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Evitar el shadow AI, el gran reto para las empresas en 2026

Un peligro muy vigente en 2026

Sabemos que la digitalización de las empresas es algo imprescindible a día de hoy, y con la llegada de 2026, más motivo para adoptar nuevas tecnologías. Pero también hay que controlar cómo se utilizan, ya que hay un gran peligro: el shadow AI.

Y ahora, con la popularización de herramientas de IA generativa, el fenómeno se ha convertido en un riesgo real para la seguridad, el cumplimiento normativo y la toma de decisiones empresariales.

Así que vamos a explicarte qué es shadow AI, la evolución de shadow IT, y cómo el uso de herramientas de inteligencia artificial generativa sin un control puede ser un verdadero dolor de cabeza en tu negocio.

¿Qué es el shadow AI y por qué preocupa tanto?

El shadow IT hace referencia al uso de software, servicios o dispositivos tecnológicos sin la aprobación ni supervisión del departamento de TI. Tradicionalmente incluía aplicaciones en la nube, herramientas de mensajería o servicios de almacenamiento externos. Sin embargo, en 2026 el foco se ha desplazado claramente hacia la shadow AI.

Logo de ChatGPT de color gris

Según datos citados en un informe publicado por ESET, hasta el 78% de los usuarios utiliza herramientas de IA propias en el trabajo, mientras que un porcentaje significativo de empresas ya ha sufrido incidentes relacionados con este uso no controlado.

El problema es que estos chatbots procesan información sensible: desde datos personales y financieros hasta código propietario o documentos estratégicos sin un control previo. Y es un peligro, ya que la información puede almacenarse en servidores externos, fuera de la jurisdicción de la empresa y sin garantías claras de cumplimiento normativo.

La IA como acelerador del problema

La popularización de herramientas como chatbots, asistentes de programación o plataformas de generación de contenido ha actuado como un acelerador del shadow IT. Su facilidad de uso y acceso inmediato, muchas veces desde dispositivos personales o entornos de teletrabajo, ha provocado que la adopción vaya muy por delante del control.

Y ya no hablamos solo de chatbots como ChatGPT, sino de extensiones de navegador, funciones activadas por defecto en software corporativo o sistemas de IA agéntica, capaces de ejecutar tareas de forma autónoma, que más pronto que tarde provocarán riesgos.

Además, el uso de IA para programar sin revisiones adecuadas puede introducir vulnerabilidades explotables en productos finales, mientras que modelos entrenados con datos sesgados pueden generar decisiones empresariales erróneas con consecuencias reales.

Si tenemos en cuenta que, según el informe publicado hasta el 20% de las organizaciones ha sufrido brechas vinculadas al uso no autorizado de IA, y que este tipo de incidentes puede incrementar el coste medio de una brecha en más de 500.000 euros, queda claro que no es un tema baladí.

Así que, si tienes un negocio, más vale que controles el uso indebido de la IA por parte de tu equipo de trabajo para evitar sustos innecesarios.

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