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La casa Guinness, el tesoro de Netflix que convierte una cervecera en toda una saga

Va más allá de hablar de una empresa de reconocido prestigio, muestra una trama familiar compleja a la vez que interesante, con una ambientación muy bien lograda y con algunas actuaciones de gran calado. Llega de la mano de los creadores de la serie Peaky Blinders.

protagonistas de la serie La casa Guinness de Netflix
Iván Martín Barbero

La casa Guinness, es la nueva apuesta de Steven Knight para Netflix. Esta serie despliega un drama familiar ambientado en la Irlanda de finales del siglo XIX, cuyas raíces históricas y licencias creativas se mezclan a ritmo de rock irlandés y retratos de la alta sociedad. La creación traslada al espectador al universo de la famosa dinastía cervecera, donde los conflictos de poder, las tensiones religiosas y los dilemas éticos están presentes en cada episodio.

Contexto histórico reinventado

La ficción arranca con el fallecimiento de Benjamin Guinness, el hombre más rico de Irlanda en 1.868 y el complicado reparto de su herencia. Sus cuatro hijos, Arthur, Edward, Anne y Benjamin, protagonizan un delicado juego de alianzas, traiciones y ambiciones. La serie utiliza nombres y hechos verídicos para construir una trama cargada de licencias creativas, dejando claro desde el principio su naturaleza de reinterpretación: “inspirada en hechos reales”, pero sin vocación documental.

Hijos de la serie La casa Guinness de Netflix

Steven Knight, conocido por ser uno de los responsables de Peaky Blinders, se apoya en relatos familiares recogidos por la productora Ivana Lowell para articular una narrativa donde la historia de la familia Guinness se convierte en una excusa para explorar grandes temas: la lucha por el poder, la identidad y la pertenencia. Así, la serie se sirve de la trastienda cervecera como telón de fondo y no como protagonista, lo que hace que el proceso de fabricación de la popular bebida quede diluido en gran medida en favor de los conflictos personales.

Protagonistas complejos y relaciones fracturadas

El núcleo dramático de La casa Guinness reside en los hijos de Benjamin. Arthur, el mayor y heredero natural, reniega de los negocios familiares y ansía desprenderse del peso de su apellido. Edward, el benjamín pragmático, reúne capacidades y ambición… aunque legalmente está relegado. Benjamin, el repudiado, combate sus propios demonios -alcoholismo, ludopatía y baja autoestima—Y, finalmente, Anne supuestamente devota y frágil, y que trata de hallar su lugar en la familia dentro de una sociedad que le niega poder por ser mujer.

La lectura del testamento agudiza las rivalidades entre los hermanos y los coloca ante el reto de mantener la tradición y el imperio Guinness en plena era de cambios políticos y sociales. El reparto, que encabezan Anthony Boyle y Louis Partridge, logra que los arquetipos clásicos del melodrama cobren actualidad, aunque algunos perfiles tienden al exceso (otros, ciertamente, están perfectamente encajados en la historia).

Momento de la serie La casa Guinness de Netflix

Guion vibrante y ritmo oscilante

El estilo de Knight se reconoce en el tratamiento visual y sonoro: hay escenas rodadas en slow motion, explosiones teatrales y declaraciones grandilocuentes. La música, decididamente moderna, busca atraer a la audiencia contemporánea y genera un contraste peculiar con el tiempo histórico narrado. En ocasiones, este despliegue formal compensa la falta de profundidad en ciertos arcos narrativos, y es que la serie, aunque entretenida y eficaz, sacrifica matices en favor del espectáculo… lo que no es para nada malo.

El primer episodio sienta las bases para un drama coral: la sucesión, la llegada de figuras externas dispuestas a aprovechar las debilidades de la casa Guinness, y la amenaza de los Fenians, el grupo revolucionario que busca liberar Irlanda del yugo británico y ve en la familia Guinness un objetivo. Otros personajes secundarios, como el primo Byron Hedges que negocia la expansión estadounidense o el mayordomo Potter, enriquecen el fresco social con una fórmula en ocasiones más efectista que efectiva.

Actriz de la serie La casa Guinness de Netflix

Representación histórica y social

La serie pone de manifiesto el clima de discriminación vivido por los católicos irlandeses frente a la élite protestante y explora el papel filantrópico de la familia Guinness, pero lo hace siempre desde el prisma del drama y la intriga familiar. El rigor documental cede ante las necesidades del relato televisivo, decantándose por el suspense y los giros argumentales. Pero en grandes pinceladas, lo que ocurrió, está ahí.

Las tensiones religiosas y políticas, además de los debates sobre moralidad en torno al negocio del alcohol, aparecen como telón de fondo, pero La casa Guinness opta por mostrar la espectacularidad de las peleas, las manifestaciones y los funerales multitudinarios por encima de la introspección o el debate social real de la época en la que sucede la trama.

Imagen de la serie La casa Guinness de Netflix

La casa Guinness, una buena serie que debes ver

La casa Guinness de Netflix es una apuesta entretenida y estilísticamente potente para los seguidores de los dramas familiares y de época que no demandan fidelidad completa a los hechos históricos. Su gran acierto radica en convertir la historia de una familia legendaria en un espectáculo vibrante y accesible. Un buen plan para quienes busquen emociones fuertes, intrigas de poder y la eterna lucha entre tradición y cambio en el elegante escenario de la vieja Irlanda.

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