Tu lector de libros SPC oculta dos juegos secretos: así puedes acceder a ellos
Prueba “Sokoban” y “Jigsaw”

Los lectores de libros electrónicos llevan años posicionándose como una de las mejores formas de disfrutar de la lectura en cualquier momento y lugar. Es cierto que hay móviles perfectos para leer, pero nada como un ebook reader. Y si tienes un lector de libros de la firma SPC, que sepas que esconde minijuegos.
No está claro si todos los modelos de la marca incluyen esta opción, desde mi modelo SPC Dickens Light 2 sí que he podido. Por lo que, si tienes un ebook reader de SPC, te invitamos a probar si esconde minijuegos.
Cómo activar los juegos en tu lector de libros SPC
De esta manera, además de ofrecer todas las ventajas de la tinta electrónica, los lectores de SPC pueden esconder un juego perfecto para desconectar un rato de la lectura sin abandonar su dispositivo: un par de juegos integrados que muy pocos descubren a simple vista.
Lo mejor de todo es que el acceso es muy sencillo. Para acceder a esta función no hace falta hackear nada ni instalar apps externas. Está dentro del sistema del propio e-reader, aunque algo escondido en los menús.

Desde la pantalla principal, hay que tocar en la opción “Otros”, situada en la parte inferior y reconocible por el icono de un círculo con un + en el centro.

Una vez dentro, verás varias opciones adicionales. Entre ellas, una llamada “Juego”.

Si entras, aparecerán dos juegos de lógica pensados para pasar el rato entre capítulo y capítulo: Sodokan y Jigsaw.
- Sokoban es una especie de puzle tipo “empuja-cajas” que sigue la estélica del clásico Sokoban. Controlas un personaje que debe mover bloques por un almacén hasta dejarlos colocados en la posición correcta. Todo se maneja con los controles del dispositivo y el nivel se supera una vez que todos los bloques están en su lugar. El primer nivel es sencillo, pero los siguientes se complican con pasillos más estrechos y combinaciones más retorcidas. Ideal para quienes disfrutan dándole al coco.
- Jigsaw, por su parte, es un clásico rompecabezas deslizante. Tienes que reordenar las piezas de una imagen moviéndolas dentro de una cuadrícula limitada, intentando completarlo en el menor número de movimientos posible. Reta tanto a la memoria como a la lógica espacial.
Ambos juegos funcionan perfectamente sobre la pantalla de tinta electrónica, sin consumir batería más allá del mínimo necesario. Y lo mejor: puedes jugar sin conexión a Internet, por lo que te puede salvar de más de un apuro. especialmente si hay niños pequeños en casa.