección entre las grandes cotizadas del Continuo español, los expertos creen que en los próximos años, las empresas irán cambiando su forma de retribuir a sus accionistas con fórmulas mixtas que combinen algun pago en efectivo y otros a través de dividendo elección.
“La vuelta al pago es un cambio necesario a futuro, independientemente de que fiscalmente le pueda salir mejor o peor al accionista”, explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4.
Telefónica ya combina el pago mixto. Para el ejercicio 2014, Telefónica mantendrá el dividendo en 0,75 euros, que se abonará en dos tramos. Primero, la firma que preside César Alierta pagará 0,35 euros por acción bajo la modalidad de scrip dividend en el cuarto trimestre de 2014 y 0,40 euros por acción en efectivo en el segundo trimestre de 2015.
De momento, Santander y BBVA, dos de los mayores adeptos del scrip dividend ya han anunciado que dejarán de usar la fórmula progresivamente. Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank, considera que, probablemente “no veamos una eliminación total de esta opción por parte de las compañías sino que seguramente se recurra a fórmulas mixtas. De este modo, se protegen las salidas de caja y se combinan con el pago en forma de nuevas acciones”. Por su parte, Javier Bernat, analista de BEKA Finance, explica que a largo plazo “el sector debería seguir una política de dividendos similar a la de Bankinter con un pay-out (porcentaje del beneficios que se destina al dividendo) del 50% y el pago de cuatro dividendos trimestrales en efectivo, con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias de las entidades”.
Además, en el caso de las entidades financieras, el Banco de España ya ha advertido a los bancos que deberán volver progresivamente al pago del dividendo en efectivo, si bien ahora permanece vigente la limitación por la que no les permite repartir más del 25% de su beneficio como dividendo en metálico, ya que la prioridad sigue siendo fortalecer los ratios de capital.